ARAG-ASAJA reclama un plan de choque para garantizar la sostenibilidad y el futuro del sector vitivinícola europeo
Las organizaciones vitivinícolas española, francesa e italiana pusieron de manifiesto las dificultades que el sector vitivinícola está sufriendo en los últimos años y que le han llevado a una grave situación. Eduardo Pérez, presidente de ARAG-ASAJA y vicepresidente de ASAJA, participó en esta reunión en la que estuvieron representadas las organizaciones agrarias.
Se trata tanto de problemas coyunturales como estructurales que afectan al sector en todos sus eslabones y que tienen su origen en varios factores: la reducción del consumo a nivel internacional, la influencia de los movimientos antialcohol en las políticas públicas, el impacto del cambio climático o la sucesión de crisis económicas y sanitarias de los últimos años.
“Más allá de las medidas económicas, que son necesarias e importantes para garantizar la supervivencia y sostenibilidad del sector vitivinícola y de los cientos de miles de personas que de él viven, debemos adecuar las herramientas de que disponemos para hacer frente a los retos que se avecinan”, afirmaron desde ARAG-ASAJA. En concreto, se llegó a la conclusión de reclamar a la UE las siguientes medidas:
- Un presupuesto amplio, reforzado y flexible para apoyar la competitividad y los cambios del sector.
- Herramientas dotadas de mecanismos flexibles y ágiles para gestionar la inestabilidad de mercados.
- Un apoyo real en materia de política de promoción para recuperar a nuestros consumidores, implantando mejoras concretas en el acceso, la ejecución y la justificación de las medidas de promoción del vino con fondos europeos.
Medidas para responder a los desafíos del cambio climático tanto en la investigación para su prevención y adaptación del sector como en las ayudas por sus consecuencias en los viñedos.
“Por ello, pedimos a los Estados miembros y a los eurodiputados recién elegidos que apoyen a nuestro sector europeo y que esté prioritariamente en su agenda”, reclamaron.
Como próximos pasos, las organizaciones participantes van a trabajar en un documento conjunto que recoja todas las medidas y peticiones que reclaman para garantizar la sostenibilidad del sector en los tres países.
“El vino es un producto económico importante y forma parte del patrimonio sociocultural de la Unión Europea. Nuestro sector necesita un fuerte apoyo para fortalecerse y reinventarse con una normativa realista y un calendario operativo que permita la aplicación de soluciones. Las asociaciones participantes en la reunión se han mostrado optimistas con el hecho de trabajar unidas para revertir la dura situación del sector y cuentan con la respuesta firme y el apoyo de las instituciones europeas”, afirmaron.
La Unión Europea es el principal productor de vino del mundo, representando el 45% de la superficie de viñedo global. Este sector de alto valor añadido es vital para muchas regiones rurales europeas, genera millones de puestos de trabajo y contribuye significativamente a la balanza comercial de la UE.