El Consorcio para el Tratamiento de Residuos Urbanos del Maresme se interesa por la labor de Sogama y sus proyectos futuros
El grupo, liderado por su director, Carles Salesa, visitó esta mañana el Complejo Medioambiental de Cerceda para conocer in situ su actividad, el proceso de ampliación del mismo, así como la infraestructura que permitirá valorizar la materia orgánica producida en la mayor parte de Galicia. El presidente y el director general de Sogama, Javier Domínguez e Isidro García respectivamente, fueron los encargados de explicar con detalle la hoja de ruta de esta empresa pública. Domínguez abundó en que este tipo de visitas “nos enriquecen y nos dan una visión más global del problema que representan los residuos, con la particularidad de que solo desde la colaboración y el intercambio de experiencias seremos capaces de seguir avanzando hacia la sostenibilidad”.
Una delegación del Consorcio para el Tratamiento de Residuos Urbanos del Maresme (Mataró-Barcelona), liderada por su director, Carles Salesa Mirabet, visitó esta mañana el Complejo Medioambiental de Sogama para conocer in situ su actividad, el proceso de ampliación del mismo, al que Sogama destinó una inversión de 32 millones de euros, y los proyectos de futuro para valorizar la materia orgánica recogida de forma separada a través del quinto contenedor, de color marrón.
La comitiva, atendida por el presidente ejecutivo de Sogama, Javier Domínguez, y el director general, Isidro García, recibió las explicaciones sobre el devenir histórico de esta empresa pública desde su creación, en 1992, hasta el día de hoy. Casi 30 años de intenso trabajo que han permitido a Galicia sellar y clausurar 300 vertederos municipales, y dar a los residuos el mejor tratamiento posible, eliminando su potencial contaminante y convirtiéndolos en recursos.
La mayor capacidad del Complejo, que ha pasado de 550.000 toneladas anuales a 1.000.000, garantiza que, a día de hoy, los residuos producidos por los distintos ayuntamientos adheridos a Sogama reciban un tratamiento óptimo, incrementando el reciclaje y minimizando el vertido.
Asimismo, la compañía construirá y gestionará las instalaciones necesarias para que los desechos orgánicos de carácter doméstico se conviertan en compost de alta calidad. Para ello ha diseñado una red conformada por cuatro plantas de biorresiduos (Cerceda –en operación-, Cervo, Vilanova de Arousa y Verín), que estarán apoyadas por 13 plantas de transferencia a las que se dotará de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica.
Si todo sigue su curso, estas instalaciones entrarán en funcionamiento a finales del año 2022. En este sentido, cabe recordar que los ayuntamientos están obligados a implantar el contenedor marrón antes del 31 de diciembre de 2023 y, si bien se trata de una competencia municipal, la Xunta, a través de Sogama, pondrá los medios para ayudarles a dar debido cumplimiento a la normativa europea.
ECONOMÍA CIRCULAR: OBJETIVO COMÚN
Tras una reunión entre las partes, la delegación del Maresme realizó una visita guiada por las plantas que conforman el Complejo cercedense donde se tratan los desechos procedentes de 295 ayuntamientos (más de 2 millones de kilos cada día, que pueden llegar a 3 millones durante la época estival).
Con más de 3 décadas de recorrido a sus espaldas, el Centro de Tratamiento de Residuos del Maresme, ubicado en Mataró, constituye una infraestructura especializada en el tratamiento de residuos urbanos e industriales que incluye plantas de selección, compostaje, metanización y de recuperación energética de la fracción no reciclable. En la actualidad, da servicio a aproximadamente 1 millón de habitantes (Maresme y Vallés Oriental).
Al igual que Sogama, sus objetivos están focalizados en la transición hacia un modelo de economía circular en el que prime la recuperación de residuos y su transformación en recursos.
Al respecto, Javier Domínguez manifestó que “este tipo de visitas nos enriquecen y nos dan una visión más global del problema que representan los residuos, con la particularidad de que solo desde la colaboración y el intercambio de experiencias seremos capaces de seguir avanzando hacia la sostenibilidad”.
Resaltó que está en juego el futuro de las nuevas generaciones y apeló a la solidaridad, a la unión y al esfuerzo conjunto como las principales herramientas para hacer frente a la contaminación, al cambio climático y a las malas prácticas.