Entrevista con José María Compagni, presidente de Docensas

En el 10º aniversario de Docensas, su presidente, José María Compagni, con años de experiencia en la formación continua especializada, tiene claro que las empresas que desarrollan una política de formación continua de verdad son las que tienen una mejor y más sostenible posición competitiva. Hablamos con él sobre cómo sacar el mayor partido a las opciones existentes.

José María Compagni, presidente de Docensas.

La formación continua, cuando está bien diseñada y adecuadamente ejecutada, es un factor clave, ya que afecta a cada una de las fuentes de la ventaja competitiva de cualquier empresa. Los recursos, las capacidades, la estrategia e incluso la cultura se transforman cuando la empresa integra la formación continua como una inversión prioritaria.

La formación no debe servir para conseguir una certificación, cumplir un convenio laboral o recuperar unas bonificaciones. Estas circunstancias deben ser consideradas exclusivamente como palancas, no como un fin en sí mismo.

El diseño de la formación empieza desde la propia dirección de una empresa. Hoy día, no es suficiente con que el equipo directivo disponga de un programa de dirección, sino que, además, cada diez o quince años como máximo deben actualizar sus conocimientos y dar nuevos impulsos a su carrera. Elegir el programa más adecuado para su perfil es importante.

Absolutamente, la formación continua es una de las funciones más importantes de un gestor. Las carencias de gestión, especialmente en las pymes –aunque hay excepciones–, son enormes. No solamente hablamos de directivos, también hay carencia de conocimientos de gestión por parte de los mandos intermedios.

Por ejemplo, no deberíamos promover a técnicos aventajados a posiciones de encargados, supervisores o jefes de equipo sin que hayan sido previamente formados en gestión de personas, proyectos o procesos. Nuestra experiencia nos dice que el supervisor se ve técnicamente capacitado, pero saben que disponen de enormes lagunas de gestión.

Nuestros dos programas de gestión, el de dirección y el de supervisores, lo hemos dirigido hasta ahora a empresas de instalación y mantenimiento de ascensores. El ascensor es una máquina compleja dentro de otra máquina aún más compleja que es el edificio. En Docensas, nos interesa el conjunto y disponemos de arquitectos e ingenieros que se centran en la visión del edificio al completo.

Creemos que ambos programas de dirección y supervisión encajan perfectamente con la operativa y problemática comercial de todos los sectores de equipos electromecánicos que se instalan en un edificio. Por otro lado, la incorporación de empresas de múltiples gremios va a enriquecer la experiencia formativa con distintas perspectivas.

“Nos interesa la visión del edificio como máquina compleja, con todos sus componentes, en la que intervienen diversos oficios con una problemática muy similar”

Prácticamente cada componente (ascensores, HVAC, control de incendios, control de accesos, energías renovables, etc.) dispone de su propio gremio. Las empresas de instalación y mantenimiento de estos gremios trabajan con componentes electromecánicos que requieren una instalación y un mantenimiento específicos, aunque existen algunos conocimientos base similares y, sobre todo, con una operativa y una problemática comercial muy similar.

En una época tan tecnológicamente avanzada como la nuestra, hay palabras como gremio, oficio, artesano, aprendiz, maestro, que pensamos que son necesarias para no abandonar la dimensión humana. Además, en Docensas, tenemos una aproximación muy artesanal a todo lo que hacemos. La combinación de cariño y responsabilidad de un artesano es el espíritu principal de muchas de las pequeñas empresas que componen estos gremios. Creemos firmemente que este espíritu artesanal es un elemento diferenciador que aporta un enorme valor a la economía y a la sociedad. Los artesanos del siglo XXI son profesionales formados que saben incorporar las innovaciones tecnológicas sin perder el cuidado al buen oficio.

En Docensas, disponemos de un departamento de I+D que investiga de manera permanente la aplicación de las tecnologías a la formación. Por ejemplo, siempre hemos impartido clases con videoconferencias o aulas virtuales y siempre hemos defendido que era un tipo de formación presencial. Con dinámicas adecuadas, la formación por videoconferencia o ‘aulas virtuales’ se acerca mucho a la formación presencial en aulas físicas con enormes ventajas en términos de coste y comodidad; por tanto, es más conveniente para las pequeñas empresas. Con esstas metodologías, más la teleformación –en la que integramos simulaciones, software multimedia avanzado e imágenes 3D–, conseguimos que las empresas estén inmersas en un reciclaje permanente que enriquece su actividad diaria. Por ponerte un ejemplo, hace 50 años, solo una minoría de la población iba al gimnasio o tenía algún tipo de rutina de ejercicio físico. Al igual que este hábito se ha incorporado de manera general a nuestras rutinas, las empresas sanas y fuertes, independientemente de su tamaño, están ya integrando rutinas de formación continua.

Docensas cumple 10 años con un equipo que combina experiencia con juventud. Además de un equipo de colaboradores que aportan el conocimiento y la experiencia de muchos años, tenemos un equipo joven, multidisciplinar e internacional que también aspira a que, algún día, Docensas pueda añadir un cero más a la derecha del aniversario que este año celebramos.