Microfrascos de perfume

Esferas transparentes e irisadas que destellan y parecen flotar, apretadísimas unas encima de otras. ¿Pompas de jabón? ¿bolas de cristal?, ninguna de las dos cosas. Son microcápsulas de plástico, no visibles a simple vista. El diámetro real de cada una de ellas es de unos cinco micrómetros, es decir, unas pocas milésimas de milímetro. Y la particularidad de estas diminutas esferas sólo se observa al microscopio: sus envolturas son finísimas, pero más sólidas que una película de agua jabonosa, transparentes y muy elásticas. La película que rodea la cápsula tiene sólo unos nanómetros de grosor y está formada por un plástico llamado poliurea.
Parece casi inimaginable que en las esferas quepa nada, sin embargo, en su interior residen minúsculas cantidades de un compuesto aromático. Al someterse a presión, la película estalla como si fuera un globo y libera su oloroso contenido. Esto ocurre, por ejemplo, con el fresco aroma Blue line que se desprende del asiento de cuero de un automóvil cuando un conductor se recuesta sobre él. Blue line es el nombre de una de las dos notas aromáticas que los especialistas en cuero de Bayer Chemicals han empaquetado en microcápsulas para pulverizarlas directamente sobre el cuero, finamente distribuidas en un líquido. La otra se llama Cuir naturelle vitessence y proporciona a los productos de cuero que hoy en día ya no pueden reconocerse por el olfato el olor familiar a cuero auténtico. Estos dos aromas son los primeros de la línea de producto Euderm que esta empresa química ha desarrollado para la industria del cuero.