Innovación, cooperación y talento joven: las claves para que la automatización europea brille con luz propia
¿Qué papel desempeña la innovación en la industria de la automatización europea? ¿Qué desafíos enfrentamos para mantenernos competitivos frente a potencias como Estados Unidos y China? ¿Por qué las nuevas generaciones aún no se han subido al tren de la robótica? Estas preguntas marcaron el eje de discusión en el 6º Summit de AER Automation, que reunió a cinco destacadas líderes del sector automotriz y tecnológico en la mesa redonda ‘Mejorando la competitividad de la industria gallega a través de la innovación de impacto’, moderada por Mar Masulli, CEO de BitMetrics.
“La innovación es uno de los pilares que debe mover a Europa en su travesía hacia el futuro”. Con estas palabras, Masulli abrió el debate para el resto de ponentes. Patricia Moreira, presidenta de la Confederación de Empresarios de la Automoción de Galicia (Ceaga), enfatizó que la innovación es esencial para el crecimiento económico y tecnológico de Europa: “Si queremos sobrevivir en un mercado global, debemos innovar”. Según Moreira, la innovación no solo se refiere a nuevos productos, sino también a la mejora de procesos. Señaló también que en un contexto de competitividad con otras regiones que pueden producir a menor costo, la única forma de sobresalir es ofrecer un “valor añadido” que haga a las empresas más competitivas y únicas.
Consuelo Domínguez, directora de la planta de GKN Driveline en Vigo, destacó que la inversión en innovación es esencial para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado y asegurar la supervivencia a largo plazo. Ana Paul, directora de innovación tecnológica de CTAG, resaltó el papel de los centros tecnológicos, destacando que son actores clave en la transferencia de tecnologías a las empresas, dado su estrecho vínculo con el ecosistema empresarial y de I+D+i. Por su parte, Josefina Alonso, directora de operaciones de Dihgigal, subrayó que la innovación no solo debe ser diferenciadora, sino también integradora, implicando tanto a las personas como a la industria y el medio ambiente.
Tendencias tecnológicas y estrategia compartida
Las nuevas tendencias que están marcando el desarrollo de la robótica y las prioridades para asegurar la competitividad de Europa, expuestas en el Informe Draghi, estructuraron otro de los ejes de la mesa redonda. La International Federation of Robotics ha reportado un récord de 3,9 millones de robots operativos en todo el mundo, reflejo de una demanda impulsada por avances tecnológicos significativos. Entre las tendencias más destacadas, se encuentran:
- Inteligencia artificial y machine learning: Tecnologías clave que otorgan flexibilidad y reducen costos, haciendo la robótica más adaptable y eficiente.
- Colaboración humano-robot: Avances en seguridad y nuevas interacciones, como control por voz o mímica, hacen posible un trabajo conjunto más seguro y productivo.
- Manipuladores móviles: La integración de brazos robóticos con vehículos autónomos expande las aplicaciones industriales gracias a su movilidad y versatilidad.
- Gemelos digitales: Réplicas virtuales de espacios físicos que optimizan procesos y diseños a través de simulaciones personalizadas, reduciendo errores y mejorando la eficiencia.
- Humanoides: Representan una frontera prometedora, con el potencial de transformar industrias si se superan barreras técnicas y económicas en la próxima década.
En paralelo, el Informe Draghi plantea una hoja de ruta para frenar el declive económico de la Unión Europea frente a otras potencias globales como China o Estados Unidos. Sus propuestas se centran en cuatro áreas clave:
- Estrategia compartida para la innovación: Es fundamental que los países europeos colaboren para maximizar el impacto de la innovación, superando barreras políticas y promoviendo inversiones conjuntas en formación y desarrollo tecnológico.
- Descarbonización y competitividad energética: Europa debe abordar su dependencia energética, especialmente en sectores clave como automoción y farmacéutica, para avanzar hacia fuentes de energía sostenibles y mejorar su competitividad.
- Movilización de inversiones: Se propone una inversión conjunta de 800 mil millones de euros anuales (aproximadamente el 5% del PIB europeo) para financiar iniciativas disruptivas que impulsen el crecimiento y la sostenibilidad.
- Pausa regulatoria: Se sugiere una pausa regulatoria en los sectores tecnológicos para permitir la adopción más ágil de nuevas tecnologías, evitando normativas excesivamente restrictivas.
Atraer al talento del mañana
La atracción de talento en un escenario cambiante fue también objeto de debate en la mesa redonda. En ella se señaló que hacerse con el interés de los jóvenes todavía es una asignatura pendiente por parte de la industria. Las participantes subrayaron la importancia de diseñar estrategias que conecten a las nuevas generaciones con las necesidades del sector, destacando el rol fundamental de programas educativos especializados y colaboraciones con universidades. Se requieren –coincidieron– iniciativas que buquen despertar vocaciones en las áreas Steam (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), asegurando el relevo generacional necesario para sustentar el avance industrial.
La colaboración como motor de innovación
También hubo consenso en el valor de la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación, ya que esta suma de esfuerzos no solo permite compartir conocimiento y recursos, sino que también facilita la implementación de innovaciones que serían inalcanzables de manera aislada.
El evento concluyó con una reflexión clara: la innovación es esencial no solo para garantizar la supervivencia ante dos gigantes como China y Estados Unidos, sino también para generar un impacto positivo en la sociedad. Las panelistas coincidieron en que la colaboración intersectorial, la apuesta por la innovación abierta y el desarrollo del talento joven serán factores decisivos para el éxito futuro de la industria europea.
Si se implementan las estrategias mencionadas, las empresas no solo se fortalecerán frente a la competencia global, sino que también contribuirán a posicionar a Europa como líder en la automoción, una industria transversal que también puede catapultar el resto de sectores de la economía.