La Refinería registra importantes avances en la mejora y control de emisiones, vertidos, ruidos y gestión de residuos
La Rábida reduce progresivamente su impacto medioambiental
María Escribano01/10/2004
La refinería “La Rábida”, de Cepsa, presentó en 2003 los mejores datos medioambientales de su historia, consiguiendo notables avances en los parámetros de emisiones atmosféricas y líquidos en relación con el año anterior. Este resultado, hecho público en 2004, ratifica una tendencia que acumula ya ocho años de progresivo avance en la reducción del impacto ambiental derivado de la actividad productiva del complejo petroquímico ubicado en Palos de la Frontera.
El documento fue presentado por el director de la refinería, Juan Manuel Díaz Cabrera, y recoge en más de sesenta páginas todos los datos relativos a la aplicación del Sistema Integrado de Gestión Medioambiental (Sigma) implantado en la refinería, describe las infraestructuras medioambientales, expone el impacto medioambiental relacionado con el funcionamiento de las instalaciones, analiza el cumplimiento de los objetivos 2003 y establece nuevas metas para 2004.
Cumplimiento de objetivos
La refinería cumplió el 92,4 por ciento de los objetivos medioambientales planteados para 2003, mientras que el 8 por ciento restante corresponde a actuaciones ya iniciadas que se han completado en los primeros meses de 2004.
Destacan, entre otros, los siguientes objetivos alcanzados:
- Emisiones globales más bajas que el límite impuesto inicialmente.
- Mejoras de control en las unidades de conversión sulfhídrico (SH2) a azufre.
- Implantación de un sistema de detección y reparación de pequeñas fugas en la planta de petroquímica para reducir emisiones a la atmósfera.
- Instalación de doble sello en cinco bombas y cambios de sello simple a sello doble en los techos de tres tanques para reducir emisiones a la atmósfera.
- Proyecto de ahorro energético en los hornos de la planta de lubricantes.
- Mejora en la calidad del vertido líquido.
- Instalación de un sistema de retención de hidrocarburos en el canal de salida al estero Domingo Rubio.
- Puesta en marcha de la planta de reutilización del agua de vertido para disminuir el consumo de agua y de vertido al exterior.
- Instalación de nuevos puntos de medida de calidad de suelo y subsuelo.
- Realización de cursos de formación medioambiental para el personal.
Inversiones y costes
En 2003 se destinaron 16,7 millones de euros a inversiones y costes medioambientales, de los que 8,3 millones fueron inversiones directas en infraestructuras para la reducción del impacto ambiental y 8,4 millones gastos de operación y costes de gestión.
En el capítulo de inversiones destacan dos proyectos de desulfuración: la hidrodesulfuradora de naftas y la remodelación de la hidrodesulfuradora de gasóleos. Ambas iniciativas, que estarán en pleno funcionamiento a lo largo de 2004 para cumplimentar las especificaciones de azufre en gasóleos y gasolinas de enero de 2005, supusieron en el programa de inversiones del año 2003 un importe de 6,59 millones de euros, de un total, entre 2003 y 2004, de 56,66 millones de euros.
Estas nuevas infraestructuras se destinan a reducir el contenido de azufre en los productos finales, con lo que se logra una importante reducción de emisiones de SO2 en el momento de consumir los combustibles, de acuerdo con las especificaciones sobre productos que establece la normativa europea. Se pasará de 0,03 por ciento y 0,015 por ciento de azufre en gasóleos y gasolinas, respectivamente, a 0,0050 por ciento en ambos productos.
La instalación de sistemas de precalentamiento de aire con los humos calientes de la combustión en hornos de la planta de lubricantes requirió una inversión de 867.000 euros, que redundará en la reducción de consumo energético y, por tanto, de emisiones a la atmósfera.
La refinería cumplió el 92,4 por ciento de los objetivos medioambientales planteados para 2003
Otra de las partidas más significativas fue la inversión de 281.000 euros en la compra de una embarcación antipolución cuya misión es actuar frente a posibles derrames accidentales de hidrocarburos al mar. Este barco, denominado “Calamón”, constituye una aportación íntegramente financiada por Cepsa para la mejora de las infraestructuras del Puerto de Huelva.
Estas inversiones, junto al resto de las acometidas en 2003, elevan a 29,36 millones de euros la cifra de las inversiones que se han llevado a cabo en la refinería “La Rábida” en los últimos siete años para reducir el impacto ambiental de su actividad, así como de los productos que se ofrecen al mercado.
Sin alejarnos de la actividad inversora conviene reseñar que la refinería ha dedicado 73.000 euros a labores de mantenimiento, mejora de infraestructuras, programas de divulgación y uso público de la Laguna Primera de Palos. La actuación de Cepsa en este humedal, que ha sido calificada por la Junta de Andalucía como “ejemplo de desarrollo sostenible”, continúa recibiendo distinciones públicas de gran relevancia, como el de la VI edición del Premio “Expansión-Garrigues” a la Gestión Medioambiental Sostenible, uno de los galardones más prestigiosos de España en el contexto del compromiso ambiental de las empresas. En 2003 la laguna fue visitada por 4.052 personas, un 24,86 por ciento más que en 2002. Cabe también mencionar que Cepsa subscribió con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía un convenio de colaboración para asesorar en la conservación, mantenimiento, gestión y uso público de la Laguna Primera de Palos.
