Un proyecto de Norman Foster gana el concurso de ampliación y reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao
El jurado para la elección del equipo de arquitectura que diseñará la ampliación del Museo de Bellas Artes de Bilbao ha escogido el proyecto con el lema ‘Agravitas’ presentado por la UTE Foster + Partners Ltd. + LM Uriarte Arkitektura S.L.P..
El fallo ha tenido lugar una vez finalizada la segunda fase de presentación de propuestas de las seis candidaturas finalistas, cumpliendo así con el calendario y procedimiento del concurso establecido a través del convenio de colaboración entre BBK, Patrono de Honor, y la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao.
![Vista del Proyecto ganador de la reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao Vista del Proyecto ganador de la reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao](https://img.interempresas.net/fotos/2015720.jpeg)
El jurado ha estimado por unanimidad que el proyecto ganador es el que mejor se ajusta a los objetivos prioritarios, como son dotar al museo de mayor espacio para extender la presentación de sus colecciones y promocionar sus programas de exposiciones, educación y difusión.
El proyecto ganador resolverá, además, la orientación urbana del museo, que hará nuevamente permeable la fachada del edificio antiguo hoy abierta a la Plaza Euskadi, y la nueva arquitectura ofrecerá un valor singular a la identidad de la institución.
El presupuesto máximo estimado por el museo para la ejecución del futuro contrato de ampliación y reforma del museo es de 18.658.200,00 € (IVA incluido).
Proyecto Agravitas
La idea conductora de la propuesta de Norman Foster y Luis María Uriarte es recuperar el protagonismo del edificio de 1945, restableciendo su entrada original. Sobre las instalaciones existentes se proyecta un espacio de dimensiones únicas que, de forma respetuosa, asienta sobre los edificios de 1945 y 1970, dotando al museo de 2.000 m2 de nuevas galerías en una única planta diáfana y flexible. Una galería óptima para cualquier comisario de arte.
La nueva intervención convierte la Plaza Arriaga en el nuevo corazón del eje vertebrador del museo, bañado por la luz del óculo que atraviesa la nueva galería, y se unificarán todas las cotas de la planta baja para dotar al museo de un plano accesible y de fácil orientación.
La intervención propuesta se caracteriza por una nueva pieza estriada para potenciar su esbeltez con un reducido número de apoyos que se ubican alejados de la huella de los edificios existentes.
La nueva estructura del museo aportará una sensación visual de ingravidez a los paseantes al estar suspendida por encima de los tejados del centro actual, a modo de una nave espacial, y sustentada por una serie de ligeros pivotes que tocan levemente el suelo que rodea a los actuales edificios. Esta estructura permitirá albergar una ´imponente galeríá de unos 2.000 metros cuadrados de espacio diáfano, con techos elevados en alturas de entre 5 y 8 metros y de gran luminosidad natural, que se convertirá en la nueva sala dedicada a las exposiciones temporales, liberando estos espacios en los edificios antiguos para otras actividades.
La propuesta, según ha destacado el jurado en su fallo, a través de su presidente y director del Museo, Miguel Zugaza, “respeta cuidadosamente” las instalaciones ya existentes y vuelve a dar protagonismo al edificio histórico.