La prevención, clave en la seguridad química
Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Se ha calculado que cada año salen al mercado unos 100.000 productos químicos nuevos, y que se utilizan cerca de 100.000 sustancias químicas a escala mundial. En general, los productos químicos se encuentran mezclados en los productos comerciales. En los países más industrializados, existen entre uno y dos millones de productos de ese tipo y de nombres comerciales. El aumento de las sustancias y de la producción conlleva un mayor incremento del almacenamiento, transporte, manejo, uso y eliminación de productos químicos.
Muchas sustancias que se utilizan de forma habitual en el trabajo contienen productos químicos que, si no se manejan correctamente, pueden provocar daños.
La OIT estima que de los 2 millones de accidentes laborales que se producen cada año, 439.000 se deben a productos químicos, y que, de los 160 millones de casos de enfermedades relacionadas con el trabajo, 35 millones están originados por esos productos. La preocupación generalizada con respecto a los accidentes y las enfermedades relacionadas con el trabajo derivadas del uso de productos químicos está aumentando debido al rápido incremento del repertorio de productos químicos de uso comercial, en especial en los países en desarrollo, en los que a menudo se carece de medidas de control adecuadas.
Accidentes graves
En 2004, se cumplen 20 años del accidente de Bhopal, uno de los peores desastres industriales químicos de todos los tiempos. La noche del 2 de diciembre de 1984, un escape de gas provocó la expansión de una nube letal por la ciudad de Bhopal, en el centro de la India, que acabó con la vida de 2.500 personas y causó daños a más de 200.000 en el espacio de pocas horas. El accidente se produjo por una reacción descontrolada en uno de los tanques en que se almacenaba isocianato de metilo. El tanque de almacenamiento en cuestión, que contenía cerca de 42 toneladas de ese compuesto, utilizado para fabricar plaguicidas, estalló y vertió a la atmósfera isocianato de metilo y otros productos químicos descompuestos.
Aunque las protestas manifestadas después de Bhopal dieron lugar a que se prestara más atención a los riesgos que comportan los productos químicos, las posibilidades de que se produzcan accidentes graves no han desaparecido y no se limitan al mundo en desarrollo. Hace poco, en septiembre de 2001, en una explosión ocurrida en una fábrica de fertilizantes de Toulouse (Francia) murieron más de 31 personas y más de 2.400 resultaron heridas. Entre los elementos de una cultura de la seguridad sólida, debería incluirse el fortalecimiento del sistema de prevención de esos accidentes graves y el fomento de un uso seguro de los productos químicos en general.
Instrumentos y herramientas de la OIT para la seguridad química
En el convenio sobre los productos químicos, 1990 (núm. 170) se prevé el establecimiento de un sistema nacional mediante el cual los proveedores proporcionen información a los usuarios sobre los productos químicos en el contexto de una política nacional coherente sobre la seguridad y utilización de esos productos en el trabajo. La información es un aspecto clave del logro de medidas preventivas fructíferas en los lugares de trabajo porque el primer paso para evitar un peligro es reconocer la existencia de un riesgo. En el convenio se exige que los proveedores de productos químicos y los empleadores transmitan la información a través de un sistema nacional de clasificación y etiquetado. Además, en el instrumento se establece la responsabilidad de los empleadores en la formación de los trabajadores y las medidas de control operativo, como el contacto con productos químicos en el lugar de trabajo.
El objetivo del convenio sobre la prevención de accidentes industriales mayores, 1993 (núm. 174) no sólo es evitar que se produzcan accidentes graves con sustancias peligrosas, sino también reducir las repercusiones de esos accidentes. El convenio exige a los Estados que lo hayan ratificado que, en consulta con otras partes interesadas de su país, establezcan una política nacional coherente que prevea la identificación y notificación de las instalaciones expuestas a riesgos de accidentes mayores y mecanismos para tomar decisiones responsables acerca de la ubicación de dichas instalaciones. El hecho de proporcionar información al público y a los trabajadores es un elemento clave, ya que la responsabilidad de establecer y mantener un sistema de control de riesgos de accidentes graves recae en los empleadores
Las Fichas Internacionales de Seguridad Química (FISQ) se establecieron como referencia internacional de la información sobre seguridad química. En ellas se resumen con claridad datos fundamentales sobre seguridad y salud relacionados con las sustancias químicas, y están pensadas para que las utilicen los trabajadores de las fábricas y los encargados de la seguridad y salud en el lugar de trabajo.
Actualmente, las tarjetas se están armonizando con las clasificaciones del GHS. En estos momentos, se pueden consultar de forma gratuita en internet unas 1.300 FISQ en 16 idiomas distintos. Se calcula que cada año se descargan más de 1,5 millones de tarjetas, lo que pone de manifiesto su gran impacto y utilidad.

En el caso de los países que ya tienen sistemas nacionales de clasificación y etiquetado, el hecho de adoptar el GHS y examinar otras medidas preventivas descritas en el convenio sobre los productos químicos lo antes posible reforzará los sistemas nacionales existentes y contribuirá a establecer una alianza mundial en favor de la seguridad de esos productos. Habida cuenta del aumento del comercio transfronterizo de productos químicos, la adopción del GHS ayudará a mejorar las medidas de seguridad aplicables a esos productos, ya que el sistema ofrece información oportuna que puede intercambiarse con facilidad a escala internacional. El compromiso de los gobiernos con los convenios relacionados con los productos químicos y con el GHS debe estar respaldado por la legislación nacional y por una aplicación efectiva. Esta última tarea suele recaer en las inspecciones del trabajo, que deberían dotarse de recursos adecuados para eso y para proporcionar asesoramiento e información sobre la manera de cumplir la legislación nacional.
Puesto que siguen produciéndose accidentes industriales graves con productos químicos peligrosos en todo el mundo, es preciso que tanto los países desarrollados como los países en desarrollo analicen los sistemas de control de riesgos de gran alcance vigentes para intensificar aún más las medidas preventivas. A tal fin, la OIT ofrece toda una serie de instrumentos y herramientas, algunos de los cuales se han mencionado en este documento. El uso de esos instrumentos y herramientas es una medida positiva en aras de la creación de una cultura de la seguridad en la que la seguridad sea algo automático y no una carga.