La industria química europea prosigue su lucha para mejorar el Reach
Las nuevas propuestas del sector químico europeo, a través del Cefic, combinan elementos que aseguran tanto una protección eficaz de la salud del ser humano y del medio ambiente, como la preservación de la competitividad de la industria. Establecen un proceso integrado para fomentar la cooperación entre las Pymes y las compañías multinacionales, para evitar la duplicación de trabajo y el exceso de experimentación con animales.
Las propuestas incluyen los siguientes elementos clave:
- El alcance del sistema debe centrarse en las sustancias producidas/importadas en la Unión Europea y destinadas al mercado europeo.
- Se llevaría a cabo un registro previo de las 30.000 sustancias en los 18 meses posteriores a la entrada en vigor de Reach. De este modo, se acelera el proceso y se mejora la formación voluntaria de los consorcios y el intercambio de datos.
- Los propietarios del registro elaborarán un dossier con toda la información acerca de las sustancias que fabrican o producen en cantidades superiores a 10 toneladas anuales. Este dossier se utilizará como base para establecer las prioridades y efectuar el registro. Para facilitar la utilización de Reach a las Pymes, en lugar del dossier de información completo necesario para las sustancias con un volumen de entre 1 y 10 toneladas, bastará con la compilar la información adecuada para la priorización.
- El registro se realizará a partir del riesgo potencial indicado en la fase de priorización; el programa se pondrá en marcha inicialmente en función del volumen. Desde un punto de vista práctico, esto se traduce en que las sustancias cuya priorización indican un alto riesgo potencial, seguirán un proceso de registro de rápido seguimiento, con lo que, independientemente del volumen, se registrarán antes. El resto de las sustancias –de menor prioridad– se registrarán conforme a su volumen de fabricación/importación.

Calendario Reach
Una vez en vigor, el nuevo sistema obligará a los fabricantes o importadores de más de una tonelada de una determinada sustancia química al año a registrarla en una base de datos centralizada. Las empresas deberán también evaluar los riesgos que se desprendan del empleo de dicha sustancia y tomar las medidas necesarias para gestionar todo peligro. De este modo, se transfiere la carga de la prueba desde las autoridades públicas a la industria y se garantiza la inocuidad de las sustancias químicas comercializadas.