Entrevista a Rafael Apraiz, presidente de Ategrus
El presidente de la Asociación Técnica para la Gestión de los Residuos y Medio Ambiente (Ategrus), no es solo un buen conocedor del sector, si no que además ha sido testigo de excepción de la revolución que ha experimentado en el los últimos años, y que pone en el centro del tablero la sostenibilidad de cualquier actividad.
Desde la constitución de Ategrus en 1965 hasta nuestros días la gestión de residuos ha experimentado una gran evolución, ¿cuáles han sido para usted los principales logros alcanzados en estos años?
Nuestra generación, en las últimas décadas, ha tenido la fortuna de ser protagonista, no de una gran evolución, sino de una auténtica revolución en la mayoría de los ámbitos sociales y tecnológicos en nuestra sociedad. Y el sector de la gestión de los residuos no es ajeno de este cambio radical de paradigma.
En este país, en los últimos 50 años, todos los sectores industriales estaban basados en un contexto de prioridades que ahora consideramos inimaginables. Se fundamentaban en la mano de obra no cualificada y no incluía términos que actualmente son indisociables al desarrollo de la sociedad en su conjunto.
En mi opinión -aunque a la tierra le importe poco ya que los que nos debemos cuidar somos nosotros- las consecuencias directas e indirectas, del conjunto de sectores productivos derivados de una industrialización basada en las energías fósiles son la contaminación ambiental, las emisiones CO2 y el cambio climático, que afectan a la salud y bienestar de las personas.
Los mayores logros de cualquier actividad empresarial de nuestro entorno, incluyendo la gestión de residuos, son priorizar la salud individual y colectiva pareja al desarrollo, este debe ser el concepto básico centrado en la dignidad de las personas.
Y, además de poner la salud en el centro de la actividad humana, un gran logro que indica que vamos en la buena dirección es avanzar en el uso de fuentes de energía renovables, la innovación y la eficiencia de los recursos en todos los procesos industriales además de la implementación de nuevas tecnologías en toda la cadena de procesos productivos e industriales.
¿Considera que el concepto de Economía Circular es ya una realidad en el modelo productivo industrial? ¿Cuál es su visión del estado actual del mismo?
Es indudable que la Economía Circular ha llegado para quedarse. Aunque sea un concepto que actualmente se repite en todos los ámbitos de los procesos industriales, no podemos olvidar que la gran transformación que supone el paso de una economía lineal (producir, usar y tirar) a entender el residuo como recurso, esto ya es en sí mismo una auténtica revolución. Además, los recursos a medida que se agoten en un futuro próximo su extracción será exponencialmente más costosa, con lo que debemos aprovecharlos al máximo.
Y en cuanto a la ciudadanía, ¿cree que el nivel de concienciación ha llegado al punto de considerar los residuos como un recurso, y no como basura de la que deshacerse?
Pienso que estamos en el buen camino, pero todavía es necesaria una gran labor pedagógica. Creo que la gente entiende que el reciclaje es bueno para el medio ambiente pero todavía se pueden mejorar y mucho los hábitos; para ello son fundamentales los estímulos al reciclaje como existen en otros países de Europa, así como las sanciones en el incumplimiento en la implantación de medidas. El concepto de Economía Circular debe calar más hondo en la ciudadanía y hacerles ver que la basura no es un residuo sino un recurso que debemos y tenemos que aprovechar.
Ategrus es miembro nacional de la International Solid Waste Association (ISWA), ¿cómo ve a España en relación al resto de países de su entorno?
Desgraciadamente, en la actualidad estamos más rezagados que la media europea en la consecución de los objetivos. Sin embargo, las políticas y directivas de este club, que es Europa, nos marcan el camino y la velocidad de implementación de buenas prácticas. Por ello se ha avanzado mucho en los últimos años, pero debemos de perseverar y ser conscientes de lo mucho que nos jugamos en este desempeño.
Las nuevas directivas europeas sobre residuos introducen nuevos objetivos en materia de prevención, reutilización, reciclaje y vertido de residuos, ¿llevamos los deberes hechos en ese sentido?, ¿vamos progresando adecuadamente para su consecución en 2050?
Como comentaba se ha avanzado mucho, pero la gestión de residuos desde la prevención, incluyendo el diseño de producto, hasta la valorización del residuo; en consecuencia, esa aspiración de vertido cero implica a todos los sectores de la sociedad, desde los fabricantes a los consumidores por lo cual, esos objetivos están hoy más alejados de lo que sería deseable. Debemos mejorar mucho para alcanzar los objetivos del 2050, aún nos queda mucho camino por recorrer.
Si tuviera que formular un deseo para un futuro a corto plazo, ¿cuál sería?
Hasta que no tengamos conciencia plena de que el futuro será una sociedad sin residuos y por ende no cuidemos y respetemos nuestro entorno, la salud suya y la de nuestros hijos estarán permanentemente amenazadas. Todo lo que hagamos a corto plazo decidirá nuestro futuro. Un dato, en Europa fallecen anualmente 700.000 personas por consecuencia directa o indirecta de la contaminación generada por la actividad humana y esas son muchas vidas.