Cepesca insiste en la necesidad de modificar el Reglamento de Medidas Técnicas del Mediterráneo
El Secretario General de Cepesca, Javier Garat, ha recordado las numerosas gestiones realizadas por la Confederación durante los últimos meses, tanto a nivel nacional como a nivel comunitario, para intentar convencer a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo y a los Estados miembros de la UE de la necesidad de modificar el Reglamento urgentemente.
Por su parte, Pedro Maza, Vicepresidente de Cepesca, ha insistido en el hecho de que “desde el primer borrador del Reglamento hasta la fecha de hoy se han celebrado numerosas reuniones tanto con la administración española como con todas las instituciones comunitarias. Incomprensiblemente, las propuestas del sector pesquero no se han tenido en cuenta y, por ello, la aplicación del Reglamento ocasionará gravísimos problemas de rentabilidad en los buques afectados.”
Lamentablemente, las gestiones por ahora no han dado resultado y la propia Comisión Europea ha manifestado públicamente y por escrito que no tiene intención de proponer la modificación del Reglamento, el cual exige la utilización de malla cuadrada de 40 mm o, excepcionalmente, la malla romboidal de 50 mm (en la actualidad de 40 mm), limitando, en ambos casos, el tamaño del torzal (hilo que forma la malla) a 3 mm. Los armadores han denunciado que la utilización de dicho torzal, por su finura, estropea el estado de las capturas, provocando pérdidas considerables de su valor y, por lo tanto, la ruina del sector.
Cepesca ha reiterado la solicitud de desarrollar con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) los estudios pertinentes y adecuados en España para analizar científicamente los resultados de la aplicación del Reglamento y, en su caso, buscar alternativas que permitan desarrollar una pesca sostenible y más selectiva, pero a su vez rentable. En este sentido, el Secretario General del Mar ha anunciado el encargo al IEO de dicho estudio.
Garat ha insistido en que “una vez más, el sector se ve obligado a realizar cambios en sus artes de pesca y a hacer nuevos desembolsos económicos para adaptar su actividad a unas normas inviables y sin sentido, que desde el principio fueron rechazadas por todo el sector pesquero europeo y que a la larga estamos seguros que habrá que modificar, puesto que estamos convencidos de que los resultados científicos nos darán la razón”.
