La tendencia en las empresas es elegir soluciones híbridas

Cuando alguien se pregunta por Cloud Computing es como si se preguntara hace años que era una Web 2.0. Ahora mismo los ingenieros y comerciales lo traducimos como partes de lo que engloba: computación en la nube, servicios en la nube, informática en la nube y demás traducciones. Todas ellas las damos al concepto de centralizar en un conjunto de equipos hardware que deben estar actualizados, mantenidos, conectados y mejorados (a nivel de componentes) incluyendo todos nuestros servicios y posibles usos que antes hacíamos con un ordenador en modo local. Las ventajas que nos aporta son múltiples. Desde las posibilidades de cálculo de un conjunto de ordenadores hasta el de disponer en todo momento de capacidad contratada y ampliable para almacenar nuestro repositorio documental o de datos, también conocido como IaaS - Infrastructure as a Service.

Las grandes corporaciones ya nos están encaminando a sus usos, sobre todo si pensamos en Gsuite (Google), Office 365 (Microsoft), iWork junto con iCloud (Apple), o incluso herramientas open-source combinadas con rollApp y un cloud a modo de disco duro para guardar los trabajos o resultados. El uso de servicios, dentro del concepto SaaS – Software as a Service, es el que mejor rendimiento está sacando al concepto de cloud computing, ya que gracias a él, estamos usando la mayoría de herramientas en su conjunto por un precio ajustado mensual. Al mismo tiempo se crea una dependencia de las compañías con todo el conjunto de servicios albergados en una sola plataforma Paas – Platform as a Service.

El cloud computing en este caso, es elegido por los vendedores como un modelo donde añadir y mejorar todos sus productos mediante suscripción anual o mensual. Este volumen de usuarios hace que crezca la dependencia con su cloud, así como la dificultad de cambio de una estructura a otra. Como es de esperar, no hablamos sólo de los clouds más comerciales para usuario/empresa, si no que se hacen previsiones de cuantos clouds existirán dentro de unos años.

Albert Domingo, PhD, Ingeniero de Telecomunicación Telecos.cat enumera las ventajas de la nube y cuándo su uso cobra más sentido.

El cloud computing como parte de infraestructuras y recursos nos hace pensar en grandes nombres que dirigen grandes centros de datos y recursos. Los seis top en este momento son, por orden: Amazon, Microsoft, IBM, Alphabet (Google), Salesforce y Oracle. Otras compañías que están intentando entrar en este elenco son Adobe y SAP, que ven también en el cloud computing una oportunidad de negocio en la que crecer. Recordemos que este 2017 el CEO rotativo de Huawei dijo que la tendencia del cloud como infraestructura sería el de ser unificado en pocos centros, cosa que según sus estimaciones dejará cinco grandes clouds a nivel mundial en muy pocos años.

Pero, en España, ¿nuestra pyme o gran empresa está ya preparada? Desde hace tiempo observamos que las grandes empresas ya han adoptado sus soluciones, muchas veces usando soluciones híbridas que pasan por disponer de parte en local y parte en el cloud. De esta manera se evita cargar los documentos más confidenciales ya que el problema de seguridad es uno de los que más nos preocupa. Por otro lado se valora que permitan la movilidad del usuario sin la necesidad de llevar consigo todos los documentos y programas que pueda necesitar.

Cuando cobra más sentido todo el uso del cloud computing es para realizar grandes tareas de análisis ejecutadas en muy poco tiempo. La necesidad de usar big data por parte de todo tipo de empresas de forma puntual y con independencia de los requerimientos de computación y espacio hacen que sea ya no una posible necesidad, si no que se vuelva un servicio imprescindible.

Ejemplo claro de ello es el análisis de datos de una compañía que podría disponer de un cloud dedicado pero que requiere cruzar datos de las diferentes plataformas sociales (Twitter, Facebook, LinkedIn, etc.) durante un evento de dos días en una ciudad para obtener indicadores de valor. En ese momento es cuando las empresas se dan cuenta que no pueden albergar toda esa información, ni incluso analizarla, ya que el volcado de datos de una ciudad durante dos días, o incluso unas horas, hacen que el coste y tiempo previstos sean mejor ejecutados en un entorno de cloud computing.

La asignatura pendiente continuará siendo la seguridad y confianza en estas soluciones. Por ello las soluciones deben ser estudiadas previamente, así como las posibilidades de crecimientos para establecer la arquitectura adecuada y los servicios necesarios. Del mismo modo, será un requerimiento el conocer el esfuerzo de cambio de plataformas para no quedarse atado a una solución (licencias, formato de datos, velocidades de acceso, etc.). Por otro lado, el cloud computing responde a una muy buena solución en tiempo y costes para pymes que podrán ofrecer servicios y soluciones de manera ágil y competitiva.