El sabor está en los polos
Además, hemos observado que se han anunciado últimamente muchas nuevas inversiones, algunas en España y otras en el extranjero, pero que representan en cualquier caso un buen síntoma para el sector de la química en particular. Vemos cómo esto que se conoce como “polos químicos”, que no son otra cosa que zonas oficialmente delimitadas, cuyo desarrollo industrial se trata de conseguir mediante diversas medidas de favor a las industrias que en aquella se establezcan, están siendo también la opción de multinacionales que cuentan con plantas en todo el mundo y que, por lo que se ve, se decantan por España en numerosas ocasiones.
Un ejemplo es el de DuPont, que aglutina en Asturias buena parte de las gestiones administrativas correspondientes a varias de sus sedes europeas y que, según se expresó en la inauguración de su nuevo Centro Global de Servicios, cada vez cuentan en sus filas con más responsables españoles. También Dow Chemical está llevando a cabo inversiones importantes en Tarragona y ha anunciado otras futuras de gran relevancia. Spain ya no es lo que era, para bien y para mal. Aquello de producir en España por lo de los costes laborales se terminó y girar la vista hacia China es un ejercicio absolutamente generalizado ya en nuestros tiempos. Lo podemos ver en el reportaje sobre Bayer en este mismo número que habla de China como un mercado crucial en su estrategia global de crecimiento.
Terminar el año con noticias de grandes inversiones es ilusionante. Los polos químicos polarizan buena parte de la industria química. Pero no es polo todo lo que reluce y, si queremos estar en la pole, tal vez alguien tendría que pensar en mejorar el nivel de conocimientos de nuestros estudiantes... aunque mejor no nos amargamos las fiestas navideñas.
¡Feliz Año Nuevo!