"El mayor reto al que nos enfrentamos los operadores logísticos intermodales es la subida del incremento de los costes de la energía"
Entrevista a Pablo García, director general de Synergy
Las empresas de la logística y el transporte afrontan 2023 con incertidumbre frente al panorama internacional actual. A pesar de ello, son optimistas, y coinciden en que sostenibilidad, optimización de rutas y procesos, digitalización e intermodalidad son algunos de los grandes retos a afrontar. Para tratar este tema, hemos hablado con Pablo García, director general de Synergy.
Como compañía, ¿qué objetivos se han fijado para el 2023?
El presente ejercicio lo entendemos como el año en el que consolidemos todos los proyectos puestos en marcha en 2022: nuestro servicio de reefers en Noain, donde nos gustaría ofrecer una frecuencia de tres trenes a la semana, y el afianzamiento de las terminales de Agoncillo y Villafría donde cada vez encontramos una mayor aceptación por el servicio intermodal.
Sabemos que nos enfrentamos a una situación a nivel global complicada, con una bajada de volumen del mercado en los últimos meses. A pesar de ello, estamos trabajando para mantener los servicios actuales a nuestros clientes.
¿Algún reto que afrontar este año?
El mayor reto al que nos enfrentamos los operadores logísticos intermodales es la subida del incremento de los costes de la energía que nos han hecho perder competitividad ya que nos hemos visto obligados a aumentar los precios del tren. Esto provoca que tengamos que trabajar continuamente para mantener precios atractivos, a la vez que seguimos siendo una opción respetuosa con el medioambiente.
A grandes rasgos, ¿qué novedades presentarán al mercado en este ejercicio?
Trabajamos para poner en marcha un nuevo corredor ferroviario a nivel internacional que uniría Barcelona con el sur de Francia. Nuestra intención es que este proyecto se pueda convertir en una realidad incluso antes del comienzo del verano.
Todo ello, a pesar de que nuestro objetivo de entrar en el mercado de Francia se complica todavía más con las actuales condiciones ferroviarias, ya que en España seguimos sin tener ayudas al transporte por ferrocarril, pero en Francia y el resto de los países de Europa, las ayudas e incentivos se han reforzado todavía más tras los aumentos de coste de la energía.