La necesidad de test de detección y mascarillas no impide la actividad pesquera ni el suministro de pescado a mercados y población
El sector pesquero confirma una semana más el abastecimiento de productos pesqueros frescos y congelados a la población, aunque se prolongue el periodo de confinamiento decretado a raíz de la crisis del COVID-19. Así lo ha manifestado el Comité de Crisis del sector que está integrado por la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (FEDEPESCA) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP).
El sector sí manifiesta la necesidad imperiosa de contar con el material de protección necesario para prevenir contagios, tanto de las tripulaciones de altura y bajura, como de los trabajadores de lonjas, mercados y venta minorista. El Comité entiende que, al tratarse de un sector esencial, las administraciones públicas nacionales y autonómicas deben garantizar la distribución de test de detección –fundamentales para facilitar el relevo de las tripulaciones en terceros países–, así como de mascarillas y guantes para los más de 30.000 tripulantes y todos los operadores de la venta y comercialización –25.000 minoristas–, entre los que ya se han declarado algunos casos de coronavirus.
A pesar de que estas medidas de protección llegan con cuentagotas de manera oficial, se constata la práctica total actividad de las flotas de altura y una gran parte de bajura –incluso se van recuperando algunas bajas producidas en el Mediterráneo en las primeras semanas de alerta y también vuelven a faenar algunos de los mariscadores– y prácticamente del 100 % de la distribución mayorista y minorista.
Actualmente, el sector sale a pescar sin otras medidas de protección que las que proporcionan de manera particular armadores, tripulantes y trabajadores, y excepcionalmente algunas Comunidades Autónomas y Ayuntamientos y lo hace, tanto por su compromiso de abastecimiento, como para seguir contando con ingresos para el pago de plantillas e impuestos. Cabe reseñar que buena parte del sector pesquero se compone de pymes y autónomos que, además de pagar mensualmente sus cuotas correspondientes, afrontan ahora la declaración trimestral de IVA, cuyo plazo de abono se ha ampliado in extremis hasta el 20 de mayo.
Balance de situación
Una vez recabada la información de las distintas flotas, cofradías, mercados y minoristas, puede concluirse que la mayoría de empresas y trabajadores están operativos, aunque la actividad sea menor tanto en el mar como en tierra. La pérdida de ventas que ocasiona el cierre total del canal HORECA, así como de los colegios y universidades, no puede ser absorbida por el incremento de las compras domésticas.
En el caladero nacional, sigue operativa gran parte de la flota del Cantábrico y día a día aumentan los barcos que salen a pescar en el Mediterráneo y en el Golfo de Cádiz. En Canarias, donde operan bajo un régimen comercial distinto, los pescadores tienen acuerdos con los comercializadores y salen a pescar bajo demanda. La principal preocupación en todas estas flotas se sigue centrando en las medidas de protección, ya que resulta imposible mantener la distancia de seguridad entre los tripulantes. Hasta el momento, según informa la FNCP, se han provisto de mascarillas de manera privada, gracias a donaciones como las de la empresa murciana Muebles Montiel, que está surtiendo de mascarillas lavables de polipropileno a las cofradías que las han demandado, y al trabajo de muchas mujeres de distintas localidades que las están cosiendo. Las organizaciones pesqueras siguen demandando equipos de protección individual y mascarillas a los ayuntamientos y gobiernos autonómicos y central para garantizar la seguridad frente al virus en los barcos y en las lonjas.
En cuanto a la pesca de altura, se mantienen operativas las flotas de Gran Sol –unos 70 buques con 2.150 tripulantes y 10.750 puestos directos e indirectos–, que siguen pescando merluza, gallo y rape con normalidad, al igual que la flota congeladora de larga distancia, incluidos los marisqueros de Huelva que pescan en varios países africanos, a los que les preocupa el hundimiento de los precios y la cantidad de marisco que se está acumulando en los congeladores. También opera con normalidad la flota de palangre de superficie, que pesca en Atlántico, Pacífico e Índico, pero también con una gran preocupación por el precio tan bajo del pez espada y tiburones; la flota de arrastre congeladora, aunque también está sufriendo la bajada del precio, sigue pescando con normalidad. La flota atunera congeladora, que sufre igualmente una caída de precios provocada por el retorno de las exportaciones de lomos de atún chinos al mercado español, continúa pescando. En cambio, la flota cañera que pesca en Senegal sigue parada.
También en altura el principal problema viene de la mano de las medidas de seguridad, imprescindible para los necesarios relevos de las tripulaciones. Los barcos evitan en lo posible acudir a puerto para evitar contagios y, cuando lo hacen, descargan con medidas extraordinarias de seguridad para evitar el contacto con otras personas. En este caso, el suministro de test de detección es prioritario.
Distribución y ventas
La distribución de pescado a tiendas minoristas y mercados se mantiene prácticamente de la manera habitual. Sigue creciendo la venta online y los encargos por WhatsApp y por teléfono, lo que ha disparado el reparto a domicilio. Por término medio, puede decirse que las ventas físicas en tienda representan el 20 % frente al 80 % de las entregas a domicilio.
Precios
Respecto a los pescados frescos más habituales de consumo doméstico (merluza, rape, gallo, lubina, caballa, pescadilla, dorada y salmón), puede decirse que los precios en primera venta y en las pescaderías tradicionales de las distintas comunidades autónomas se van estabilizando a la par que lo hace la demanda.