El uso de arcilla bentonítica acelera la puesta en marcha de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales
Habitualmente, para poner en marcha una estación depuradora de agua residual, se tiene que alcanzar el nivel adecuado de los lodos secundarios que serán los que permitan la proliferación de los microorganismos de manera ventajosa sobre otros microorganismos y así permitir una depuración efectiva. Este proceso suele tener una duración media de 40 a 45 días y en la mayoría de los casos se forman espumas tensoactivas que pueden generar problemas en el proceso.
En este contexto, Saconsa ha investigado para dar con un sistema que permita reducir el tiempo y evitar estos indeseados efectos secundarios. Su último estudio, realizado en la EDAR de Navalvillar de Pela, ha consistido en la adición controlada de arcillas bentoníticas. Se ha experimentado y estudiado los efectos que provoca desde el primer día de entrada de agua residual hasta una concentración que permitiese el control de los parámetros en el efluente. El contacto con la bentonita favorece la floculación y decantación de los lodos y reducía las espumas tensoactivas típicas de las puestas en marcha.
Para dosificar la arcilla correctamente hay que proceder a una maduración previa en tanques para una posterior dosificación continua en la entrada de alimentación. La dosificación de la arcilla bentonítica ha de realizarse muy lentamente, evitando la formación de grandes flóculos.
Para control de los fangos generados se han realizado análisis diario de conos Imhoff y gravimetrías en filtros de celulosa de 0,47 micras. Además de análisis de DBO5 (un análisis cada dos días) y gravimetrías de los influentes y efluentes correspondientes.
Conclusiones
La dosificación de las arcillas bentoníticas en la EDAR de Navalvillar de Pela, ha reducido casi a la mitad el tiempo de puesta en marcha establecido. En cuanto a la formación de espumas, tanto tensoactivas como de tipo filamentoso ha sido inexistente, y además evita la formación de Bulking filamentoso. El principal problema que ocurre con el fango tratado con arcillas bentoníticas, es que atascan con más facilidad las conducciones de fango entre los decantadores y la arqueta de fangos recirculados.
Una arcilla con muchas propiedades
Las arcillas bentoníticas son arcillas de grano muy fino (incluso muy inferior a la caolinita) que poseen hidróxidos de magnesio, silicio, potasio y óxidos de hierro, aluminio, manganeso, magnesio y titanio. Su densidad es de 2500 Kg/m3. Las bentonitas dado que tienen un contenido en sílice alto poseen una carga superficial neta que les permite actuar como intercambiadores de iones débiles. Otro dato es que su floculación en medio acuoso está determinada por cargas negativas y no por puentes de hidrógeno. Son extremadamente efectivas en la disminución de concentración ciertos componentes catiónicos y tienen una notable afinidad por los metales. También actúa como coagulante y floculante natural y consigue disminuir con estos procesos los sólidos en suspensión presentes en el agua y además es capaz de adsorber virus patógenos, bacterias, aflatoxinas, pesticidas y herbicidas.