Los nuevos envases de plástico para fiambre y pizzas frescas serán reciclables
El proyecto C- CALPE, financiado por el CDTI, tiene una duración de 24 meses de los cuales ya han pasado los 12 primeros. Además, cuenta con la participación de cinco empresas del sector del plástico, los envases, barnices e ingeniería como son Granzplast, Melnik, Termoformas de Levante, Artibal e Ingeniería Gómez Madrid.
Un innovador envase 100% reciclable
Los envases del tipo bandeja que se utilizan para fiambres loncheados o alimentos preparados como las pizzas, están compuestos por varias capas de distintos materiales plásticos convencionales. Gracias a esta estructura multicapa el envase actúa como barrera, impidiendo que gases como el oxígeno entren en contacto con el alimento y afecten negativamente a alguna de sus propiedades como el sabor, el olor, su aspecto o textura.
Sin embargo, los envases con esta estructura más compleja presentan problemas para su posterior reciclado, ya que están compuestos por materiales con propiedades diferentes, que una vez triturados se mezclan y dan lugar a reciclados de poco valor que no pueden volver a introducirse en la industria.
Para resolver este problema, a través del proyecto C-CALPE se van a desarrollar nuevos materiales biodegradables solubles en agua, que podrían realizar esa función de protección del alimento. El envase estaría por tanto compuesto por un solo tipo de plástico convencional y por el material hidrosoluble que actuaría como barrera.
“La barrera al oxígeno es una propiedad imprescindible para el envasado de productos frescos y precocinados, ya que contribuye a asegurar que el producto se mantenga fresco por más tiempo y llegue al consumidor en óptimas condiciones”, indica Ana Espert, investigadora principal del proyecto en Aimplas.
Por su parte, Luis Gil, técnico del departamento de Tecnologías del Envase de ainia centro tecnológico que participa en el proyecto, explica que para este trabajo se llevará a cabo un estudio de vida útil que permita asegurar que el nuevo material cumple las expectativas previstas, “no sólo en cuanto a la mejora de la calidad y seguridad alimentaria sino también por su capacidad para ser reciclado, una de las principales prioridades de la Comisión Europea”.
En este sentido, este proyecto ayudará a cumplir con los objetivos de reciclado marcados por las directivas europeas 94/62 y 2004/12 de la Comisión Europea que indicaban ya en 2004 la necesidad de alcanzar una tasa de reciclaje de entre un 55% y un 80% de residuos de envase en los años próximos.
Actualmente las tasas de reciclado de envases en España se sitúan en un 68%, lo que supone un crecimiento anual desde el año 2007 de un 15,6%.