La Unión Europea aprueba el Reach

La carga de la prueba recaerá en adelante en la industria, que tendrá que demostrar que las sustancias que fabrica no son peligrosas para poder comercializarlas.
Tanto la Comisión como la mayoría de los Estados miembros subrayaron que se trata de un “compromiso equilibrado” entre la protección de la salud y del medio ambiente y la necesidad de mantener la competitividad de la industria europea.
El vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Industria y Empresa, Gunter Verheugen, señaló que la nueva legislación afectará directamente a 27.000 empresas europeas e indirectamente a muchas más. De ellas, el 96 por ciento son pequeñas y medianas empresas, y por ello Verheugen se felicitó por los cambios introducidos para reducir costes durante la tramitación de Reach.
La aprobación del registro ha sido calificado por el responsable de Medio Ambiente, Stavros Dimas, de un “gran éxito”" para la salud de los ciudadanos y para el medio ambiente. La nueva legislación, afirmó, permitirá reducir la incidencia de la infertilidad, el cáncer, las enfermedades de la piel o los desordenes neurológicos.
Reducción de requisitos
Para los productos que se fabrican en volúmenes comprendidos entre 10 y 100 toneladas al año, el compromiso permite prescindir de tres test que eran muy caros, aunque se podrán requerir estudios adicionales dependiendo del riesgo.
En total, se podrían ahorrar hasta 140.000 euros por registro. Además, se podrá reducir el número de análisis para las sustancias que no está previsto que entren en contacto con las personas.
Para garantizar el principio de “una sustancia, un registro”, las empresas deberán compartir información, motivo por el cual se refuerzan las exigencias de confidencialidad, para que la revelación de sustancias no suponga pérdidas económicas ni afecte a las patentes.
Uno de los puntos más polémicos del nuevo reglamento es el régimen de autorización de las sustancias más peligrosas, como las cancerígenas o las bioacumulables. Finalmente, los Veinticinco han aceptado que estas sustancias se autorizarán sólo cuando el fabricante pueda garantizar que están adecuadamente controladas, o cuando los beneficios socioeconómicos de su utilización sobrepasen a los riesgos.
En términos generales, los Veinticinco han “descafeinado” considerablemente las propuestas iniciales del Ejecutivo comunitario con el objetivo de reducir los costes para las empresas, que se habían opuesto con fuerza a Reach. Así, se reducen las exigencias de información para las sustancias producidas en pequeñas cantidades (entre una y 10 toneladas y entre 10 y 100 toneladas), salvo en aquellas que se sabe ya que son peligrosas.
Asimismo se ha adoptado el principio de “una sustancia, un registro”, que obligará a compartir datos a las empresas que quieren registrar un mismo producto. No obstante, se contemplan excepciones para proteger la confidencialidad de determinadas informaciones.
Próximas etapas
Opiniones para todos los gustos
Por su parte, el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, destacó que con las enmiendas aprobadas la cámara “ha sabido estar a la altura de las circunstancias y tomar decisiones responsables respecto a la protección de la salud de nuestros ciudadanos y la competitividad de nuestra industria”. Vidal-Quadras subrayó también el éxito del esfuerzo desplegado por el PP para excluir parcialmente del sistema Reach a sectores clave de la industria española, como el cemento, el acero y las fritas cerámicas, que además ya estaban regulados por otras directivas europeas de salud pública y protección de los trabajadores.

“Pretendemos proporcionar un elevado nivel de protección de la salud humana y el medio ambiente, tanto para la generación actual como para las próximas, y al mismo tiempo garantizar un buen funcionamiento del mercado interior y la competitividad de la industria química, alentando el desarrollo de sustancias más seguras”, afirmó Sornosa.
Los verdes votaron contra el compromiso porque consideran que descafeína las propuestas originales de la Comisión y deja fuera al 90 por ciento de las sustancias producidas entre 1 y 10 toneladas, con lo cual empeora la legislación existente para los productos químicos nuevos. Finalmente, y a pesar de las críticas al texto, los representantes de Izquierda Unitaria votaron mayoritariamente a favor al considerar que “es mejor un Reach débil que un no Reach”