Medio ambiente y garantías de calidad, camino de la sostenibilidad

El hormigón, mezcla de cemento, áridos y agua en sus justas proporciones, es un material muy presente en nuestra vida cotidiana. Tanto es así que, en los últimos diez años, se han producido más de 200 millones de metros cúbicos de hormigón preparado. Construcción de viviendas, edificios públicos, infraestructuras de transporte, mobiliario urbano o incluso aplicaciones de interiorismo son algunas de las utilidades que tiene este material de construcción. La resistencia y la durabilidad son dos características intrínsecas del hormigón, pero ¿son suficientes para garantizar la sostenibilidad del sector? Lo cierto es que desde que su producción se vio afectada por la crisis económica, no acaba de recuperarse.

La producción de hormigón preparado en España alcanzó en el tercer trimestre de 2019 los 5,9 millones de metros cúbicos, lo que representa un crecimiento del 4,2% frente al mismo periodo del año anterior, dejando el crecimiento acumulado en el 9,7%. Sin embargo, aunque estos últimos datos de producción muestren un crecimiento del sector, si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior, las tasas empiezan a evidenciar una ralentización de la producción.

En este contexto, y como viene siendo habitual en los últimos años, la iniciativa privada es la que ha sostenido la demanda de hormigón, concretamente, la edificación residencial y no residencial en las principales zonas productoras de España: Madrid, Barcelona, País Vasco… Pero, en lo concerniente a la obra pública, el sector sigue necesitando un impulso mayor. El desarrollo de un plan de acción, que sirva para reactivar la demanda, con medidas que estimulen la obra pública, mantengan la inversión privada y diversifiquen las aplicaciones del hormigón, se hace realmente necesario después de ver estas últimas estadísticas.

Desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop), tenemos el objetivo de impulsar el sector del hormigón para alcanzar una producción sostenible que garantice el buen desarrollo de esta industria, genere empleo estable y permita invertir en mejoras de plantas. Por ello, hemos puesto en marcha una serie de proyectos o acciones, que no pretenden otra cosa, sino mejorar la competitividad del hormigón.

La creación de una declaración ambiental de producto sectorial del hormigón con el fin de destacar sus ventajas ambientales, que pondrá en valor su reducida huella ambiental. Esto significará dar un paso más en la defensa activa del sector, ya que la obtención de un documento normalizado supondrá un baremo para la mejora continua de los procesos de fabricación, así como la promoción del hormigón como elemento idóneo para una edificación sostenible.

Y en línea con la mejora de los procesos, desde 2019 la Asociación lleva trabajando por la implantación de políticas que aporten mayores garantías a clientes y usuarios, como el Real Decreto 163/2019 por el que se aprueba la Instrucción Técnica para la realización del control de producción de los hormigones fabricados en central. Esfuerzo que está empezando a dar sus frutos con la entrega, a uno de nuestros asociados, del primer certificado, de carácter obligatorio para todas las empresas fabricantes de hormigón a partir del 1 de abril de 2021.

Por un lado, el Real Decreto establece las garantías necesarias durante la fabricación para asegurar la calidad y seguridad industrial del hormigón preparado. De hecho, muchas de las exigencias que impone están ya reflejadas en la Instrucción EHE-08, y otras se han introducido en el Código Estructural de próxima publicación. Anefhop, desde hace tiempo, tiene en cuenta la mayoría de ellas en su distintivo de calidad Hormigón Expert, de obligado cumplimiento para todos sus asociados.

Por otro lado, esta nueva norma, estructura todas las especificaciones y exigencias en un sistema de control de producción, que abarca la selección de materias primas, la dosificación, el control de producción y el suministro; otorgando fiabilidad al fabricante que supere las auditorías de supervisión periódica externa mediante el certificado de cumplimiento de la ITCP, que expedirán los Organismos de Control acreditados por ENAC para este fin concreto.

Dado su carácter obligatorio, este certificado deberá ser entregado a todos los clientes previo al comienzo del suministro de cualquier obra. De no incluirse en la documentación previa, el cliente de la central de hormigón deberá exigirlo, tal y como reglamentan tanto la Instrucción EHE-08 como el próximo Código Estructural. Por tanto, ningún fabricante de hormigón sin certificado podrá suministrar hormigón legalmente, lo que potenciará la calidad, seguridad y durabilidad de las obras.

Teniendo en cuenta todos los factores externos al sector, y sobre los que no podemos incidir directamente, resulta muy complicado aventurar cuál será la senda de futuro para el hormigón en los próximos años. Sin embargo, de lo que sí estamos seguros es de que, si permanecemos unidos, y apostamos por todas estas medidas, que no tienen otro objetivo más que el de elevar la calidad de nuestro producto así como mejorar la posición del propio sector, habremos dado un paso más para alcanzar la excelencia y la estabilidad.