La industria chocolatera optimiza su gestión hídrica
En el Día Mundial del Chocolate, ALADYR detalla la huella hídrica de este alimento ancestral y resalta las iniciativas de gestión hídrica y sostenibilidad que acompañan a la industria actual de la mano de una de las compañías chocolateras más insignes de Latinoamérica
El chocolate ha sido parte de la dieta latinoamericana por al menos tres milenios y, aunque los orígenes de la domesticación del cacao son un poco vagos, se sabe que el chocolate era objeto de culto para los Mayas y los Aztecas. Para celebrar este Día Internacional del Chocolate, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, insta a la mayor eficiencia posible en la gestión hídrica para su elaboración.
Lo primero a saber es que, de acuerdo con Water Footprint, la plataforma que se encarga de monitorear la huella hídrica de ciudades, procesos, personas y productos, en promedio se requieren 20 mil litros por cada kilogramo de grano de cacao, del cual se extrae una pasta a la que se le atribuye el 97% de la huella hídrica anteriormente mencionada, mientras que el restante son subproductos.
Por cada kilo de cacao se extraen 800 gramos de pasta, por lo que la huella hídrica de esta materia prima es de 24 mil litros por kilo. El proceso continúa transformando la pasta en manteca, que contiene el 66% de la huella hídrica, mientras que el 34% restante corresponde cacao polvo. Dependiendo de la pureza del producto final y las proporciones entre manteca y polvo, el chocolate promedio puede requerir hasta 17.196 litros por kilo. Para graficarlo es posible imaginar que el contenido de 1700 botellas de agua de un litro es usado para obtener una barra de chocolate de 100 gramos.
No obstante de este promedio de consumo de agua por cantidad de producto, la industria de alimentos ha venido desarrollando optimizaciones en sus cadenas de valor para alcanzar la sustentabilidad hídrica y mantener esta tradición genuinamente latinoamericana sin comprometer el acceso a los recursos de las generaciones futuras.
La Compañía Nacional de Chocolates, parte del Grupo Nutresa, busca minimizar el impacto directo e indirecto sobre el recurso hídrico y mitigar los riesgos asociados a situaciones de escasez o deterioro optimizando el consumo y reduciendo el impacto con un manejo adecuado de vertimientos.
Según reportaron desde los canales oficiales de la compañía, para el año 2010 los consumos de agua por producción eran de 2.3 metros cúbicos por tonelada, mientras que al cierre de 2021 este mismo indicador es de 1.4 m3/ton. Es decir, una reducción del 39%.
Aseguran que el uso de agua dentro de producto es mínimo y que el principal consumo en las plantas corresponde a la generación de vapor, enfriamiento y labores de aseo y desinfección.
Cabe destacar que todas las plantas de la chocolatera cuentan con sistemas de tratamiento de aguas residuales primarios y secundarios (en su mayoría procesos anaeróbicos) y que la Planta Rionegro – Antioquia (Colombia) – cuenta con tratamiento terciario con humedales.
En lo que concierne a los parámetros de los vertimientos, la compañía invirtió 810 millones de pesos colombianos – 180 mil dólares aproximadamente – durante 2021 para mejorar la calidad de las aguas residuales en todas las operaciones industriales en Colombia.
La compañía asegura monitorear constantemente la huella y los riesgos hídricos en las operaciones y haber integrado proyectos de recirculación de agua tratada, así como ostentar una filosofía de mejoramiento continuo en todos sus procesos de gestión de agua que van desde la reducción de consumos en actividades de limpieza y desinfección hasta la calidad del agua vertida.
Por último, es necesario resaltar que la mayor parte del gasto hídrico en la elaboración del chocolate sucede en la etapa agrícola, por lo que uno de los principales ejes de acción de las empresas que integran el Grupo Nutresa se centra en su relación con los proveedores del cacao, incentivando a mejores prácticas de riego y eficiencia hídrica.