Entrevista a Carlos Ferrer, director comercial de Pirobloc

Javier García15/06/2007

“Pirobloc se expande en el campo de la energía solar termoeléctrica”

Desde hace ya 30 años, la empresa catalana Pirobloc se dedica al diseño, fabricación e instalación de calderas y equipos de aceite térmico. También dispone de asistencia técnica, y realiza balances energéticos y legalizaciones, es decir, todo lo relacionado con temas legales como retimbrado y revisiones. Según explica su director comercial, Carlos Ferrer, la empresa se centra en “todas las actividades que comprenden la tecnología de aceite térmico”. Desde hace un tiempo Pirobloc desarrolla un proyecto de energía solar termoeléctrica, algo “muy novedoso” en el área de las energías renovables.

Carlos Ferrer, director comercial de Pirobloc.

¿Qué aplicaciones tienen sus máquinas?

Son muy diversas. Trabajamos para todos los sectores: químico, petroquímico, alimentario, hostelería, industria del plástico, automoción, textil y energías renovables, entre otros.

¿Qué ventajas aporta una caldera de aceite térmico Pirobloc frente a la de vapor tradicional?

Con el aceite térmico se ahorra hasta un 20 por ciento de combustible. Además, nuestras calderas son de alto rendimiento y trabajan sin purgas. Otra ventaja es que se simplifica bastante todo lo que hace referencia al tema legal: nuestros equipos pueden trabajar hasta 350 grados prácticamente sin presión, por lo que el cliente no está obligado a construir una sala de calderas con muros de contención que respeten las distancias, entre otras obligaciones, que la ley impone en la caldera de vapor. Además, al trabajar sin agua, no están sujetas a la oxidación o la corrosión. Por tanto, desde el punto de vista de mantenimiento, son equipos mucho más simples y compactos.

Antes comentaba que Pirobloc trabaja también con energías renovables...

Sí, en este sector estamos en fase de expansión. En lo que se refiere al apartado de aceite térmico, el año pasado, por ejemplo, realizamos una instalación completa llaves en mano para el procesado de biodiésel. Nos ocupamos del calentamiento de diferentes fases de proceso (columnas de destilización, reactores, ...). Se trata de calentamientos indirectos de diferentes productos, donde el aceite térmico es particularmente indicado. Además de aplicaciones en biocombustibles (biodiésel y bioetanol), y dentro del marco de las energías renovables, estamos desarrollando una nueva línea de negocio para la realización de proyectos de energía solar termoeléctrica, un tema relativamente nuevo, en el que también el aceite térmico es apropiado

Y con respecto a la energía solar termoeléctrica, ¿tienen alguna aplicación en funcionamiento?

No, de momento no. Aunque tenemos clientes potenciales, hasta ahora sólo es un proyecto. Este tipo de energía es algo muy novedoso. De hecho, creo que sólo hay una instalación de esta características en España. Hay tres tipos de energía solar: la fotovoltaica, la térmica y la termoeléctrica. Las dos primeras son más de dominio doméstico. Nuestra focalización se centra en la última, la más industrial, la energía solar termoeléctrica, que produce energía eléctrica a partir de la energía solar. Se trata de captar la energía solar, almacenarla en las células, calentar aceite térmico y producir vapor que alimente una turbina de generación eléctrica.

¿Cuáles son las perspectivas futuras de Pirobloc?

Ahora nos estamos centrando en este tipo de instalaciones termoeléctricas. En cuanto a nuestras metas geográficas, nuestro objetivo a corto plazo es consolidar los mercados de Rusia, Francia y Méjico, donde ya tenemos presencia. A medio plazo, nuestras miras se centran en países como Irán, Reino Unido y Portugal.

Una de las calderas de Pirobloc.

Pirobloc tiene su sede en Montcada i Reixac,

en la provincia de Barcelona.

Pirobloc ha fabricado unas 900 instalaciones en todos los sectores y en todo el mundo, para empresas como Exxon, Agip, Arkema (Grupo Total), Cepsa, Hoteles Meliá, Hoteles Barcelò, Grupo Antolín, Nestlé, Panrico, Pepsico, Henkel, Derbi, y Siemens, entre otros muchos.

A principios de año se incorporó Armand Vargas, como nuevo director general, en sustitución de Josep Soler, socio fundador de la empresa. En la actualidad, la compañía cuenta con unos 40 empleados, y con una oficina comercial, dos plantas de fabricación y una de almacén en Montcada i Reixcach, en la provincia de Barcelona. La empresa está estudiando la posibilidad de crear un laboratorio de análisis de aceite térmico, que les permitiría conocer el estado de los fluidos en las máquinas de nuestros clientes, así como medir parámetros de densidad y viscosidad.