Un Green Deal Industrial Plan más ambicioso para una industria europea más competitiva
La Comisión Europea ha anunciado recientemente el GDIP (Green Deal Industrial Plan) como respuesta a la Inflaction Reduction Act (IRA), iniciada por la administración estadounidense en agosto de 2022, que comprometerá un gasto de 437.000 millones de dólares en los próximos diez años en EEUU, de los cuales 369.000 se concentrarán en un programa de acción climática mediante créditos fiscales y ayudas directas.
Esto influirá de manera clara en las decisiones de inversión de los principales sectores industriales de alta intensidad poniendo en riesgo, tanto las futuras inversiones, como la continuidad de las cadenas de suministro.
El GDIP se ha cimentado en cuatro pilares:
1. Marco regulatorio previsible y simplificado.
2. Acceso más rápido a financiación en igualdad de condiciones.
3. Competencias y Cualificaciones necesarias para abordar la transición.
4. Comercio abierto para unas cadenas de suministro resilientes.

Si bien el sector químico, a través de su patronal Feique, valora positivamente la intención del GDIP, considera que puede ser más ambicioso incorporando reformas claras que doten de mayor competitividad a la industria europea:
- Una reforma estructural del mercado eléctrico con más energía a plazo a precios regulados.
- Mayor apoyo al desarrollo del autoconsumo industrial.
- Garantizar un marco de evolución estable y a largo plazo de tecnologías renovables sustitutivas de los combustibles fósiles (H2, bio CH4, gases renovables, ecocombustibles neutros en emisiones).
- Revisar el funcionamiento del mercado de derechos de emisión para limitar acciones que distorsionan el precio.
- Impulsar de forma homogénea la captura, almacenamiento y utilización del CO2 como materia prima.
- Potenciar la explotación de materias primas y minerales críticos y estratégicos. Los objetivos 2030 de extracción (10% de las necesidades) son claramente insuficientes y no permitirán reducir nuestra dependencia de terceros países.
- Promover el liderazgo tecnológico e industrial europeo mediante programas de apoyo a la I+D+i en tecnologías clave para la transición energética y digital.
- Agilizar los procedimientos técnicos y administrativos para la puesta en marcha de plantas industriales. Tan solo en España los múltiples procedimientos triplican los plazos establecidos.
- Flexibilizar el marco europeo de ayudas en aspectos clave para la competitividad tecnológica e industrial, garantizando la equidad y homogeneidad en la UE, para evitar la ruptura del mercado único.