Solar Impulse aterriza en Sevilla

El avión Solar Impulse 2 (Si2), propulsado exclusivamente por energía solar, ha aterrizado en Sevilla después de una travesía trasatlántica de más de 70 horas de vuelo (tres días y sus tres noches), con cero combustibles y cero emisiones.
Desde que Solvay se convirtió en el primer socio tecnológico del proyecto Solar Impulse, hace 12 años, sus equipos de investigación e innovación han sido esenciales para reducir al mínimo el peso de la aeronave y en la maximización del almacenamiento de la energía, permitiéndole volar durante la noche. Solvay ha creado 15 innovadores productos que han sido aplicados en más de 6.000 piezas que ayudan a la generación y almacenamiento de la energía, optimizan el consumo de combustible y aportan ligereza a la estructura del avión.

En concreto, las contribuciones de Solvay se han materializado en las siguientes áreas:
- Captura de energía: en la creación de películas para proteger las células fotovoltaicas y para el relleno de los huecos entre las placas.
- Almacenamiento de energía: optimizando la densidad de la energía y reduciendo el peso de las baterías de litio.
- Estructura: en el diseño de los soportes del larguero de las alas y el aislamiento de la cabina.
- - Sustitución del metal: en los tornillos de las alas, en los cilindros neumáticos que protegen el tren de aterrizaje, en los instrumentos de vuelo de cabina y en los clips que soportan las luces en la parte delantera de las alas.
- Otros, como la lubricación de los motores, la fibra inteligente para la confección de la ropa de los pilotos y la estructura del hangar móvil inflable.