La Dársena de Escombreras amplía sus instalaciones
El importante crecimiento del tráfico experimentado en los últimos años, junto con la demanda de las empresas del sector de nuevas líneas de atraque y de una mayor superficie para actividades logísticas, ha llevado a la Autoridad Portuaria de Cartagena a poner en práctica un ambicioso proyecto de ampliación de la Dársena de Escombreras. Un proyecto que posibilitará realizar operaciones las 24 horas al día, los 365 días al año.
En el siglo XIX, con la construcción del Muelle de Alfonso XII, el primer muelle comercial del Puerto de Cartagena, el tráfico de mercancías por el puerto comienza a tener excepcional relevancia en la economía y la industria de la comarca.
A mitad del siglo XX, en el cercano Valle de Escombreras, se instala una refinería de petróleo. A raíz de este hecho, y para dar servicio a la refinería, en la bahía de Escombreras, más abierta que la de Cartagena, pero también abrigada por montañas, se construyen diques y muelles por los que la refinería puede recibir su materia prima: petróleo crudo, y exportar su producción: gasolinas, butano, propano, gasóleo, etc. En poco más de cincuenta años, la cercanía de los muelles de la Dársena de Escombreras y la sinergia creada por las sucesivas industrias que se han ido instalando en la zona, han dado lugar a una de las concentraciones industriales más importantes de España. El Valle de Escombreras es hoy por hoy un enclave estratégico para el Estado Español en un sector tan imprescindible como es la producción de energía.
Las cifras de tráfico de mercancías en el Puerto de Cartagena durante los últimos años han mostrado una trayectoria claramente ascendente, lo que hace presagiar que en el futuro continuará el crecimiento del tráfico. Por ello, el Puerto debe anticiparse a las necesidades de sus clientes y usuarios, y diseñar y planificar una ampliación de sus instalaciones.
Pero no es suficiente con conseguir nuevos muelles para que se puedan llevar a cabo las operaciones de carga y descarga. Los puertos son puntos donde las mercancías cambian de modo de transporte: transporte marítimo/transporte terrestre. Un puerto moderno, ágil y con buena operatividad debe contar con instalaciones que permitan esta intermodalidad y la proximidad física de los agentes que intervienen en ella: terminales de ferrocarril, instalaciones para camiones, almacenes, espacio para empresas transitarias, estibadoras, consignatarias, organismos oficiales, etc. Además de esto, el carácter industrial del Puerto de Cartagena hace que muchas industrias quieran instalarse lo más cerca posible de la zona portuaria, siendo esta proximidad en algunos casos totalmente necesaria para la viabilidad de la empresa.
Ampliación del puerto
A la hora de proyectar la ampliación, el puerto se encuentra con que las montañas que le han dado abrigo a través de los siglos a sus dos dársenas, y que han hecho de este puerto uno de los más seguros del mundo, son una limitación insalvable para ganar terreno hacia el interior. La única solución es crecer hacia el mar.
El proyecto de ampliación de la Dársena de Escombreras, debido a su gran envergadura, se desglosa en dos fases. La primera fase comprende la construcción de los diques exteriores, que detendrán el oleaje y definirán la nueva superficie portuaria por el lado del Mediterráneo. La segunda fase consiste en la construcción de los nuevos muelles y el relleno entre éstos y los diques de la primera fase.
El proyecto de ampliación de la Dársena de Escombreras, debido a su gran envergadura, se desglosa en dos fases. La primera fase comprende la construcción de los diques exteriores, que detendrán el oleaje y definirán la nueva superficie portuaria por el lado del Mediterráneo. La segunda fase consiste en la construcción de los nuevos muelles y el relleno entre éstos y los diques de la primera fase.
Las obras de la primera fase se adjudicaron en 2000 a la U.T.E. formada por las empresas Dragados, Drace y Necso, ganadoras del concurso público abierto. Las obras comenzaron el 21 de diciembre de ese mismo año. Los diques que componen esta primera fase son tres: el Dique Sur, desde la Punta de los Aguilones hasta las inmediaciones de la Isla de Escombreras, que servirá de cierre por el lado sur al futuro recinto, con una longitud de 600 metros; el Dique Perimetral que bordea la Isla de Escombreras, con una longitud de 580 metros; y el Dique Suroeste, que se inicia en la proximidad de la Isla de Escombreras y discurre en dirección noroeste, con una longitud total de 1.040 metros.
La ampliación de la Dársena de Escombreras se presenta como un proyecto extremadamente complejo debido a las grandes profundidades que existen muy cerca de la costa: las montañas que rodean la dársena continúan descendiendo bajo el agua, de manera que en el área de la ampliación se trabaja con profundidades de entre 50 y 52 metros. Estas profundidades plantean un reto apasionante a la ingeniería moderna, y el reto se soluciona construyendo diques verticales mediante cajones de hormigón, de unas dimensiones nunca antes utilizados. Estos cajones de hormigón se fabrican en un dique flotante instalado en el mismo lugar de la obra. Este dique-cajonero ha fabricado cajones para esta obra con unas dimensiones variables, en función de su emplazamiento. Los bloques más grandes han medido 67 m. de eslora, 24 m. de manga y 29 m. de puntal.
Con estas nuevas infraestructuras, el Puerto de Cartagena podrá afrontar los próximos años con instalaciones y superficie suficiente para hacer frente a las demandas de sus clientes y usuarios.
Como empresas industriales del sector químico o relacionadas con él que están presentes en Escombreras y hacen uso del Puerto podemos citar a Repsol YPF, Iberdrola, Enagás, General Electric Plastics, Izar Construcciones Navales, Compañía Logística de Hidrocarburos, Terliq, AES Corporation, Ecocarburantes Españoles, Fertiberia o Grupo SGS España.