El director general de Tresca Ingeniería, Francisco Carro de Lorenzo, ha impartido la conferencia ‘El amoniaco como vector energético para transporte y almacenamiento de hidrógeno’
Ventajas del amoniaco como vector energético para lograr la descarbonización de la industria
Francisco Carro de Lorenzo, director general de Tresca Ingeniería, ha ofrecido este miércoles, en la sede del Instituto de la Ingeniería de España en Madrid, la conferencia ‘El amoniaco como vector energético para transporte y almacenamiento de hidrógeno’, organizada por la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías de ICAI. Una charla cuyo principal objetivo ha sido mostrar las propiedades y ventajas competitivas del amoniaco como vector energético que facilitará la descarbonización de la industria y mejorará la gestión de las energías renovables.

Francisco Carro de Lorenzo durante la conferencia.
Así, el director general de Tresca Ingeniería ha explicado que “el hidrógeno del agua y el nitrógeno del aire tienen la posibilidad de combinarse para transportar energía de manera más sencilla y eficiente cuando se unen en amoniaco que otros posibles vectores energéticos”. Esto es debido a que la densidad energética del amoniaco es mucho mayor que la del hidrógeno (las calorías por metro cúbico aumentan considerablemente) y se necesita, por tanto, menos espacio para almacenar energía. Esta propiedad abre la puerta al uso del amoniaco como combustible en transportes de grandes masas a largas distancias, como es el caso del transporte marítimo, donde ya se están probando motores para sustituir el fuel oil de los barcos por amoniaco mezclado con otros combustibles (combustibles fósiles, biocombustibles o el propio hidrógeno).
La base de todo este desarrollo, según ha indicado Carro en la conferencia, es que el amoniaco se puede producir sin necesidad de usar combustibles fósiles (hoy se emiten entre 1,6 y 2,3 toneladas de CO2 por cada tonelada de CO2 producido), lo que permitirá reducir la huella de carbono en la industria y posibilitar, de este modo, su proceso de descarbonización. Francisco Carro ha explicado que “el amoniaco se puede producir ahora mismo con hidrógeno y nitrógeno a partir del uso de fuentes renovables: la energía solar o la fotovoltaica. De esa forma se generan tanto hidrógeno como nitrógeno sin necesidad de lanzar emisiones de CO2 a la atmósfera. Y con nitrógeno e hidrógeno verdes se produce amoniaco libre de emisiones de CO2, es decir, amoniaco verde”.

La jornada ha tenido lugar en el Instituto de la Ingeniería de España.
Proceso
El uso en la industria
“Ahora mismo, el amoniaco se está usando en un 80% para la industria de los fertilizantes, pero también hay una parte importante que se destina a fabricar plásticos, en la industria farmacéutica (precursor de los aminoácidos), para producir explosivos, líquidos de limpieza y desinfección, tintes, refrigerante o para la reducción de emisiones de los óxidos de nitrógeno (NOx): en los procesos de combustión de calderas o hornos industriales o a la salida de los motores de los coches el amoniaco se emplea para reducir las emisiones de NOx y convertirlas en N2 inerte”, señalaba el director general de Tresca Ingeniería.
Tales usos demuestran que “la industria del amoniaco está muy bien establecida y sus procesos y cadena logística son fuertes seguras y fiables”, ha añadido Carro, quien también ha precisado que, actualmente, ya “se puede emplear los conocimientos y la infraestructura de la industria del amoniaco para desplegar la futura industria verde basada en el hidrógeno almacenado en forma de amoniaco”.