Objetivos para 2004
Además de la preceptiva renovación de las certificaciones medioambientales y la finalización de las actuaciones pendientes de 2003, la refinería “La Rábida” se plantea como objetivos prioritarios para 2004 el reto de seguir mejorando todos los parámetros que tienen incidencia en el medio ambiente, el perfeccionamiento de las infraestructuras de control, el incremento de la formación medioambiental de la plantilla.
Mención especial merece el objetivo de disminución de los riesgos medioambientales del complejo petroquímico. Para ello se implantarán las fases tercera y cuarta del proyecto Girma, para la gestión integral de los riesgos, que se inició en 2003 y que se convertirá en un instrumento fundamental de la política de mejora continua del grupo Cepsa. Básicamente se trata de una iniciativa voluntaria para desarrollar una metodología capaz de identificar peligros, evaluar riesgos y actuar de manera eficiente en la reducción, llegando en la medida de lo posible a la eliminación de ambos. De este modo, la refinería “La Rábida” es pionera en iniciativas de gestión medioambiental, ya que el proyecto Girma es el primero de estas características que se aborda en la industria de Huelva, en el sector de refino en general y en el conjunto de la industria petroquímica en España.
También son objetivos prioritarios en 2004 los avances necesarios para los retos derivados de la entrada en vigor en 2007 de la directiva europea IPPC y la obtención de la Autorización Ambiental Integrada, con la aplicación de las Mejores Tecnologías Disponibles (MTDs) en la industria del refino.
Por otra parte, la refinería y el conjunto del grupo Cepsa, están realizando estudios encaminados a dar respuesta al cumplimiento del compromiso de Kioto con relación a emisiones de CO2 a la atmósfera y valorando la repercusión económica de la Ley de Fiscalidad Ecológica en vigor en Andalucía.
Resultados medioambientales
- Emisiones a la atmósfera. El 1 de enero de 2003 entró en vigor un nuevo límite máximo autorizado de emisión global de SO2 o burbuja, lógicamente más restrictivo que el anterior, sobre el que se sitúa un 23 por ciento por debajo de lo máximo permitido. Este dato, que refleja la holgura en el cumplimiento de la normativa, se completa comparando los resultados con el año anterior, que conlleva una reducción del 2,3 por ciento en la emisión global de SO2. Si se consideran las emisiones globales de SO2 en función de la cantidad de crudo procesado, se constata una paulatina disminución desde 1995, que implica una bajada del orden del 50 por ciento en nueve años.
Por otra parte, las emisiones de partículas se han situado muy por debajo de los límites autorizados, destacando las chimeneas de hornos de combustión y, muy especialmente, la chimenea principal de 140 metros de la planta de combustibles, con un 80 por ciento, y la de la planta de conversión, de 120 metros, con un 47 por ciento. - Vertidos líquidos. El grado de cumplimiento del límite mensual ha sido del 100 por cien y en el diario de un 99,9 por ciento. En ambos casos es patente el amplio margen que presenta la refinería en cuanto a las autorizaciones máximas vigentes. En el caso de los parámetros diarios se registraron valores entre el 1,1 y el 31 por ciento del límite legal establecido; mientras que en los parámetros mensuales los datos oscilan entre el 6 y el 41 por ciento, según los parámetros analizados. Cabe destacar las considerables reducciones experimentadas en el contenido de fenoles –39 por ciento– y de amoníaco –27 por ciento–, con relación a 2002.
La refinería “La Rábida” dispone de seis puntos de vertidos autorizados. El número 1 para las aguas procedentes de su Planta de Tratamiento de Efluentes, el número 2 para las aguas de deslastre del Muelle Torre Arenillas, y los cuatro restantes para aliviaderos de emergencia de aguas pluviales. La principal inversión acometida en 2003 se centró en el aumento de la capacidad del colector de evacuación del punto
nº1, lo que ha permitido un mayor rendimiento de esta instalación y la eliminación de la salida del vertido por el resto de los aliviaderos en condiciones normales. - Residuos. La cantidad de residuos gestionados en 2003 ha aumentado ligeramente respecto al año 2002, pasando de 5.433, 5 toneladas a 5.704, 2 toneladas. Esta diferencia se debe al incremento de 347 toneladas de residuos peligrosos declarados, mientras que los residuos inertes disminuyeron en 76 toneladas. Por otra parte, el Sigma de la refinería recomienda la revalorización (reciclado) como alternativa deseable. En este sentido en 2003 se revalorizaron casi 1.300 toneladas de residuos.
- Ruidos. En el capítulo de impacto acústico ha continuado la reducción de los niveles medios registrados en los doce puntos de control establecidos. Para ello han sido muy positivas las mejoras introducidas en las instalaciones de mecheros de bajo ruido en los hornos y motores en maquinaria diversa, sustituyéndose siempre modelos antiguos por otros más recientes con baja emisión de ruido. La normativa legal señala un límite de 75 dB(A) entre las 7 y las 23 horas, y de 70 dB(A) entre las 23 y las 7 horas. La media en el horario diurno fue de 54,6 dB(A), mientras que la media nocturna fue de 52,7 dB(A).
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