Acuerdo de colaboración entre AMETIC y la FEMP
AMETIC (Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones y Contenidos Digitales) y la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) han firmado un acuerdo de colaboración en virtud del cual, desarrollarán actuaciones conjuntas para el impulso y desarrollo de la transformación digital en las entidades locales y especialmente en el ámbito rural.
Entre los objetivos del acuerdo se encuentra promover el desarrollo y dotación de las infraestructuras básicas de telecomunicaciones en el ámbito rural y colaborar en la adaptación de las entidades locales a la administración electrónica.
Pedro Mier, presidente de AMETIC, y Juan Ávila Francés, secretario general de la FEMP, firmantes de acuerdo, han coincidido en que “la transformación de estos territorios propiciará una mayor calidad de vida a sus ciudadanos, al tiempo que los convertirá en entornos más atractivos para la inversión, generadores de empleo y crecimiento económico”.
La idea que subyace en esta colaboración entre las dos entidades es equiparar en desarrollo digital a los pequeños y medianos municipios con las grandes ciudades, haciendo efectivo el derecho de sus habitantes a relacionarse electrónicamente con sus ayuntamientos. En este sentido, se pretende dotar de infraestructuras y medios técnicos a las Entidades Locales para que puedan desarrollarse digitalmente.
Juan Ávila Francés, secretario general de la FEMP (a la izquierda de la imagen), y Pedro Mier, presidente de AMETIC, firmantes de acuerdo..
Falta de infraestructuras básicas
Uno de los principales obstáculos con que se encuentran las entidades locales para su efectivo desarrollo, es la escasa penetración de las TIC y las nuevas tecnologías. A pesar de que la brecha digital entre zonas urbanas y rurales ha disminuido en algunos aspectos como la telefonía móvil, se mantiene e inclusive aumenta en otros capítulos como es el acceso a internet. La falta de estas infraestructuras básicas, limita posteriormente el desarrollo de tecnologías aplicables a la prestación de servicios y a la dotación de soluciones inteligentes. Por ello, el primer paso que se debe dar para fomentar la sociedad de la información, es mediante el impulso de la oferta y disponibilidad de infraestructuras en estas zonas y en donde las Diputaciones deben jugar un papel esencial como vertebradoras del territorio.
Existencia de zonas blancas
Siguen existiendo zonas rurales que se consideran zonas blancas de banda ancha de nueva generación, donde todavía no hay acceso a Internet Wifi e Internet móvil, ni previsiones para su dotación en base a planes de inversión creíbles. En este sentido, ambas partes consideran necesario trabajar para paliar la brecha tecnológica existente entre las grandes ciudades de nuestro país y las poblaciones medianas y pequeñas.
Desarrollo de las smart cities
La mayor parte de beneficiarios del PNCI (Plan Nacional de Ciudades Inteligentes) y de las convocatorias DUSI (Desarrollo Urbano Sostenible Integrado) han sido las poblaciones mayores a 50.000 habitantes, habiendo quedado relegadas las menores de 20.000 habitantes. AMETIC y la FEMP coinciden en que “hay que hacer un esfuerzo en promover el desarrollo de estas Entidades Locales, que por su tamaño además tienen unas necesidades distintas a las de las grandes ciudades”.
Desde la FEMP se subraya la preocupación y el interés de los pequeños y medianos municipios por modernizarse, profundizando especialmente en el fomento de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Ambas partes entienden que la transformación de estos territorios contribuirá a una mejor calidad de vida y a contar con entornos que sean más interesantes y atractivos para la inversión, derivando en crecimiento económico y generación de empleo.
Asimismo, existe coincidencia en la innegable importancia que está teniendo el desarrollo de las smart cities, que suponen un motor fundamental para la innovación y el conocimiento, apoyadas en las TIC como elemento vertebrador. Las mismas promueven la gestión eficiente de las infraestructuras y los servicios urbanos, hacen más eficiente el gasto público, y mejoran la calidad de los servicios al ciudadano. Por ello, ambas partes coinciden en la necesidad de trabajar intensamente para extender esta realidad y los beneficios de la innovación tecnológica a las zonas rurales y toda la población.
Un área básica de colaboración debe ser la extensión de las tecnologías a través de la puesta en marcha de experiencias piloto adaptadas a cada tipología de municipio, extrapolables a otros ayuntamientos y territorios, que de manera integral muestre sus beneficios reales.