Refrigeradores médicos fiables y conectados
Jacopo BETTIO, marketing specialist Refrigeration en Carel Industries
09/05/2024Por estos motivos, las normas del sector son especialmente estrictas y exigentes. Por ejemplo, para garantizar la conservación óptima de los productos (medicamentos, vacunas, muestras, sangre, plasma, etc.), es necesario controlar y registrar constantemente la temperatura en el interior de la unidad, incluso en caso de apagón. Esto permite recoger informes de cualquier situación en la que la temperatura esté fuera de los límites exigidos.
Así, los fabricantes de refrigeradores médicos invierten en el desarrollo de unidades de alto rendimiento capaces de satisfacer las necesidades específicas de este nicho de mercado, en el que los usuarios finales exigen principalmente fiabilidad y facilidad de uso. En este escenario tan competitivo, los controladores electrónicos pueden marcar una gran diferencia.
Todas las unidades de refrigeración dependen de sistemas de gestión de la temperatura, normalmente controlados por termostatos, ya sean mecánicos o electrónicos. Los controladores electrónicos ofrecen una ventaja significativa en aplicaciones de refrigeración al combinar varias funciones en un solo dispositivo. Anteriormente, tareas como el control de la temperatura y las notificaciones de alarma requerían dispositivos separados.
Con los sistemas de control electrónico, todo, desde la gestión del compresor, el evaporador y los ventiladores del condensador hasta el control de los componentes auxiliares, se puede manejar sin problemas con un solo controlador electrónico.
Además, estos sistemas pueden detectar y alertar a los usuarios sobre cualquier desviación de los rangos de temperatura deseados, al mismo tiempo que almacenan datos operativos vitales. Esto incluye temperaturas del compartimento, de la habitación o del producto, y también métricas como aperturas de puertas, ciclos del compresor y tiempo de ejecución, todas esenciales para el análisis de diagnóstico y la optimización del sistema.
Algunos controladores electrónicos se destacan por agregar, además de funciones básicas de registro de datos, características más avanzadas para facilitar las operaciones diarias y al mismo tiempo cumplir con las regulaciones de la industria.
Por ejemplo, las tecnologías NFC y Bluetooth para la conectividad local permiten que tanto los usuarios finales como las empresas de servicios accedan a datos y se comuniquen intuitivamente con el refrigerador a través de aplicaciones móviles. En los casos más virtuosos, el controlador electrónico registra en su memoria interna los registros de temperatura y luego pone a disposición informes completos de temperatura de almacenamiento, que el operador puede exportar rápidamente a través de una aplicación, eliminando así todos los procedimientos manuales relacionados con cuestiones reglamentarias.
Al mismo tiempo, la interacción con el armario refrigerado se puede simplificar aún más a través de controladores electrónicos que cuentan con teclados fáciles de usar con botones dedicados para recordar la temperatura máxima y mínima en el intervalo más reciente y restablecer rápidamente los valores anteriores.
Los fabricantes también están cada vez más interesados en el desarrollo de soluciones digitales que centralicen y procesen datos de las unidades instaladas en campo. Gracias a las puertas de enlace dedicadas conectadas a controladores electrónicos, los fabricantes pueden monitorizar y, en ocasiones, tomar medidas sobre todos los activos conectados a través de portales en la nube fáciles de usar. La creación de estas soluciones conectadas “del campo a la nube” permite a los fabricantes no solo recopilar datos útiles sobre el rendimiento de las unidades, sino también ofrecer más valor al usuario final (generación automática de informes de cumplimiento normativo, notificaciones de alarma, control remoto de la unidad…) y garantizar un alto nivel de servicio gracias a la resolución en remoto de problemas y al mantenimiento preventivo.
Para ello, algunos controladores electrónicos están equipados con módulos de puerto de batería de respaldo dedicados que pueden integrar la gestión de una batería externa sin necesidad de dispositivos de recarga adicionales.
La fiabilidad y la durabilidad también se pueden mejorar a través de funciones de software avanzadas que tienen como objetivo proteger los componentes principales del refrigerador, extendiendo así la vida útil de toda la unidad. Por ejemplo, es posible incorporar en el controlador algoritmos específicos que impidan que el compresor funcione con voltajes de suministro de energía fuera de rango o que reduzcan el riesgo de soldadura de los contactos del relé.
En conclusión, parece evidente que equipar los refrigeradores médicos con controladores electrónicos de última generación es fundamental para garantizar condiciones óptimas de almacenamiento de productos sensibles como medicamentos, vacunas y otras sustancias orgánicas. Estos dispositivos, además de gestionar las funciones clásicas de control de temperatura, también proporcionan registros de temperatura, informes de alarmas y comunicación con sistemas de supervisión integrados. Además, los controladores electrónicos más avanzados permiten la gestión de múltiples circuitos en cascada, cubriendo así aplicaciones especiales que requieren temperaturas muy bajas (-86°C, típicas de algunas vacunas Covid19).