Los sonidos de la ciudad en tiempos de coronavirus
Hace más de un mes desde que se decretó el estado de alarma y, desde entonces, podemos percibir con nitidez sonidos anteriormente enmascarados por el bullicio del tráfico y la ciudad. Ahora es más fácil escuchar sonidos como el ruido del viento en las hojas, el canto de los pájaros… o los pasos del vecino de arriba, pues, en efecto, el ruido no se ha ido, simplemente, se ha trasladado de la calle a las casas.
En este sentido Audiotec, como empresa líder en ingeniería acústica, nos cuenta cómo los mapas estratégicos del ruido, es decir, la herramienta que permite cuantificar los niveles de ruido en las ciudades, indican que los grandes municipios con su actividad habitual tienen porcentajes de población sometida a niveles de ruido excesivos que superan en muchos casos el 30% del total de vecinos. Sin embargo, debido a la reducción del tráfico durante estos días de confinamiento, se cuantifica en torno al 80%. Esto supone que, en el caso de que se actualizaran los mapas de ruido con el escenario actual, los niveles de ruido disminuirían de media unos 10 decibelios y la contaminación acústica en nuestras ciudades prácticamente desaparecería.
Donde antes experimentábamos sonidos de la calle que entraban por las ventanas de nuestras casas, como bocinas, sirenas, coches y obras, hoy el ruido convive con nosotros las 24h al día, bien generado por nosotros mismos o por nuestros vecinos; rutinas deportivas acompañadas de saltos y zancadas que resuenan en el techo, una televisión a todo volumen, el correteo de los niños por el pasillo… y las iniciativas en los balcones, música, aplausos y el himno oficial del COVID-19, Resistiré, invade cada día las comunidades de vecinos, sonidos que tienen un fin positivo, en un horario adecuado que respeta la convivencia. Por este motivo siempre es importante diferenciar el sonido del ruido, el cual es un sonido molesto que perturba y altera nuestra salud y bienestar.
“Es curioso cómo podemos llegar a echar de menos sonidos que forman parte de nuestro día a día y que son considerados como ruido. Y ruidos que antes pasaban desapercibidos como el que puede causar un vecino, puede llegar a volverse una obsesión en un tiempo tan susceptible y monótono como el que estamos viviendo”, declara Ana Esther Espinel presidenta del grupo Audiotec, “debemos ser conscientes de los peligros que este tiene para la salud y calidad de vida de las personas. El ruido puede afectar de manera fisiológica a nuestro organismo, pues aumenta el nivel de estrés, disminuye la capacidad de concentración y provoca trastornos auditivos”.