Andimac estima que el año pasado se reformaron un millón y medio de viviendas, un 2,3% más
La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) estima que el año pasado se reformaron casi un millón y medio de viviendas en España, es decir, un 2,3% más que en 2016, debido al creciente envejecimiento del parque –que lo hace a un ritmo del 2% anual– y al incremento de las operaciones de compraventa de inmuebles.
De hecho, el año pasado se vendieron 532.367 viviendas, según datos del Ministerio de Fomento, de las que 481.969 fueron de segunda mano. Pues bien, teniendo en cuenta que el 70% de estos inmuebles pasa antes o después por una reforma, Andimac calcula que en 2017 sólo la compraventa de viviendas de segunda mano motivó la reforma de 337.378 viviendas, un 17,4% más que en 2016 y un 13,6% más que hace una década.
No obstante, las cifras de volumen de negocio se encuentran todavía muy alejadas de los niveles previos a la crisis, como consecuencia de que entre 2006 y 2015 -coincidiendo con el “derrumbe” del sector de la construcción- el desembolso de los españoles en mantenimiento del hogar se desplomó un 35%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el gasto de los hogares en materiales para la reforma y el mantenimiento.
Y es que entre ambos sectores existe una estrecha relación, puesto que hoy en día la reforma supone el 76% de la actividad constructora en viviendas, motivando que únicamente el 20% de los materiales se destinan a la vivienda nueva. De esta manera, Andimac augura que el volumen de negocio del sector de la reforma superará este año los 17.000 millones de euros, cuando en 2013 ni siquiera alcanzaba los 13.000 millones. Desde entonces, las compraventas de viviendas se han recuperado un 77%, mientras que el gasto medio de los españoles en materiales para la reforma ha remontado un 26%. Es decir, el número de transacciones de inmuebles ha crecido más del triple que el gasto medio de las familias en el mantenimiento y mejora de sus casas, lo que frena el despegue del sector de las reformas en España.
En cualquier caso, cada familia española, en términos medios, se gastó en 2017 en mantener sus casas 180 euros más que en 2013, año en el que la reforma empezó a recuperarse. Y ese dinero, según Andimac, fundamentalmente se destinó a la compra de materiales y equipamiento como las puertas, tarimas, sanitarios, grifería, muebles y accesorios de baño, electrodomésticos y muebles de cocina, que son los que más cambian los españoles en sus hogares.
Falta de cultura
La recuperación de la economía española, con crecimientos del PIB superiores al 3%, se espera que aliente la actividad del sector. Sin embargo, la mejora de la habitabilidad y el confort de sus hogares no se sitúa entre las prioridades de las familias en España, aunque el 80% de las viviendas en nuestro país se tienen en propiedad.
De hecho, Andimac recuerda que los españoles dedican al mantenimiento de sus viviendas el 1,5% de sus presupuestos, al tiempo que destinan más de un 5% a idéntico cometido en el coche. Y destaca que si las familias aumentasen sólo un 1% su gasto anual en reformas, los ingresos del sector de la reforma crecerían en 5.000 millones y se generarían empleos más estables y sostenidos en el tiempo, porque por cada puesto de trabajo en obra nueva se crean 1,5 en reformas.
Según Sebastián Molinero, secretario general de Andimac, “reformar no es gastar, sino invertir, ya que una vivienda reformada puede revalorizarse hasta un 20%. Es en la rehabilitación y reforma de los hogares donde el sector de la construcción puede encontrar su sostenibilidad”.