La Gestión de la Cadena de Suministro (GCS): Oportunidades para Europa


Enfoques eficientes
Así, las cadenas de suministro de la industria de transformación están cobrando cada vez más importancia. Si bien los expertos estiman que los gastos de logística equivalen a un 10 por ciento del total, si se tiene en cuenta el valor neto añadido, estos costes resultan ser mucho más elevados en la industria química, llegando hasta un 37 por ciento, en comparación con otras industrias (por ejemplo, el 28 por ciento de la industria automovilística). Esto se debe en gran medida a que el precio por tonelada de un producto químico es relativamente bajo, mientras que los costes de transporte, almacenamiento y protección son muy altos por tratarse a veces de materiales peligrosos. Un estudio llevado a cabo conjuntamente por el Cefic y la EPCA (Asociación Petroquímica Europea) afirma que bastaría con una mejora del 3-5 por ciento en la cadena de suministro para incentivar notablemente la competitividad de las empresas químicas.
Las cadenas de suministro lineales se tienen que transformar ahora en redes logísticas adaptables vinculando a los socios comerciales a diversas escalas. En este sentido, para poder tomar decisiones oportunas y bien fundadas, se requiere un flujo de información sin obstáculos. Esto es más fácil de decir que de hacer, ya que las nuevas estructuras empresariales europeas dificultan cada vez más el acceso al laberinto de la información, con todo lo que ello implica para el sistema de planificación.
Apenas si quedan empresas que sigan llevando a cabo toda la cadena de procesos. Las fases intermedias que antes se controlaban internamente son gestionadas ahora por antiguos competidores. Además, es necesario incorporar nuevas plantas de producción, lo que significa tener que disponer de una capacidad de producción superior cuando los intercambios de productos que hay que realizar son delicados. También se le da más importancia al cliente. La mediana empresa fabricante de productos de química fina, al igual que los gigantes de la química, han de prestar más atención a las necesidades de sus clientes. Llevará ventaja quien mejor conozca las exigencias de los clientes y pueda entregar a tiempo productos personalizados. A menudo se habla de la necesidad de lograr un grado de suministro cercano al 100 por ciento en la industria química y en la industria química fina.
Como es extremadamente complicado predecir la evolución de algunos productos, conviene tener almacenado un volumen prudencial de existencias de seguridad. El ejemplo del retraso de las vacunas de la gripe que se produjo en el otoño de 2005 en Alemania demuestra que éstas no son siempre suficientes. Por motivos imprevistos, una cepa de bacteria tardó en multiplicarse el doble de tiempo de lo normal, y muchos pacientes tuvieron que esperar durante más de un mes la vacuna.
En el pasado sólo había dos maneras, si bien muy costosas, de satisfacer las exigencias de los clientes. Por motivos de flexibilidad, se ampliaban las reservas y se aumentaba la capacidad de producción. Los almacenes suelen inmovilizar un capital de varios millones de dólares en una región y los aumentos de capacidad en la industria química casi siempre conllevan nuevas y elevadas inversiones.
Coordinar el flujo de material a mayor escala
Los sistemas de planificación de la producción convencionales se ven a menudo desbordados con estas complejas etapas de planificación. Mientras que los programas ERP (Planificación de Recursos Empresariales) controlan todas las áreas de fabricación y ventas, gestión y finanzas y recursos humanos, los sistemas GCS analizan los datos que les llegan de los sistemas ERP. Esto supone que también se puede utilizar la información sobre la gestión empresarial durante la fabricación. Aquí están englobadas las relaciones entre la empresa y el cliente, la capacidad de producción global y las previsiones de demanda del producto

