¿Qué pintan los viajes espaciales?
Los diseñadores aeroespaciales acostumbran a usar componentes coloreados puesto que los trajes que llevan los astronautas en los paseos espaciales limitan su campo visual. Los colores brillantes se usan para distinguir los diferentes objetos, componentes o sistemas de la aeronave como, por ejemplo, un pasamano de una línea de fluido. En el interior de los vehículos espaciales, las partes coloreadas simplifican muchísimo los complicados controles y pruebas.
Desde la llegada del hombre a la luna en 1969, la colaboración de la química con el programa espacial ha continuado con la Estación Espacial Internacional (ISS) que se construye actualmente. Algunas empresas químicas con experiencia en este campo, como Clariant, están adaptando la tecnología de la anodización, utilizada en otros sectores, con el objetivo de desarrollar colores y acabados para una amplia gama de productos espaciales. La anodización o anodizado es un proceso electromecánico para cambiar las características físicas del aluminio que consiste en aplicar una corriente eléctrica en un baño de ácido sulfúrico que contiene el aluminio prefabricado.
Durante el proceso, es posible añadir químicamente colorantes especiales en los poros del aluminio, dando así al metal un acabado de larga duración y una gama de colores que incluyen las tonalidades champán, bronce y negro. La pintura sobre aluminio tiende a pelarse, sin embargo el aluminio anodizado no se pela porque el color es parte de la propia estructura de cada pieza, además, resiste la corrosión, el frío y el calor y el desgaste.
Durante años, el aluminio anodizado se ha utilizado en los automóviles y en los camiones diesel puesto que requiere menos maquinaria, es fácil trabajar con él y pesa mucho menos que otros materiales. El aluminio anodizado es tan resistente a la abrasión que la Nasa lo ha elegido como única alternativa para la codificación de colores en la Estación Espacial Internacional.