La industria químia europea en el horizonte de 2015 (parte 2)
Iniciativas para mejorar la imagen
• La iniciativa Compromiso de Progreso, que obliga a todos los participantes a perseguir una mejora continuada en sus operaciones industriales, en la seguridad y en las cuestiones medioambientales. La iniciativa Compromiso de Progreso se está revitalizando actualmente, se está extendiendo a la totalidad de la cadena de productos, y se está ofreciendo a la pequeña y mediana empresa.
• La iniciativa de administración de productos y el esfuerzo para inspeccionar a largo plazo el impacto de nuestros productos más comunes. Una serie de iniciativas voluntarias, como HPV (High Production Volume) tienen como objetivo mejorar la base de conocimiento de las principales sustancias; otras, como HERA, efectúan evaluaciones de riesgo para las personas y el medio ambiente de los ingredientes de nuestros productos de limpieza domésticos; otras, finalmente, nos ayudan a conocer mejor las implicaciones sanitarias a largo plazo de nuestros productos.
• La generalización de la apertura de las plantas industriales a los vecinos y al público en general. En menos de un año, en una iniciativa denominada "Terrain d'entente", Atofina abrió sus plantas a 35.000 visitantes. Estamos muy impresionados por el éxito de nuestras invitaciones y por el interés del público en nuestras unidades, procesos y productos. Estamos ampliando esta iniciativa a todo el mundo y animando a todas las empresas de la industria a que hagan lo mismo.

Reach y Kyoto
La transparencia en nuestras operaciones también nos ayuda a recordar al público que, sin productos químicos, no habría industria, ni sanidad, ni productos de consumo.
La transparencia también debería ayudar a ganar confianza y reducir la necesidad de promulgar leyes adicionales. La realidad es que, hoy día, el flujo legislativo se ha acelerado exponencialmente.
Europa parece querer ir por su cuenta cada vez más, y no duda en poner en peligro su crecimiento económico. La legislación Reach que se propone y los compromisos de Kyoto amenazan con socavar la competitividad de nuestra industria si se ponen en práctica en solitario. Las sustancias químicas que se abandonen en virtud del carísimo proceso “Reach” se producirán y utilizarán en otros continentes, y los artículos que se fabrican con ellas se importarán a Europa; el gasto energético, restringido en virtud de los compromisos de Kyoto adquiridos por Europa se relocalizará fuera de Europa sin ningún beneficio medioambiental. Europa no puede ser un banco de pruebas para experimentos legislativos. Como han declarado Blair, Chirac y Schröder, el marco normativo, tanto a escala europea como nacional de los estados miembros, debe promover el desarrollo empresarial y no obstaculizarlo.
Hemos insistido repetidamente en la importancia de medir nuestra legislación con la de los actores más importantes del planeta. Recomendamos el empleo sistemático de modelos de evaluación del impacto y de análisis del coste y los beneficios de la nueva legislación. La mayor parte de nuestra industria está compuesta por pymes que, en muchos casos, no sobrevivirían a las leyes que se están proponiendo.

Habiendo introducido la idea de que es posible mejorar la competitividad de nuestra industria. Tenemos una visión de progreso e innovación, tenemos la misión de reestructurar positivamente nuestra industria y tenemos el compromiso de tomar las decisiones adecuadas y de actuar en colaboración con las autoridades públicas.
Los objetivos de Lisboa y la renovada atención que la Comisión está prestando a la política industrial europea, incluidas las políticas sectoriales, constituyen una buena oportunidad para tratar las preocupaciones de la industria química. Varios sectores industriales (concretamente las industrias aerospacial, textil, de construcción naval y farmacéutica) ya han empezado a analizar conjuntamente con la Comisión su entorno de negocio y las medidas políticas que podrían mejorar su competitividad.