Los talleres mecánicos, puntos verdes del reciclaje que contribuyen a preservar el medio ambiente
La correcta gestión de los residuos en los talleres mecánicos no solo es necesaria para mantener el lugar de trabajo en buenas condiciones higiénicas, sino también para cumplir con los objetivos de reducción de impacto ambiental y sostenibilidad. Hay que tener en cuenta que los talleres de automoción son considerados por la reglamentación actual como productores de residuos. Algunos de estos desechos producidos son además clasificados como tóxicos y/o peligrosos, con lo cual resulta fundamental su correcta clasificación y tratamiento, siguiendo criterios de responsabilidad y un protocolo de actuación con respecto a su almacenaje, etiquetado y reciclado.
En este sentido, la red Confortauto Hankook Masters, en el Día Mundial del Medio Ambiente, quiere dar a conocer el importante papel que cumplen los talleres mecánicos en relación a las buenas prácticas ecológicas, siendo un punto limpio ejemplar de reciclaje, que a través de su compromiso medioambiental y correcta gestión de los residuos contribuye a los principios, objetivos y beneficios de la economía circular. Si no se hiciera un correcto tratamiento de los neumáticos usados, de las baterías o del aceite desechado de los vehículos, estos residuos tendrían un efecto perjudicial para el planeta, contaminado el aire, la tierra, el agua y degradando el medio ambiente en general. Es un hecho que la emergencia climática necesita del compromiso de todos, por este motivo y en coherencia con su responsabilidad social corporativa, los talleres Confortauto siguen una política comprometida hacia el medio ambiente a través de su actividad diaria.
Hay que tener en cuenta que los neumáticos tardan hasta mil años en descomponerse, a través de su reciclado o renovado, se les da una segunda vida, evitando que acaben abandonados en la naturaleza o en vertederos, con el consecuente impacto ambiental que implica su degradación química o su quema ilegal. Por otro lado, los lubricantes, son uno de los residuos más peligrosos para la naturaleza, puesto que un litro de aceite usado puede contaminar hasta un millón de litros de agua, emitir gases muy tóxicos si es quemado o si es vertido en la tierra puede perjudicar su fertilidad y contaminar sus aguas superficiales y subterráneas. Y por último, pero no por ello menos importante, mencionar la importancia del reciclaje de las baterías usadas lo cual reduce el impacto ambiental de su producción y de la extracción de las materias primas que las componen, especialmente del plomo, metal altamente perjudicial para la salud y para la naturaleza.