Andece celebra su Asamblea General con renovación de la Junta, de su presidente y analizando la situación actual y futura del sector en España
La Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado de Hormigón, Andece, celebró el pasado 21 de abril su Asamblea General en la cual se renovó la Junta Directiva para el periodo 2016–2020. Manuel Aguado Mediavilla fue reelegido presidente de la Asociación por unanimidad tras la reunión de constitución formal de dicha Junta. Al culminar la Asamblea de Andece, en la cual se repasaron los temas estatutarios preceptivos y donde la directora general, Sonia Fernández Ayala, estimó una facturación sectorial de 800 millones de euros en 2015 con unas perspectivas de crecimiento moderado (entre un 3 y un 5%), tuvo lugar una sesión de intervenciones donde se trataron cuatro interesantes temas.
El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, explicó el ‘Plan Crecimenta 20–30 de Oficemen’. Durante su intervención, Zaragoza destacó el importante papel de la industria del prefabricado de hormigón como solución constructiva para las necesidades del mercado español: edificios eficientes con contorno de hormigón, modernización de redes de saneamiento, utilización de vía en placa en red ferroviaria, urbanización y construcción con pavimentos de hormigón y sistemas de contención en carreteras.
La importancia de planificar para ser competitivos
En el tema de la vivienda, Aniceto Zaragoza comentó que, aunque no disponemos de los mismos metros cuadrados por vivienda que Alemania, hemos aumentado el porcentaje. A pesar de ello, recalcó la importancia de planificar pues, pese a todo lo que se ha conseguido en los últimos años, en España seguimos anclados en los planes del pasado.
“La política de otros países como Alemania sigue siendo continua. Nosotros tenemos que reconstruir el país, no nos tenemos que dejar engañar con la palabra mantenimiento. Hay muchas cosas que no están cubiertas. En el mundo del agua nos queda por hacer muchísimo. En el tema de carreteras nos encontramos como en los años 80: las carreteras no es que necesiten mantenimiento, sino reconstrucción. El ferrocarril se enfrenta en este momento a la decisión de desaparecer porque se necesita inversión: o se invierte o se cierra la red. Respecto a la sanidad debemos recuperar el número de camas en hospitales, tenemos que multiplicarlo por dos. En el tema de la vivienda se necesitan 3,5 millones de hogares en unos 20 años, hacen falta este número de viviendas por la reducción del tamaño del hogar”, aseguró el director general de Oficemen.
A todo esto, tal y como aseguró Zaragoza, se suma el añadido del Plan del Cambio Climático, al cual nuestro país se ha incorporado con tardanza y es en ese contexto en el que nace el Plan Crecimenta 20–30 de Oficemen porque, en palabras de su director general, “hay que hacer factible lo necesario”.
Asamblea General de Andece.
El Plan Crecimenta 20-30 recoge 25 medidas que tienen impactos sociales económicos y medioambientales positivos para el conjunto de la sociedad. Según Aniceto Zaragoza, hay que intentar dar un mensaje positivo a la sociedad para que, en lugar de dejar que las cosas sigan su transcurso natural (que sería para el año 2030), se intente ir más rápido para poder avanzar y adelantarnos una década (2020) a los acontecimientos para poder ser competitivos.
Para ello, algunas de las medidas que proponen desde Oficemen son edificios con contorno de hormigón y la rehabilitación integral de edificios. En el tema el agua, proponen una mejora del saneamiento y, respecto a las infraestructuras, se precisa una mejora del ferrocarril. El tema de contención de carreteras y el incremento de estructuras y túneles son otras de las medidas.
En definitiva, y a modo de conclusión, Zaragoza aseguró que “las oportunidades están ahí, pero a nadie nos las van a regalar”. Por eso, sólo un trabajo coordinado y constante hará que cuando se vuelva a construir lo necesario, se construya en hormigón. “Tenemos que buscar maneras inteligentes de movilizar el dinero. ‘Crecimenta 20-30’ es una hoja de ruta que debe ayudarnos”, sentenció.
Ahorrar es posible con la inercia térmica del hormigón
A continuación, José Antonio Tenorio, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, habló sobre ‘Eficiencia energética e inercia térmica del hormigón’. En este sentido explicó la cualidad intrínseca de los productos de hormigón en cuanto a su propiedad de inercia térmica, que, con la adecuada activación, de manera natural supone una optimización de la demanda energética de los edificios. Se destacaron dos proyectos de uso de prefabricado de hormigón con materiales de cambio de fase y las ventajas de potencial energético que suponen.
