Seguridad alimentaria

La monitorización ambiental implica observar todos los aspectos del entorno de producción para poder controlar el riesgo y establecer estándares para mantener las condiciones sanitarias en todo el proceso.

Además, incluye la obtención y el seguimiento de datos para determinar si se están cumpliendo los estándares de monitorización ambientales e higiénicos.

Cada empresa alimentaria puede seguir una estrategia diferente para la monitorización ambiental. Como parte de esta estrategia, se pueden elegir los componentes que deben ser monitorizados en cada caso:

• Fuentes potenciales de contaminación: materias primas, ingredientes, agua, suministros, equipos de procesamiento, etc.
• Condiciones o factores que podrían fomentar el crecimiento de microorganismos: transporte, diseño del equipo, efectos climáticos como la temperatura o la humedad.
• Lugares donde los microorganismos pueden colonizar: suelo, paredes, dispositivos de iluminación, equipos de fabricación y áreas de entrega.
• Factores relacionados con el personal: higiene personal, ropa, zonas de acumulación de gente, etc. Se deben tener en cuenta los patrones de contaminación cruzada, ya que los empleados pueden ser un foco importante de transferencia y propagación de microorganismos.

La limpieza es una de las acciones necesarias que se debe llevar a cabo para garantizar condiciones higiénicas a la hora de producir productos seguros. De la misma manera que se monitoriza y se mantiene un equipo para que pueda seguir funcionando de manera eficiente, se debe también controlar la eficacia de los procedimientos de limpieza.

La monitorización de la higiene ayuda a verificar que el proceso de limpieza se está llevando a cabo de manera adecuada y, además, permite identificar áreas problemáticas para mejorar el proceso.

Hay 3 enfoques establecidos y reconocidos que se pueden utilizar para el control de la higiene:

• Inspección visual: proporciona rápidamente una visión general de la eficacia de los procesos de limpieza. Sin embargo, tiene la limitación de que los microorganismos no se pueden ver a simple vista. Además, puede haber superficies del equipo de producción que no se pueden inspeccionar visualmente pero que podrían estar contaminadas. La inspección visual puede utilizarse como precursor de los análisis microbiológicos y de ATP.
• Análisis microbiológicos: permiten obtener un recuento de los microorganismos que pueden causar contaminación de los alimentos. Sin embargo, también tienen algunas limitaciones, ya que las muestras se deben analizar en un laboratorio y eso implica que no se pueden obtener resultados inmediatos. Durante los días que tarda el análisis, los alimentos se pueden almacenar, lo cual podría reducir la vida útil y las ventas, o bien pueden seguir el proceso, lo cual podría implicar la retirada del mercado en el caso que se encuentre contaminación en esas muestras.
• Prueba de ATP: método ampliamente aceptado y eficaz que proporciona resultados de forma rápida y sencilla. Mide el ATP de microorganismos y residuos. De esta manera, se puede ver inmediatamente si la limpieza ha sido eficaz y si se puede iniciar la fabricación o, en caso contrario, si se tiene que repetir el proceso de limpieza para reducir la contaminación potencial.

Los sistemas de control y gestión de higiene utilizan datos generados a partir de análisis microbiológicos, de ATP u otros, para determinar si la limpieza ha sido efectiva y se puede iniciar el proceso de fabricación de los alimentos.

Además, pueden ayudar a crear y gestionar planes de muestreo y así automatizar el proceso manual de recopilación, organización y gestión de datos. De esta manera, se pueden identificar inmediatamente las tendencias, las áreas problemáticas y las áreas potenciales de mejora. Por otro lado, también se pueden utilizar para establecer pautas de desempeño inicial para crear un punto de partida para la mejora continua.

El uso de datos precisos de un sistema de control y gestión de higiene ayudará a determinar si se está cumpliendo con los umbrales y estándares que se han establecido como parte del programa de control ambiental.

Desde Bioser, como líderes en soluciones para verificar la higiene, ponemos a tu disposición aún más facilidades para llevar a cabo el proceso de monitorización de la higiene: desde laminocultivos o medios de cultivo para llevar a cabo los análisis microbiológicos, hasta el sistema de monitorización de higiene por determinación de ATP, el Luminómetro 3M Clean-Trace junto con los reactivos, el software y un servicio de acompañamiento que te proporcionará asesoramiento en planes de muestreo, soporte en la instalación y configuración del software, y formación en análisis de informes.

El Luminómetro 3M Clean-Trace es fácil de usar, proporciona resultados inmediatos y tiene un diseño flexible y ergonómico. Gracias a su rendimiento mejorado y la tecnología de vanguardia, permite realizar análisis de manera rápida y fiable para reducir tiempos de espera y costes. Con el luminómetro 3M Clean-Trace podemos saber rápidamente si el proceso de limpieza ha sido eficaz y, si es así, seguir con la fabricación. Estas características han hecho de este equipo, una herramienta ampliamente utilizada en la industria.

La monitorización ambiental y la monitorización de la higiene son métodos que mitigan el riesgo potencial de producir alimentos o bebidas no seguros. La monitorización de la higiene, concretamente, ayuda a verificar que se está llevando a cabo el proceso de limpieza de manera efectiva para así poder tener confianza en la toma de decisiones a la hora de iniciar la fabricación de alimentos. Y para ello es importante disponer de herramientas como el luminómetro 3M Clean-Trace.

Monitoriza todos tus procesos para garantizar la seguridad de tus productos y evitar consecuencias negativas para tu empresa.