El poder terapéutico de una ducha, la fórmula mágica para combatir el estrés
Para combatir el estrés muchos confían en la farmacología, aunque existen otros tratamientos más eficaces y mucho menos invasivos, como practicar relajación y ejercicio habitualmente, cuidar la dieta, planificar las actividades diarias o la hidroterapia. Y de forma casi inconsciente, cada mañana o antes de acostarnos, todos los días practicamos hidroterapia, beneficiándonos de todas las propiedades del agua a través de una sencilla ducha o la aplicación de chorros de contraste.
Porque una ducha es mucho más que un hábito de higiene, es salud, ya que su influencia en los sistemas estructurales y orgánicos del cuerpo humano genera equilibrio y bienestar inmediato. Por ello, conocer sus beneficios y cómo potenciarlos ayuda a reducir considerablemente los niveles de estrés, teniendo siempre en cuenta que factores como la temperatura, la intensidad, la duración y la frecuencia de repetición de este estímulo varían sus efectos en el organismo.
Según el horario obtendremos resultados diferentes, ya que ducharse por la mañana tiene un efecto energizante, mientras que por la noche relaja y facilita el descanso. En ambos casos, calma los problemas emocionales y eleva la moral al activar una sustancia llamada noradrenalina que ayuda a combatir la depresión. Incluso el contraste de frío y calor es altamente beneficioso, puesto que ayuda en problemas de retorno venoso y disminuye la inflamación. Si, además, aplicamos un masaje con chorros sobre zonas doloridas, relajaremos las tensiones, disminuyendo las contracturas musculares y aumentando la elasticidad. Si los chorros se aplican bajo el agua conseguiremos además sedación. En cambio, si solo aplicamos una ducha con efecto de lluvia rápidamente favoreceremos un estado de relajación.
De hecho, una ducha óptima comenzaría con agua caliente para relajar los músculos (29-40 ºC), continuando con una temperatura más templada (24-29 ºC) que consiga reavivarnos, para terminar con chorros de agua fría, perfectos para activar la circulación, cargar las pilas y mantener el cuerpo fresco durante las 5 horas siguientes. Pero el uso del agua debe ser inteligente, recomendándose duchas de cinco minutos máximo, tiempo indicado por la OMS para evitar un abuso que suponga un impacto económico, energético y medioambiental.
Herramientas de bienestar
La División de Bosch Termotecnia, especializada en equipos de producción de agua caliente para la vivienda del Grupo Bosch, desea contribuir a la difusión de la hidroterapia como fórmula anti-estrés con el lanzamiento de un vídeo que muestra el efecto positivo de una ducha. Además, a través de su cuenta de Facebook Bosch Climate, se puede participar en el concurso “El poder de una ducha” y obtener premios de bonos de Spa y escapadas “bienestar” para dos, con tan sólo publicar un selfie que muestre la mejor sonrisa tras una reconfortante ducha hasta el 15 de diciembre.
Todo ello gracias a sus calentadores de agua a gas Therm y termos eléctricos Tronic, que proporcionan todos los beneficios de este recurso bajo un compromiso de uso inteligente. Por ejemplo, gracias al control termostático de la temperatura grado a grado o a la modulación del consumo de gas, los calentadores termostáticos de Bosch, consiguen un significativo ahorro en consumo de agua (hasta 60 litros al día) y gas (hasta 35%), además de un menor impacto medioambiental, debido a sus materiales reciclables y procesos de fabricación limpios que reducen los niveles de emisión de gases contaminantes.
Visualiza nuestro vídeo en www.elpoderdeunaduchabosch.com. También te lo puedes descargar pinchando aquí.