Tenorio explicó que, para poder beneficiarnos de estas ventajas medioambientales y económicas de la inercia térmica, hay que saber utilizarla de manera inteligente, es decir, si se tiene una casa en la montaña que se utiliza sólo el fin de semana, no sale rentable. Esto se debe a que la inercia depende del clima y, para que esa casa estuviera caliente el fin de semana, se debería poner la calefacción el jueves.
José Antonio Tenorio durante la ponencia ‘Eficiencia energética e inercia térmica del hormigón’.
“La inercia térmica consiste en ahorrar si se sabe utilizar bien. Se podría conseguir una casa totalmente pasiva y se puede incorporar en los prefabricados. La inercia térmica da confort. Podemos pensar en mezclar los conceptos de aislamiento e inercia. Si utilizo energía renovable para la inercia térmica, la energía es gratis”, apuntó José Antonio Tenorio.
Para entenderlo mejor, Tenorio dio la definición exacta de inercia térmica, siendo ésta “la capacidad que tienen las masas de almacenar energía térmica o calor”. En este sentido, la inercia térmica de un material depende de su masa y su calor específico. Así, los edificios de alta inercia térmica tienen variaciones térmicas más estables. Es por esto que, tal y como indicó José Antonio Tenorio, hay que hacer edificios que optimicen la inercia térmica. “Nos tenemos que dirigir a los edificios de consumo casi nulo y el hormigón prefabricado tiene muchísimo potencial energético”, admitió.
Por su parte, Pablo Callegaris, CEO de Bimetica, expuso la perspectiva de utilización progresiva de BIM en España. Antes de entrar en materia, Callegaris explicó en qué consiste esta tecnología. “El BIM es una tecnología integradora que toca a todos los agentes (mantenimiento, constructores, arquitectos, fabricantes….). Todos actúan en un mismo modelo virtual del edificio y a tiempo real aportando información. Dentro del BIM lo importante s la ‘i’ de Información. Cuando hablamos de las dimensiones del BIM van de 2D (dimensión plana) a 7 D (ciclo de vida). La diferencia entre BIM y CAD es que BIM te va a ayudar desde la fase temprana a trabajar con mucha información”, argumentó.
El BIM en el mundo
En esta línea, y tras explicar las numerosas ventajas que suponen para todos los agentes trabajar con el BIM, aseguró que ya son muchos los países en los que trabajar con el BIM es una obligación, como ocurre en los países nórdicos donde llevan muchos años trabajando en BIM y les obligan a presentar los proyectos en este formato para poder trabajar.
“Con Andece hemos hecho una biblioteca de diez objetos BIM genéricos”, manifestó Callegaris, siendo éstos: adoquines/baldosas, bloques, viguetas/bovedillas, artesas puentes, mobiliario, placas alveolares, postes, tuberías, fachada arquitectónica y traviesas.
En España, aún queda por hacer en este aspecto aunque, según el CEO de Bimetica, ya se está trabajando en ello, como es el caso de Andece. Otro ejemplo de ello es un gran hito importante que tendrá lugar este año: la Feria Bimexpo, la cual va a aportar a España el valor innovador que está pasando en el resto. “La oportunidad es para los que innovan y provocan el cambio”, concluyó Pablo Callegaris.
Como colofón de esta sesión de intervenciones, Óscar Sánchez, socio director general de Apliqa, interpretó, bajo su punto de vista, cuáles son los escenarios más probables a los que tendremos que hacer frente de cara al futuro.
“El primer escenario es que la eficiencia energética en Europa no tiene vuelta atrás. Otros países como Noruega van mucho más adelantados que nosotros en este aspecto. En definitiva, no hay duda de que necesitamos unos edificios sostenibles”, declaró Sánchez y señaló al exceso estructural de capacidad productiva como el segundo de los escenarios, ya que éste supone que la estructura de costes sea primordial. Según el experto, los edificios del mañana serán más eficientes, 100% reciclables y van a mejorar su aislamiento y ahí es donde el sector puede tener una posibilidad. También serán edificios interactivos con el exterior y capaces de generar energía.
Para que estos dos escenarios sean posibles, el socio director general de Apliqa aseguró que la tecnología es imprescindible. Por ello, Óscar Sánchez realizó un repaso a las novedades tecnológicas de bajo coste que en España y en otros países del entorno se utilizan cada vez más en el sector de la construcción. Sánchez destacó especialmente una serie de aplicaciones para móvil y tablets que ya se utilizan en las obras de nuestro país y que son una muestra más de los cambios de rol que está viviendo la industria.