Grupo Agroisa refuerza su posición de referencia diversificando en otros sectores de actividad
“Estamos asistiendo a la etapa de crecimiento más importante que Agroisa ha conocido en nuestros primeros 25 años de existencia”. Con estas palabras Javier Cuberos, director operativo de Agroisa, comienza a explicar por qué 2017 podría ser un año clave para la firma y continúa: “Para la introducción de un nuevo lenguaje en el sector que acabaría con la sequía innovadora en el tratamiento poscosecha del fruto”.
El Consejo de Administración de la empresa decidió en los primeros meses del año la adquisición de participaciones de Inmecal y de Intecbío, a fin de engrosar la carta de servicios al sector con desarrollos avanzados para la generación de energía con los subproductos del olivar, y por una apuesta segura por el desarrollo de nuevos procesos y de nuevos productos para la olivicultura y la industria agroalimentaria en general.
Las iniciativas que se han desarrollado bajo el nuevo plan estratégico, iniciadas con la creación junto con otras once empresas del Clúster Agroalimentario Granadino Cinngra, y con su ingreso como asociado en Adesva (Centro Tecnológico de la Industria Agroalimentaria de Huelva), han llevado a la empresa a una posición preponderante por la innovación y por el desarrollo de productos avanzados que toma especial relevancia en el trabajo que están llevando a cabo en Cardiolive, Consorcio de empresas para la innovación financiados con fondos CDTI, y que ya ha tenido una especial difusión en el Simposium Científico Técnico de Expoliva 2017.
El principal exponente de esta apuesta por el cambio, según afirma su consejero delegado, “es la inversión de 1,5 millones de euros en los próximos meses, para la ampliación en infraestructuras y la instalación de nuevas líneas de proceso que reviertan, necesariamente, en una mayor capacidad productiva y una mejora cuantitativa en nuestros resultados objetivo”.