Agustín J. Sáenz - Director Adjunto de Fatronik
Este compromiso con la I+D+i ha ido creciendo como ha ido creciendo el propio Fatronik. Así las nuevas tecnologías han ido pasando a lo largo de estos últimos 15 años de las propuestas a los proyectos de I+D y de éstos a los productos de las empresas; se han ido desarrollando proyectos, prototipos y nuevas líneas de producto que han permitido a nuestras empresas estar en los primeros puestos en cuanto a los avances de cada año o mejor dicho de cada EMO o cada BIEMH. De este modo se fueron implementando los primeros accionamientos de alta dinámica, los husillos de alta velocidad, los motores lineales, los cabezales de alta velocidad, los controles numéricos de altas prestaciones, los nuevos materiales, las primeras máquinas de cinemática paralela, los servicios inteligentes de mantenimiento y monitorización remota, las máquinas cada vez más precisas y fiables, máquinas con mayores prestaciones e incluso máquinas cada vez más ecológicas, máquinas ecodiseñadas y ecofuncionales.
Esta evolución en la concepción de la I+D+i no sólo se ha dado en el producto de las empresas, cada vez más el trabajo de desarrollo en cooperación juega un papel más importante. Así, hemos pasado de contratos aislados en temas muy concretos a grandes consorcios trabajando en cooperación, a convenios marco interanuales de relación estratégica de desarrollo de I+D+i entre Fatronik y sus clientes, hemos pasado de intentar participar como socios invitados en los primeros proyectos de I+D en consorcios europeos a liderar los proyectos más importantes en el ámbito de fabricación del último Programa Marco Europeo, a liderar la red de fabricación europea, en fin, a jugar en 'las fases finales de la Champions League de la I+D europeo'.
• La I+D+i es reconocido como una herramienta fundamental para la supervivencia y liderazgo del sector a nivel internacional y por lo tanto los recursos dedicados a ello son una inversión capital y no un gasto.
• La I+D+i no sólo afecta al producto sino a toda la empresa: productos, procesos internos, procesos externos con clientes y proveedores, gestión de servicios y nuevos modelos de negocio, etc.
• La I+D+i es difícil o cuanto menos muy poco eficiente si se realiza exclusivamente 'intramuros'. La colaboración con otros agentes del entramado empresarial es crucial. Centros tecnológicos, Universidades y otras empresas se convierten en 'socios estratégicos' de la empresa.
• La I+D+i del sector debe ir acompasado, coordinado y acorde al I+D+i de los sectores clientes. La incorporación de materiales no metálicos, de mayores exigencias de productividad y de nuevas concepciones de máquinas más adecuadas a los nuevos procesos de transformación de los materiales son comunes a sectores tan diversos como el de automoción, aeroespacial, energético, ferroviario o de las grandes piezas en torno a las conducciones petrolíferas. Sus nuevos productos y necesidades son los que definen las nuevas necesidades de maquinaria.
• La I+D+i del futuro exigirá arriesgar, cada vez más los desarrollos de I+D deben buscar el liderazgo de la empresa en el mercado. El grupo de líderes debe marcar tendencias y crear el futuro, aunque eso conlleve algún que otro fracaso intermedio. Cada vez más los errores se tendrán que ver como 'experiencias necesarias', como pasos necesarios para llegar al éxito y el éxito es seguir manteniendo al sector dentro de las posiciones de cabeza de la fabricación del futuro.