Videovigilancia y protección de datos en el espacio público ¿una contradicción o no?
Jürgen Seiler, gerente de davidiT, filial de consultoría de Dallmeier electronic
14/04/2023Integración y participación
Concepto clave “protección de datos”: en proyectos de vídeo en el espacio público se observa una y otra vez, que los supervisores de protección de datos son percibidos como “adversarios” y excluidos del proceso de toma de decisiones durante mucho tiempo por temor a una eventual oposición. Sin embargo, el delegado de protección de datos o la autoridad supervisora competente de protección de datos, tanto a nivel municipal como estatal, cumple una función importante en una sociedad democrática. Cuanto antes se integre en el proyecto y la planificación, mejor se podrá comunicar “de igual a igual”.
¿Estamos hablando de lo mismo?
Para que los responsables de proyecto y supervisores de protección de datos hablen de “las mismas cosas”, ha demostrado ser útil recurrir a simulaciones 3D en proyectos de vídeo para espacios públicos de las que muchas veces disponen los fabricantes de tecnología de videoseguridad. Estas visualizaciones ilustrativas reproducen el área a vigilar –por ejemplo, una plaza pública en un centro urbano– como un “gemelo digital”. En este modelo, es posible simular con exactitud las ubicaciones, campos de visión y calidades de imagen de las cámaras individuales. Así, las personas involucradas en el proyecto pueden ver qué calidad de imagen proporcionan las cámaras en cada zona del área a captar. Las calidades de resolución a su vez se definen en la norma DIN EN 62676-4 para sistemas de videovigilancia. Esta distingue entre varias calidades de imagen para diferentes fines. En el campo de la videoobservación o videovigilancia en el espacio público, se requiere generalmente una densidad de píxeles de 250 píxeles por metro (px/m), lo que casi siempre es suficiente para poder identificar inequívocamente a los autores ante los tribunales.
Además, el modelo 3D muestra dónde se generan datos personales o referibles a personas y si las cámaras han de ser posicionadas de otra manera para que los responsables puedan manejarlas de acuerdo con las regulaciones de protección de datos. Al mismo tiempo, es posible planificar el uso de medidas adicionales de protección de datos. Estos incluyen la pixelación y ennegrecimiento de entradas a edificios residenciales y comerciales, el almacenamiento de las imágenes durante un tiempo limitado o derechos de acceso especiales, por ejemplo, para empresas de transporte público como usuarios secundarios del sistema de vídeo teniendo sólo acceso a las imágenes de vista general de las cámaras.
Sin seguridad de datos no hay protección de datos
No obstante, junto a las medidas de protección de datos técnicas y organizativas, no se debe ignorar la protección de los datos en sí, por ejemplo, la protección contra el acceso no autorizado o la pérdida. Por ello, el RGPD fija el aspecto de la seguridad de datos en el artículo 32 “Seguridad del tratamiento” con el requisito de “seguridad desde el diseño”. Dado que los sistemas de vídeo son repetidamente objetivo de ciberataques con los que los hackers o filtran grabaciones de vídeo u obtienen acceso a redes de empresas u organizaciones, deben emplearse exclusivamente soluciones de vídeo que estén dotadas de funciones de seguridad adecuadas. Entre ellas están la separación física de la red cooperativa y la de vídeo, un cifrado end-to-end activable, la imposición de contraseñas fuertes o procedimientos seguros para la autenticación de red. A la vista de la situación geopolítica, se pone de manifiesto que cada vez más ciudades y municipios optan por sistemas de vídeo desarrollados y fabricados en Alemania o Europa bajo las condiciones de un estado democrático y de derecho.
Listas de verificación útiles y buenas prácticas
Con el fin de apoyar a las empresas y organismos públicos en la orientación jurídica, autoridades oficiales de protección de datos, como la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) o el Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD), ofrecen en sus páginas web guías y directrices útiles para el uso de sistemas de videoseguridad. También puede merecer la pena solicitar a fabricantes y proveedores de tecnología de videoseguridad por más información o guías para proyectos de vídeo en espacios públicos.
Conclusión: un tema complejo, pero manejable
La protección de datos es, seguramente, tan antigua como la tecnología de vídeo misma. Pero con cámaras de alta resolución, leyes diferentes y las actuales jurisprudencias, el ámbito temático de la videovigilancia en el espacio público es tal vez más complejo que nunca. Mediante simulaciones 3D de proyectos útiles, tecnologías innovadoras y la aplicación de buenas prácticas, la complejidad del tema puede, en general, manejarse bien. De este modo, la seguridad de cada individuo y la protección de datos o el derecho a la autodeterminación informativa en el espacio público pueden compatibilizarse.