Complejo Moventia y Esclat, en Sant Cugat
La crisis inmobiliaria de la pasada década dejó a la vista durante años esqueletos de proyectos a medio construir, como testimonio de un fin de ciclo de aspiraciones truncadas. En algunos casos, esos proyectos se acabaron desestimando y derruyendo, pero otros más afortunados acabaron reconvertidos y asimilados a nuevas propuestas. Éste ha sido el caso que nos ocupa en este artículo.
Durante cerca de diez años, en el barrio de Volpelleres de Sant Cugat (Barcelona) fue familiar la visión de una estructura de acero desnuda de lo que tendría que haber sido un edificio. El terreno adyacente a este esqueleto fue adquirido por la sociedad Bonpreu, especializada en la gestión de supermercados y establecimientos de alimentación, a través de su patrimonial Gesdip. La operación contemplaba la adquisición de dos parcelas adyacentes situadas en la Avenida Vía Augusta. Una de estas parcelas estaba libre de edificaciones y en la otra se encontraba la estructura metálica citada, abandonada tras una promoción fallida.
Gesdip encargó a MUR Arquitectura hacer un estudio previo para la implantación de un supermercado de gran formato con las dependencias auxiliares necesarias para este tipo de instalaciones y con el aparcamiento subterráneo que fuera necesario para dar cumplimiento a la ley sectorial de equipamientos comerciales.
“La idea inicial del cliente -explica el arquitecto Fernando Mur- consistía en derribar la estructura metálica existente, agrupar las dos parcelas y construir una especie de caja, un paralelepípedo de unos 4.000m2 de sala de ventas donde se desarrollara la superficie comercial, un almacén, zonas de servicio y un aparcamiento con capacidad para 500 vehículos. Viendo la oportunidad de aprovechar e integrar la estructura existente dentro del proyecto, propusimos la incorporación de un nuevo uso al complejo: un edificio administrativo que ocuparía la huella de la construcción existente. Hubo que reforzar la estructura y modificarla parcialmente para ajustar la existencia a la propuesta, pero viendo el resultado final, estamos seguros de que fue una fórmula acertada”.
La estructura existente constaba de dos plantas sótano de aparcamiento y planta baja más 6 plantas piso de altura sobre rasante. De esta manera, las posibilidades que se generaron en el proceso de gestación del anteproyecto configuraron el programa definitivo del inmueble:
- Un edificio de oficinas de planta baja mas 6 plantas piso.
- Un supermercado con almacén, muelle y zona de servicios.
- Una gasolinera (previa aprobación de un plan especial), y una tienda de conveniencia.
- Un servicio de 'click&collect'.
- Un local comercial.
- 3 plantas de aparcamiento para un total de 520 plazas.
De arriba a abajo: fachada principal yacceso a la calle; fachada lateral; fachada posterior.
“Con la modificación y refuerzo de la estructura metálica existente conseguimos una atractiva ‘macla’ en la que encajaba el edificio de oficinas, la gasolinera y el centro comercial, aprovechando el desnivel del solar para ordenar los accesos y las salidas de cada actividad del conjunto de manera independiente”, comenta el arquitecto.
Al conservar esta estructura metálica se vio que era necesario aprovechar parte de la misma para completar los metros cuadrados de superficie disponible del supermercado. Se modificó así parcialmente la estructura original para conseguir que media planta del edificio de oficinas también formara parte del supermercado. “Para ello bajamos el nivel de algunos forjados y reforzamos toda la estructura en general. Este refuerzo se consideró necesario tras reformular el cálculo de acuerdo con los nuevos usos y así pudimos aprovechar la estructura. Además, el juego compositivo de los forjados en este edificio nos permitía dejar a la vista unas terrazas y unos voladizos que le dan un movimiento compositivo singular al edificio”, indica Fernando Mur.
El edificio de oficinas, con el acceso separado y diferenciado del resto, pudo alquilarse antes de finalizar las obras de todo el conjunto. Moventia, sociedad especializada en el transporte colectivo de personas, ha alquilado cuatro de las plantas del edificio de oficinas y el vestíbulo. MUR Arquitectura tuvo la oportunidad de intervenir en el proyecto de interiorismo y participar en la formulación del concepto de oficina y puestos de trabajo que querían plantear los nuevos inquilinos.
El juego compositivo de los forjados en este edificio nos permitía dejar a la vista unas terrazas y unos voladizos que le dan un movimiento singular al edificio.
Transparencia sin reflejos
Los edificios de oficinas y administrativos necesitan soluciones técnicas eficaces para sus fachadas, que sean capaces de adaptarse tanto a una construcción de obra nueva como a una rehabilitación. La fachada ligera de muro cortina suele ser una de las opciones más empleadas y este ha sido el caso en este complejo.
