La transición hacia fuentes de energía más limpias es vital para reducir las emisiones de gases defecto invernadero
La Química: motor de innovación y sostenibilidad
El Port de Tarragona y el Clúster ChemMed se encuentran al frente de la innovación y la sostenibilidad en la industria química. Con un compromiso firme para reducir la huella de carbono y adaptarse a los desafíos del cambio climático, están implementando soluciones tecnológicas avanzadas y prácticas sostenibles que están transformando la manera en que operan las industrias petroquímicas en el Camp de Tarragona.
El Clúster ChemMed lidera la transformación de la industria química mediante su plan estratégico, que busca conseguir la neutralidad climática y promover el desarrollo regional sostenible. Este plan, elaborado y presentado a finales de 2023, define cinco ejes principales para 2027: consolidarse como clúster, mejorar su imagen y reputación, impulsar el desarrollo de la región, alcanzar la neutralidad climática y reforzar las relaciones institucionales. Esto demuestra su compromiso con una visión a largo plazo para garantizar una industria química sostenible.

Transición energética y sostenibilidad
El Port de Tarragona está implementando un plan estratégico para 2040 que incluye inversiones significativas en la descarbonización y la transición energética. Este plan contempla la electrificación de infraestructuras portuarias, la instalación de paneles solares y la promoción del transporte ferroviario, con una inversión total de aproximadamente 60 millones de euros.

Protección de la biodiversidad y gestión del agua
En abril, el Port organizó un ciclo de reflexión sobre la gestión del agua, abordando la disponibilidad futura de este recurso y las medidas necesarias para asegurar su suministro. La construcción duna desaladora es uno de los proyectos clave en este ámbito.
Colaboración y desarrollo territorial
La química impulsa el progreso tecnológico y la sostenibilidad. Las iniciativas en curso en El Camp de Tarragona, lideradas por el Clúster ChemMed y el Port de Tarragona, son ejemplos claros de cómo la industria química se puede adaptar y liderar la transición hacia un futuro más sostenible. Con inversiones en tecnologías limpias, gestión del agua y protección de la biodiversidad, se está construyendo un camino hacia una economía más verde y resiliente.