El polígono de Huelva incrementa su ritmo inversor
Ferraro destacó además que el 12,7 por ciento de la inversión se destinó a la producción medioambiental y el 85,8 por ciento a la construcción o ampliación de procesos productivos, muy particularmente a los relacionados con la generación de la energía eléctrica.
La inversión acumulada desde 1990 asciende a 2.422 millones de euros, revelando el “constante esfuerzo modernizador, productivo y medioambiental” de las empresas, así como la idoneidad de esta localización industrial.
De ese total y desde 1993, la protección ambiental ha sido el destino de 360,6 millones de euros, sin incluir la totalidad del componente ambiental de algunas ampliaciones o mejoras del proceso de producción. Por otra parte, la inversión en seguridad y salud laboral de los seis últimos años asciende a 37,3 millones de euros. Sus resultados se traducen, entre otros extremos, en unas tasas de siniestralidad laboral sumamente reducidas.
Los recursos destinados a I+D en los últimos doce años (casi 23 millones de euros) no son muy importantes respecto a la inversión total, pero responden a que la tecnología se ofrece al mercado industrial a través de los nuevos equipos y procesos que la incorporan, antes de ser generada internamente.
Valor de la producción
Las actividades incluidas en refino de petróleo y gas son las más importantes (44%) habiendo crecido en su participación, seguidas de productos químicos básicos (23%) y minerales y metales (21%), fertilizantes (6%), pasta de papel (4%) y, finalmente, energía eléctrica (2%), donde se incluye la venta de los excedentes producidos mediante cogeneración y el inicio de la producción en una de las nuevas centrales.
El valor y el peso relativo de estas producciones, dado que se encuentran en situación de competencia abierta, es sensible a las variaciones de los precios en los mercados internacionales, algunos de los cuales se caracterizan por su volatilidad como es el caso del petróleo y del cobre, entre otros.
Empleo en ascenso
El moderado número de contratos temporales, sólo 244, en relación con el volumen de producción y el total de empleo en plantilla es un indicador de la estabilidad de los puestos de trabajo.
La permanente actividad de las empresas auxiliares, consustancial a la industria moderna, aumentó en 2004 con el consiguiente crecimiento de su empleo: 2.792 personas frente a 2.151 en 2003. Por otra parte, algunas de las empresas asociadas se apoyan en otras empresas filiales que también desarrollan actividades en la provincia, habiendo empleado a 407 personas en 2004.
El salario promedio por empleado, 35.600 euros, muy próximo al promedio del sector en la UE-15, es más elevado que el de la industria española y significativamente superior al promedio del mercado de trabajo nacional.