A este respecto, el arquitecto indica que “los sistemas de fachada ligera y de vidrio que escogimos como envolventes externos y autoportantes para el edificio de oficinas son independientes de la estructura y se construyen de manera continua por delante de esta. Están diseñados para resistir el empuje y succión del viento, así como su propio peso, transmitiendo los esfuerzos a los forjados con anclajes a tal efecto”.
El diseño de la fachada estuvo condicionado por la geometría de la estructura y los forjados preexistentes: “Nos decidimos por una piel exenta y continua que diera la máxima luminosidad al interior y que permitiera la mayor flexibilidad de distribución posible a los futuros ocupantes de las oficinas. Debía ser un muro cortina que escondiera su estructura en la cara interior y que jugara con la transparencia de los cristales. Se optó por vidrio de visión de suelo a techo en cada planta y vidrio de opacidad entre el falso techo y pavimento de la planta superior, dejando el nivel de instalaciones, forjado y pavimento técnico oculto desde el exterior. La apariencia desde fuera del edificio sería de cajas de cristal desplazadas. Una vez determinada la modulación y el ritmo de la fachada, nos decidimos por el sistema ‘stick’ por su rapidez de ejecución”, define Fernando Mur.
Por solicitud de Moventia, se incorporaron dos ventanas proyectantes en cada fachada y planta para poder ventilar de manera natural a demanda. La perfilería utilizada en la fachada, reforzada interiormente, es de Metra, mientras que el vidrio de visión escogido fue de Guardian, Super Neutral SN 51, con un 51% de transmisión de luz y un 28% de factor solar.
“Se buscó un vidrio neutro, que tuviera una buena reflexión sin efecto de espejo y que tuviera buena transparencia, pero a la vez con un factor solar importante. No hay ningún reflejo interior, todo es muy nítido, y ese era el efecto que se buscaba, que protegiera sin penalizar la transparencia. A todo ello ayudan los grandes voladizos originales del edificio”.
Debido a la volumetría variable y decalada -cada dos plantas- del edificio, no era factible realizar la limpieza de las fachadas mediante una góndola que se descolgase de la cubierta. Por ello, se habilitaron unas pasarelas de mantenimiento en cada planta envolvente para poder limpiar el acristalamiento. Estas pasarelas de mantenimiento se situaron justo por encima de los cristales de visión de cada planta, para que actuaran a la vez como ‘brise-soleils’, favoreciendo la protección de la radiación solar en la fachada.
Para la redacción del proyecto de ejecución del muro cortina, MUR Arquitectura contó con la intervención del equipo especialista en fachadas Ferrés Arquitectes. Acieroid se encargó de confeccionar el muro cortina y de su instalación.
La influencia de la fachada ligera en el proyecto de interiores
Los ocupantes del edificio de oficinas alquilaron el espacio durante la ejecución de las obras, con lo que fue posible incorporar algunos de sus requerimientos en ese proceso. Como se ha comentado ya, el Grupo Moventia encargó el proyecto de interiorismo de la nueva sede a MUR Arquitectura. “Esto hizo que la obra se realizara en dos fases, que en algún momento se solaparon, pero también permitió conservar la coherencia del proyecto en su totalidad. Las dos fases de ejecución del edificio de oficinas fueron: edificio corporativo e instalaciones comunes y acondicionamiento interior, incluyendo aquí acabados y revestimientos, instalaciones propias, divisorias, pintura y mobiliario”, señala Fernando Mur.
Al situar su nueva sede central en este edificio, el Grupo Moventia buscaba algo más que un mero traslado a unas nuevas oficinas. La idea era evaluar el concepto espacio de trabajo y hacer así un cambio de paradigma y de filosofía de empresa, modificando incluso su estructura y organización internas.
“El desafío del proyecto era conseguir integrar con la propuesta de interiorismo los retos principales que Moventia quería alcanzar. Los puntos clave de esta estrategia, con el cliente en el centro, eran: comunicación entre equipos, colaboración multidisciplinar, liderazgo, sostenibilidad, movilidad, con el cliente en el centro, eran los puntos clave”, argumenta el arquitecto.
La propuesta de interiorismo consigue que el puesto de trabajo se convierta en una experiencia espacial, con la creación de diferentes escenarios diseñados para diferenciarse y completarse al mismo tiempo.
“El puesto de trabajo – continúa- deja de entenderse como un espacio donde se realiza una única actividad a lo largo de todo el día para pasar a convertirse en una experiencia espacial. Se crean diferentes escenarios diseñados y organizados para diferenciarse y complementarse de manera simultánea. Se generan así diversas sensaciones, ambientes y experiencias, mientras se recorre el espacio. Cada sitio es más adecuado para una actividad, para un momento y para una persona o grupo de personas.
Con esta idea en mente, se categorizaron los espacios en tres grupos diferenciados: ‘Para mí, para nosotros y para todos’. Cada planta, con el uso principal correspondiente, mezcla espacios de las tres categorías para tener un equilibrio de espacios y buscando siempre el concepto de experiencia espacial inicial.
