El futuro de la movilidad es la conexión
José Sepúlveda, vicerrector de Tecnología y Transformación Digital de la Universidad Internacional de Valencia (VIU)
19/03/2024Primero, la proliferación insostenible de vehículos agudiza la congestión, creando un ciclo vicioso de tráfico que se intensifica a pesar del crecimiento en infraestructuras. Segundo, la descoordinación y discontinuidad en el flujo, que produce una ralentización de la velocidad de los procesos, afectando directamente a la eficiencia económica, la productividad y el crecimiento. Tercero, el efecto de este modelo fragmentado e incoherente con el ser humano, que se traduce en horas perdidas en atascos, incremento del estrés y menoscabo de la calidad de vida.
La única solución a este límite es la hiperconectividad coordinada, una integración sistémica que debe rediseñar nuestros ecosistemas urbanos, entrelazando la innovación tecnológica, la regulación y las necesidades humanas. El debate sobre la movilidad sostenible está llamado a superar los enfoques tradicionales, promoviendo una conversación integral que defienda no sólo la eficiencia y la innovación, sino que también priorice la accesibilidad, la seguridad y el compromiso con el medio ambiente.
La solución a esta compleja conversación se basa en tres pilares fundamentales: la colaboración intersectorial, la economía compartida y las soluciones de pago integradas, y por último, la implementación de soluciones tecnológicas avanzadas. Estos pilares estratégicos configuran la base para un sistema de movilidad renovado y eficiente, destinado a mejorar la calidad de vida y responder de manera integral a las exigencias de nuestro tiempo.
José Sepúlveda es el vicerrector de Tecnología y Transformación Digital de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).
Cooperación multidisciplinar
El primer pilar fundamental para abordar los desafíos de movilidad urbana se centra en la colaboración y sinergia entre diversos sectores. Esta cooperación multidisciplinar, que supera las convenciones tradicionales, promueve una estrategia unificada y holística. En el contexto actual, la innovación emerge de la interacción dinámica entre compañías, emprendedores, legisladores y ciudadanía, donde cada participante contribuye con perspectivas y soluciones distintivas. Esta unión crea un ambiente propicio para desarrollar políticas y tecnologías enfocadas en la seguridad, accesibilidad y sustentabilidad, transformando obstáculos potenciales en impulsores del avance.
Dentro de esta estructura colaborativa, las directrices locales, nacionales e internacionales adquieren una relevancia crucial, modelando el diálogo sobre una movilidad sostenible. Es imperativo que la configuración de la legislación y las políticas de movilidad, tanto a nivel local como global, se conviertan en el vehículo de la transformación. La implementación de soluciones basadas en energías limpias, el respaldo al desarrollo de infraestructuras innovadoras y el estímulo a la adopción de prácticas vanguardistas deben ser armonizadas. La legislación debe de ser una herramienta de promoción del emprendimiento y la innovación tecnológica un vehículo para la implementación y adopción de nuevas soluciones de movilidad.
El papel de la movilidad compartida
El segundo pilar esencial en nuestra estrategia de rediseño de la movilidad es la economía compartida, acompañada de soluciones de pago integradas. Este modelo revoluciona las tradicionales nociones de propiedad y utilidad, mediante servicios de movilidad compartida sustentados en plataformas digitales avanzadas. Estas iniciativas facilitan un entorno en el que el acceso tiene prioridad sobre la posesión, contribuyendo así a la reducción de la necesidad de vehículos personales y, consecuentemente, al alivio del caos urbano. Esta transformación va más allá del transporte de personas y entra en la creación de centros logísticos en los que las compañías comparten recursos para reducir el impacto en los desplazamientos.
Complementariamente, la implementación de sistemas de pago unificados posibilita una experiencia de viaje fluida y coherente a través de diversos medios de transporte, superando los obstáculos actuales que fragmentan nuestro tránsito diario.
En definitiva, la integración de la conectividad con la economía compartida no se limita a redefinir nuestros medios de desplazamiento; en realidad, está reformulando los pilares de nuestra convivencia, marcando la ruta hacia un futuro global más armónico, sostenible e inclusivo.
La tecnología como catalizador
El tercer pilar clave para transformar la movilidad urbana radica en la aplicación estratégica de la tecnología, que actúa como catalizador para materializar políticas de movilidad, la economía compartida y soluciones de pago integradas. En este nuevo contexto, la tecnología no sólo facilita, sino que define la movilidad hiperconectada como una experiencia sin fisuras y altamente coordinada.
Esta visión de la movilidad, sustentada en la integración de datos en tiempo real y análisis predictivo, no es una ilusión, sino una realidad alcanzable que supera la congestión y mejora la eficiencia de nuestros desplazamientos urbanos. El enfoque se desplaza desde la simple acumulación de vehículos y la ampliación de infraestructuras hacia la creación de una red global de soluciones interconectadas, donde la tecnología actúa como el principal medio de optimización y comunicación entre los diferentes componentes del sistema de transporte. Este cambio de paradigma reconoce que la tecnología permite la creación de un standard, una lingua franca de los sistemas de transporte en todo el mundo, creando un diálogo global de movimiento donde vehículos, sistemas de transporte público, centros logísticos, municipios y soluciones de pago hablan un lenguaje común de eficiencia y seguridad.
La implementación de sistemas de estacionamiento inteligentes y la optimización de los centros logísticos representan puntos clave en esta transformación, facilitando los desplazamientos y reduciendo la congestión urbana. Por otro lado, la expansión de las redes de transporte público sin fisuras abarca desde los ámbitos locales hasta los internacionales, estableciendo un sistema de movilidad global donde los viajes se convierten en transiciones continuas.
Una estrategia colectiva y sostenible
En este nuevo modelo de movilidad, la tecnología y la cooperación se fusionan para fomentar la integración, reemplazando los esfuerzos fragmentados por una estrategia colectiva y sostenible, accesible para toda la sociedad.
Al entrelazar los hilos de nuestro discurso, emerge una visión para el futuro de la movilidad, profundamente entrelazada con el tejido de la tecnología, pero firmemente arraigada en los principios de eficiencia, sostenibilidad e inclusividad. Este futuro no es un sueño lejano, sino una realidad inminente, moldeada por la marea implacable de la innovación y la voluntad colectiva de la sociedad.
Estas ideas y aspiraciones para un futuro de movilidad integrada e inteligente, nos llaman a la acción. Nos instan a repensar, innovar y colaborar. Al hacerlo, abordaremos los complejos desafíos del transporte moderno, y reafirmaremos nuestro compromiso con la experiencia humana, asegurando que la movilidad siga siendo un pilar de nuestra prosperidad y bienestar compartidos.