El Sello de Compromiso con la Sostenibilidad de Andimac alcanza los 136 puntos de venta de distribución profesional en 2024

El Sello de Compromiso con la Sostenibilidad y la Economía de Andimac, la asociación española que representa a la distribución profesional de materiales para la edificación y rehabilitación, alcanzó el pasado año 2024 los 136 puntos de venta de la distribución profesional. Un hito sostenible que solo se concede a aquellas empresas que se comprometen a colaborar con el cumplimiento de una serie de objetivos. Se espera que el numero de empresas que obtienen este sello sectorial aumente a lo largo de este 2025. A los 136 puntos de venta se suman 118 más en proceso de certificación.

Si una empresa obtiene el Sello quiere decir que se compromote a mejorar sus procesos sostenibles y la interlocución con proveedores y los clientes profesionales. Las firmas también se comprometen a incorporar unas obligaciones en materia medioambiental, que tendrán que cumplir las compañías en los próximos cuatro años, como el caso de la Responsabilidad Ampliada del Productor desde el 1 de enero en los ámbitos de envases y embalajes.

También, se va a impulsar la conversión de los puntos de venta en puntos de recogida, para que esto genere valor a todos aquellos agentes que estén ligados a la distribución, proveedores y clientes. Esta acción se llevará a cabo a partir de acuerdos con diferentes scraps especializados en el ámbito de materiales de construcción y de climatización.

Desde este año, el Sello de Compromiso cuenta con un sistema de mejora y desarrollo por el que cada empresa va completando en función de su avance con los objetivos que se establecen. Además, según tu avance puedes alcanzar distintos niveles: bronce, plata y oro.

El nivel inicial que se exige es disponer de un protocolo de gestión de materiales y residuos, implantar la contabilidad de gestión de los residuos del future y estar al día del impuesto del plástico. Este nivel también contempla identificar a los perfiles que se van a encargar de hacer estas gestiones y comunicar de forma correcta las acciones que se llevan a cabo para conseguir una mayor sostenibilidad. A partir de ahí, las empresas van manteniendo unas condiciones mínimas y van avanzando para conseguir unos objetivos y acabar consiguiendo uno de los tres niveles.

Si se tiene ese ello, la competitividad comercial de la empresa mejora, ya que asegura disminución de riesgos en materia medioambiental, pero también el mero hecho de disponer de herramientas para encarar con más solvencia proyectos que refuercen los compromisos climáticos del tejido productivo.