AELA convoca a profesionales del sector para tratar sobre seguridad marítima
El pasado 11 de abril, el hotel Ilunion Atrium de Madrid acogió una serie de ponencias organizadas por la Asociación Española de Liquidadores de Averías (AELA). Titulada ¿Cómo aprender de un siniestro? El impacto de la tecnología en su gestión, durante la jornada se trató de exponer la situación en la que actualmente se encuentra el sector y las opiniones de profesionales de diferentes áreas al respecto de si las plataformas digitales suponen un avance o si, por el contrario, son una amenaza para el sector.
“Esta jornada pretende unir a profesionales de diferentes áreas, como aseguradores, abogados, peritos, especialistas en investigación o investigadores privados” destacó el presidente de AELA, Ángel Galván Lamet, tras lo cual explicó cómo este tipo de eventos son idóneos para dar la oportunidad de que la gente más joven disponga de una plataforma de lanzamiento. Raúl González Hevia —vicepresidente— fue el encargado de moderar la primera de la serie de ponencias de la mañana.
Daniel Villegas González, doctor en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y profesor en la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea de Madrid, inauguró estas charlas con una ponencia en la que trató el tema del totalitarismo informático y cómo está afectando al mundo laboral la revolución digital, relacionada, según sus palabras, con el concepto de la Globalización. Habló sobre el denominado capitalismo flexible, en el que ni empresas ni empleados sienten vínculos entre sí, y aseguró que existen mayores riesgos debido a la incertidumbre del progreso tecnológico.
Por su parte, Francisco Javier Castillejo —jefe de Área de Seguridad Marítima DGMM— comenzó durante su turno a introducir más directamente el tema de ciberseguridad marítima, destacando aspectos como los puntos vulnerables. En cuanto a gestión y maneras óptimas de proceder, Castillejo aclaró que el primer paso es identificar amenazas y vulnerabilidades, para después poder desarrollar sistemas de protección acordes y establecer planes de contingencia; señaló también la importancia de aprovechar los sistemas de gestión ya existentes, como el ISPM o el ISM, que ya permiten a las compañías establecer procedimientos. “Hay una guía que han publicado las asociaciones navieras, Cyber Security Onboard Ships, y también han sacado panfletos informativos para empleados”, concluía Castillejo.
Como aportación desde el punto de vista legal, Luis Alberto García —abogado en Rogers&Co— habló sobre ciberataques y la responsabilidad civil que recae sobre los transportistas. Por medio de ejemplos como el del Notpetya, que García calificó como el peor ciberataque hasta la fecha, trató de ofrecer una reflexión jurídica sobre el transporte de mercancías en el contexto actual. “Los ciberataques son una realidad que va a tener un desarrollo en el ámbito marítimo y, por tanto, consecuencias con el porteador”, concluyó.
La siguiente ponencia tuvo como protagonistas a las plataformas informáticas como herramientas para la gestión de siniestros. Bajo la moderación de Rocío Lamet —Comismar—, personalidades del sector como Juan Cascallar Pita —Control Unión— o Javier Massa —Galván abogados— describieron la inminente popularidad de las plataformas digitales en el ámbito de la seguridad marítima como algo inevitable, pero que podría convertirse en una amenaza para los trabajadores de no dársele un buen uso.
Para finalizar, el último grupo de ponentes estuvo formado por profesionales en representación de Richards Hogg; Minton, Treharne & Davies Group; Clyde & Co y MPG. Se trataron casos de seguridad marítima que implican incendios, colisiones, toma de tierra o defectos de diseño y fallos estructurales, entre otros. Como idea general, se defendió la opción del reparto proporcional general, que consiste en un principio de seguridad marítima según el cual todas las partes implicadas en una empresa marítima comparten cualquier pérdida que pueda surgir.
En vista de estas opiniones profesionales, desde el sector se concibe la consolidación de las plataformas digitales como un hecho real, que está ocurriendo y ocurrirá con cada vez más frecuencia, lo que no implica que no haya que tratarlo con cuidado, debido en gran medida a la responsabilidad cada vez mayor que ira recayendo en este tipo de sistemas.