Las pasarelas de mantenimiento actúan también como 'brise-soleil' sobre los muros cortina.
“Cuando se eligió el tipo de cierre exterior y se planteó una mayor o menor opacidad de esta piel, enseguida decidimos que debía ser un sistema que permitiera la máxima flexibilidad para que los inquilinos distribuyeran el espacio interior según sus necesidades. Teniendo en cuenta el uso del edificio y las horas que pasa la gente dentro, era indispensable asegurar el confort térmico y acústico, así como las máximas horas de luz natural. Con los paneles de visión de suelo a techo y la tecnología y especificaciones del vidrio, se consigue la máxima visibilidad en todo el perímetro de cada planta a la vez que se obtiene un control solar, el cual se mejora con los ‘brise-soleils’ exteriores y el sistema domótico de estores interiores”, justifica el arquitecto.
Una planificación milimetrada
El compromiso existente de entrega entra la propiedad y el inquilino, así como la necesidad de ocupar el inmueble en el plazo previsto, hizo que la planificación de la obra se llevara a cabo en menos tiempo del que en un principio se había previsto. Ello obligó a una planificación exhaustiva, semana a semana y por oficio, con un eficiente control de los medios y los suministros. Se readaptaron constantemente las tareas para mantener la fecha de entrega, con la consiguiente permanencia en obra del Construction Manager. Esta tarea también recayó en MUR Arquitectura.
“El sistema de contratación de la obra escogido por la propiedad fue el de contratación por paquetes o lotes. Por este motivo, nos encargó el proyecto de obra e instalaciones, la dirección facultativa y de ejecución y el ‘Construction Management’. La obra se fragmentó, entonces, en diversos paquetes”, indica Fernando Mur.
Para cumplir con los plazos previstos fue necesario planificar una estrategia de “ingeniería de licencias”, en las propias palabras del arquitecto: “Es usual en estos momentos ir desarrollando proyectos parciales y solicitar licencias para cada uno de ellos y así ir avanzando las fases. Genera más trabajo, pero es la manera de ser posibilistas”.
MUR Arquitectura, una empresa integral
Aunque no es una tendencia extendida, cada vez es más habitual que aparezcan estudios de arquitectura con labores diversificadas dentro del ámbito de la construcción. Este es el caso de MUR Arquitectura. Los servicios que ofrece hoy el estudio, no fueron predeterminados en su inicio en 1985. El tipo de trabajo y servicios se han ido modulando en el transcurso de su trayectoria, fruto de una vocación de servicio al cliente y a la proactividad profesional.
“En MUR Arquitectura nos gusta experimentar más allá de nuestra zona de confort, abrir bien los ojos y mirar hacia fuera para encontrar. Creemos en el diseño como herramienta de progreso. Las soluciones que demanda una sociedad cambiante, sólo es posible abordarlas con el máximo rigor creativo y técnico. Las nuevas formas de trabajo y movilidad, los nuevos modelos de negocio y servicios, así como los crecientes estándares medioambientales, son el tipo de retos que afrontamos con una mente abierta, sin apriorismos y con genuina vocación de futuro”, afirma Fernando Mur..
Partiendo de un pequeño estudio de arquitectos de concepción artesanal, pronto se tuvo la oportunidad de trabajar para empresas y no tanto para particulares. Respondiendo a las diferentes demandas y necesidades que cada proyecto y cliente tenía, el estudio fue incorporando servicios de valor añadido, en muchos casos, con voluntad de ofrecer un solo interlocutor que pudiera dar solución a todo el proceso.
Finalmente, con vocación de servicio integral y gracias a la experiencia acumulada de muchos proyectos, MUR Arquitectura fue profesionalizando y sofisticando el nivel de sus servicios, añadiendo los equipos y servicios de Ingeniería y de Project & Construction Management.
Adicionalmente, se creó la sociedad participada Artico Obras y Servicios de Construcción, que no sólo trabaja sobre proyectos de MUR Arquitectura, sino también otros proyectos de estudios externos y obras para la Administración.
“Desde nuestras oficinas en Madrid y Barcelona, se coordinan los equipos de trabajo tanto de proyectos como de construcción, de manera muy transversal. Siempre buscando formar el equipo ideal para cada proyecto y combinando perfiles más creativos con otros más técnicos y de organizativos”, concluye Fernando Mur.
Ficha técnica
Proyecto: Complejo Moventia + Esclat
Ubicación: Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
Promotores:
- Gesdip SAU
- Moventia: Inquilino y promotor
Arquitectos: MUR Arquitectura
Consultor de fachadas: Ferrés Arquitectes
Consultor estructuras: DSM Arquitectes
PE interiorismo: MUR Arquitectura
Ingeniería de instalaciones: Colomer i Rifà
Fachadas:
- Construcción: Acieroid
- Perfilería: Metra
- Vidrio: Guardian