Las estructuras de proceso específicas retrasan la migración de software
Los sistemas extremadamente complejos de la industria de transformación se caracterizan por unos elevados costes de producción fijos. Se suelen dar fases iniciales prolongadas, una fase intermedia de almacenamiento y plazos de entrega amplios. La peculiaridad de la industria química es que la producción se organiza por lotes y no por unidades. Y mientras la industria de producción a menudo puede satisfacer el aumento de la demanda añadiendo otro nivel, desarrollar la capacidad en la industria química es casi siempre sinónimo de ampliar la planta, lo cual es caro y lleva su tiempo. Convertir ciertas características de la industria química en una aplicación de software presenta dificultades. Por poner un ejemplo, ¿cómo se puede programar una aplicación para que entienda que un proceso a veces puede concluir con un 38% de beneficios y a veces con un 43% en las mismas condiciones? Estas fluctuaciones pueden tener su origen en la calidad variable de las materias primas. Además, a veces las anulaciones no son sino la venta de un producto distinto con otras características de calidad. Los procesos alternativos suponen a menudo no sólo la puesta en marcha de una nueva herramienta, como sucede en la industria de la producción, sino de todo un proceso nuevo. Las materias primas, las plantas, el personal, etc., son factores de los que todo depende.
Las enormes cantidades de datos que agrupan las numerosas redes existentes ralentizan el tiempo de reacción de un programa. Las actualizaciones son llevadas a cabo frecuentemente por ordenadores centrales que procesan los datos por la noche. Como consecuencia de ello, cada central se organiza independientemente, como sucedía antes. Por eso, a menudo se producen retrasos en las comunicaciones de más alto nivel entre las instalaciones. Algunos usuarios exigen en consecuencia que estos sistemas funcionen en tiempo real, lo cual resulta útil únicamente si la organización se basa en el mismo principio. En la práctica, no obstante, sucede que en muchas empresas el equipo de planificación sólo se reúne cada dos semanas, por lo que no sirve de nada tener un sistema GCS en tiempo real.
Los sistemas GCS han de superar otra dificultad. La industria farmacéutica no es la única responsable de sus productos. La industria química se enfrenta asimismo al problema de la trazabilidad. La FDA no sólo establece globalmente los requisitos relativos a la gestión de calidad y de lotes, sino que hace ya tiempo que determina la validez de los sistemas de TI. Por consiguiente, las industrias químicas y farmacéuticas aguardan la aparición de sistemas de TI que puedan ser integrados al más alto nivel, es decir, a escala interregional y transfronteriza.
GCS es más que un programa software
Por ejemplo, puede entregarse un producto de una calidad demasiado alta, y a su vez es fácil entregar ciertos productos con una semana de retraso. El éxito de una planta, y a veces la bonificación de su director, están sujetos a menudo a su capacidad y no al hecho de que el cliente reciba la mercancía a tiempo. Con esta nueva flexibilidad se pueden planificar mejor las plantas: lo que importa es la confianza del cliente. En el futuro, por consiguiente, cada vez cobrarán más importancia los principios de colaboración tales como el Inventario Gestionado por el Proveedor (VMI, es decir, el control independiente de la logística de suministro por parte del proveedor).
Los criterios de suministro tradicionales se basan en los pedidos de los clientes. El departamento de ventas en cuestión procesa el pedido y transmite la información al de producción, que acto seguido planifica su capacidad y fabrica la cantidad requerida. El concepto de Inventario Gestionado por el Proveedor (VMI, según sus siglas en inglés), por su parte, se basa en el control permanente de las reservas que el proveedor tiene en el almacén del cliente (por ejemplo, mediante los niveles de los depósitos), en la previsión de pedidos y en un pedido independiente (cuando el contenido de las reservas de los depósitos baja hasta ciertos mínimos).
La producción ya no está condicionada por cada pedido, sino por un plan de comercialización a más largo plazo. Para el cliente, una reducción de los plazos de entrega significa poder tener niveles de existencias más bajos y por tanto seguir controlando sus activos circulantes. Con ello disminuyen los gastos administrativos y de eliminación de materias primas. En ese caso, el departamento de logística del fabricante químico está en contacto con el departamento de logística del cliente. La producción se flexibiliza al tiempo que se reducen los gastos de almacenamiento,
Sin embargo, es necesario mantener una estrecha relación con el cliente desde que se empiezan a utilizar estos sistemas. Aunque los clientes pudiesen adquirir dicho producto VMI más barato en el mercado libre, prefieren utilizar un método comprobado y fiable desde el punto de vista de la infraestructura y el procesamiento.

Los acuerdos SWAP suponen un intercambio de materias primas más rápido con otros fabricantes o con otras refinerías. De este modo, los gastos de transporte de crudo y de distribución se minimizan y se reducen los plazos de entrega. Aunque muchas de las grandes empresas petroleras también tienen un departamento de química, hasta la fecha ninguna ha sido capaz de introducir en la industria química este sistema, que sólo funciona en casos de emergencia. Sin embargo, el sector químico podría aprovechar la gran oportunidad que ofrecen dichos acuerdos para recortar sus costes de logística.
Los gastos de transporte
Por ello, parece que es una necesidad urgente la reestructuración de los sistemas de carga y transporte, por ejemplo, de los envases reutilizables de alta calidad. La logística química, en concreto, utiliza envases complejos y, por tanto, de coste elevado. En logística, las etiquetas RFID permiten modificar o eliminar datos durante el proceso. Con ello se ahorran gastos de impresión y reetiquetado. Se pueden registrar los datos relativos al lugar y tiempo de almacenamiento de los envases para identificar los productos así como hacer un seguimiento y una supervisión de su temporización y ubicación. Los registradores electrónicos se pueden integrar y adaptar en los envases y palés reutilizables.
A cada sector industrial, lo suyo
Según la consultoría Miebach, de Fráncfort, muy pronto las cadenas de suministro de la mayoría de las empresas farmacéuticas van a dejar de exigir el esfuerzo conjunto del cliente, incluso de los clientes más importantes. Parece que este hecho tenía su origen en el conflicto tradicional entre la industria y el comercio al por mayor. Sin embargo, las empresas están buscando nuevas vías para mejorar su eficiencia en el proceso de distribución, por lo general integrando los conceptos logísticos nacionales y regionales en toda Europa, tales como el de la contratación externa.