El Museo del Mañana de Río de Janeiro, con vidrio español de Guardian Glass, gana el Premio Mipim 2017
El Museu do Amanhã (Museo del Mañana), una de las obras emblemáticas de la ciudad de Río de Janeiro aprovechando la celebración de sus Juegos Olímpicos, ha conseguido el Premio Mipim 2017 al mejor edificio ‘verde’. El edificio, considerado como uno de los iconos culturales de los JJ OO, ha sido creado por la mano del arquitecto Santiago Calatrava y es el elemento clave en la revitalización de la zona portuaria situada en Port Maravilha, en la bahía de Río de Janeiro.
Su forma longilínea, en dos plantas, fue proyectada de tal manera que respetara y permitiera contemplar el conjunto arquitectónico del entorno, en especial el Monasterio de Sao Benito, una de las más importantes construcciones barrocas del país. El conjunto, del que el Museo del Mañana ahora forma parte, incluye el edificio A Noite (primer rascacielos de América Latina), la Pedra do Sal, el barrio de Gamboa, una de las cunas de samba, la histórica Fortaleza da Conceiçao y el Museo de Arte de Río (MAR). Todo ello forma un arco cultural que abraza una nueva plaza reformada. El área de cinco millones de metros cuadrados de Porto Maravilha es, ahora, un ejemplo de recuperación e integración urbanística.
El Museo del Mañana pretende reflejar el futuro desde un punto de vista científico y tecnológico y, según su arquitecto, Santiago Calatrava, la forma del edificio “es el resultado de un diálogo muy consistente, cuyo proceso artístico ha supuesto la creación de más de 600 acuarelas, para que el edificio se alíe con el objetivo de convertirse en el lugar en el que se instala un museo para el futuro, como una unidad educativa”.
Un diseño elegante y audaz
El Museo del Mañana se ha diseñado en armonía con el entorno. Con la inconfundible firma de Santiago Calatrava, el diseño es audaz pero respetuoso con el entorno, fuerte pero elegante. Su diseño ha sido pensado para crear en el visitante una experiencia única y despertar emociones a través de las formas del edificio, los materiales, la luz y el espacio que complementan las exposiciones del museo.
Algunos de los elementos distintivos del edificio están marcados por el uso del vidrio como envolvente ligera. Uno de ellos es la espectacular concha de vidrio que se abre como un ventanal sobre el frontal del museo; otro, la sucesión de ventanales triangulares acristalados con vidrio de alto rendimiento made in Spain de Guardian Glass.
Arquitectura distintiva
A través de la arquitectura, el museo busca explorar, pensar y proyectar las posibilidades de construcción del futuro. De este modo, el Museo del Mañana examina el pasado, presenta tendencias del presente y explora escenarios futuros, basándose en directrices de sostenibilidad y convivencia.
El Museo del Mañana ocupa 15.000 metros cuadrados y está rodeado por espejos de agua, jardines, una ciclovía y un área de ocio, en una superficie total de 34.600 metros cuadrados. “La idea es que el edificio fuera lo más etéreo posible, casi florando sobre el mar, como un barco, un pájaro o una planta”, explica Santiago Calatrava.
Para ello, se han utilizado de manera genial los materiales que configuran la arquitectura del siglo XXI: el hormigón, el metal y el vidrio. “Nuestra intención con este museo era crear algo que llevase al visitante a entender la época en que vivimos”, dijo la gerente general de Patrimonio y Cultura de la Fundación Roberto Marinho, Lucia Basto.
Con 338 metros de extensión, diseño osado y cubierta metálica de 3.810 toneladas, el museo exigió equipos de vanguardia en Brasil y la importación de la maquinaria necesaria para dar al hormigón, el principal material en la construcción, formas fluidas. La cubierta metálica, por su parte, avanza en grandes voladizos: 70 metros de longitud en dirección a la plaza y 65 metros sobre el espejo de agua orientado hacia la bahía. Existen 48 conjuntos móviles en forma de alas metálicas, donde están instaladas placas fotovoltaicas, que contribuyen, junto con otros elementos, como la utilización del agua, a dotar al edificio de la máxima eficiencia energética.
El vidrio como un elemento clave del proyecto
Por último, pero no menos significativo, el proyecto privilegia la entrada de luz natural, con cancelería de vidrio en las fachadas y cancelería de estructuras triangulares en los laterales. En consonancia, el vidrio es un elemento clave en los acabados del Museo del Mañana. El deseo del arquitecto era obtener la mayor luminosidad posible y procurar una sensación de amplitud en los espacios interiores. Para ello, se eligió el vidrio de la gama SunGuard de la empresa Guardian, única marca que, para este proyecto, fue suministrada y procesada por Tvitec. En concreto, SunGuard Solar Neutral 67, el vidrio más transparente de la gama SunGuard Solar, gama que contiene vidrios de diferente estética y control solar perfectos para climas cálidos. Dicho vidrio fue templado y laminado con combinaciones que alcanzan los 24 mm de espesor. Además, las piezas incorporan un pequeño serigrafiado de color oscuro en la cara interior de cada unidad, contribuyendo así a los requerimientos estéticos del edificio. En total, Tvitec procesó más de 750 piezas de vidrio de formas irregulares y de tamaños que alcanzan los 3x4 metros.
SunGuard Solar, además de cumplir los requerimientos de transparencia deseados por el estudio de arquitectura, contribuye a aportar confort y mejorar la eficiencia energética del edificio.
En total fueron instalados en la obra más de 3.000 metros cuadrados de vidrio de alto rendimiento. Además del mencionado vidrio de control solar, y siguiendo el diseño de Santiago Calatrava, se instalaron en la cubierta paneles fotovoltaicos. Materiales que junto con otros seleccionados según criterios medioambientales, han permitido la obtención por parte del museo de la certificación LEED (Leadership in Energy and Enviromental Design), referencia mundial de certificación para prácticas sostenibles. Una de las preocupaciones de la Fundación Roberto Marinho es difundir las prácticas de la construcción verde, basada en criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social, y el museo cumple plenamente estas directrices.