Experiencias en un punto de venta de puericultura

Último empujón y ya vamos acabando el año, que ha sido algo cuesta arriba para la mayoría. Ya nos habían avisado de que no iba a ser un buen año, pero al menos si conseguimos acabarlo a la par o parecido al 2022, creo que nos conformaremos.

El 2023 ha sido un año bastante raro, al menos para mí, ya que el sector de la puericultura ha sufrido un cambio importante en los hábitos de consumo, y ya sabemos que no se vende lo que se vendía antes, e incluso en la categoría de sillas auto, que siempre ha sido nuestro fuerte, también han bajado las ventas. Aun así, a pesar de que el consumo no ha subido, al menos tampoco ha sido tan malo como se esperaba, creo yo.

Ahora nos toca afrontar el último tramo del año, donde podremos dar visibilidad a nuestros comercios con la nueva temporada y el cambio de estación, y es que el invierno, al menos en nuestra tienda, es nuestra época fuerte a nivel de ventas y es también cuando más invertimos en nuestro comercio. Con el frío, llegan los sacos gorditos, las mantas, los regalos para los pequeños que nacen y, además, nuestros clientes ya tienen la mente puesta en la Navidad, así que como ya hicimos en verano, toca dar la vuelta entera a la tienda y comenzar a colocar gorros de invierno y complementos para dar una nueva imagen a nuestros espacios, más acorde a esta estación. Asimismo, este año estamos de evaluación durante esta campaña, ya que hemos detectado que hay una serie de referencias que se han dejado de vender y ya no tienen la misma rotación que solían tener. Así que toca parar y analizar esta nueva situación. Hay que rentabilizar cada metro cuadrado de nuestra tienda, y si detectas algún producto que no tiene tanta rotación como esperabas, habrá que darle la vuelta y cambiarlo por otros que sí tengan más salida comercial.

Yo creo que esto nos ha pasado a todos, ¿verdad? Apuestas por un producto porque piensas que se venderá muy bien, y vas y te equivocas. Y es que en esto consiste nuestro trabajo, en probar y aprender continuamente. O al menos yo lo veo así. Creo que como dice el refrán, ‘aprender es de sabios’, y a veces para aprender hay que saber perder, y con los números sobre la mesa ver que ese espacio que habías ampliado pensando en que iba a atraer a los clientes, al final no ha funcionado tan bien como pensabas. Al final, todo se reduce a un documento de Excel que nos dará o quitará razones, y aquí los números mandan.

Personalmente, yo estoy en ese momento donde veo que alguno de los productos que solía traer como complemento, resulta que se está convirtiendo casi en la base de mis ventas. Esto puede indicar que, quizás, mi cliente no busque exactamente lo que yo pensaba, así que habrá que replantearse el cambio. ¿Y cómo lo voy a hacer? Pues creo que la mejor manera es actuar de la forma más sincera posible, así que voy a escribir a mis clientes y preguntarles directamente qué les gusta, qué cambiarían, qué les interesaría encontrar en nuestro comercio, en definitiva, hacerles partícipes del proyecto y transmitirles mi compromiso hacia ellos. De esta forma también les haré ver que forman parte de esta comunidad que es Amatxu Denda. Y es que no somo únicamente un comercio, sino que también somos un servicio para nuestros clientes. Creo que necesito reforzar y transmitir este concepto tan importante, que muchas veces queda desdibujado.

Ahora mismo estoy dándole forma a esta transición, que tengo pensado iniciar a lo largo del mes de noviembre, ya que se trata de un mes tranquilo en el que es posible parar y valorar antes de que llegue el final del año y comience esa locura que es la Navidad. Necesito especializarme todavía más, y es por ello que me estoy formando para poder dar un mejor servicio y una mejor atención, intentando que los clientes encuentren en mi comercio aquello que necesitan, pero siempre dentro de mis valores. Y es que, si algo se pone de moda, pero yo considero que no es bueno, práctico o seguro, no lo voy a ofertar en mi tienda. Lo siento, pero estas son mis tres premisas y no las cambiaré, ya que son la base de mi comercio e incluso de mi persona, diría yo. No voy a vender un producto que no usaría para mis propios hijos, y pretendo seguir en esta línea.

Recientemente he tenido la suerte de poder participar en una acción de formación con la cámara de comercio, que considero que ha sido muy enriquecedora. Este tipo de formaciones sirven para reflexionar y poder hacer punto y aparte, pero, sobre todo, sirven para no perder la ilusión.

La experiencia consistía en que nos llevaban a otra provincia, donde nos juntábamos comerciantes de distintas localidades y comercios dispares, para visitar otros establecimientos que podían aportar un valor añadido. Me pareció una idea genial, y la verdad es que la experiencia lo fue. Me pareció curioso lo diferentes que éramos todas las personas allí reunidas, ya que veníamos de muchos sectores y tipos de comercio diferentes, y ello me hizo pensar en lo diferentes e iguales a la vez que somos todos. Había pequeños autónomos, como yo, que tenían su tienda como un proyecto personal y profesional, había otras personas con varios comercios y personal a su cargo, que veían las cosas desde otro punto de vista, también participaron negocios familiares, algunos incluso que ya iban por la quinta generación (algo que me parece asombroso visto como está el sector minorista), y también había muchas otras personas reconvertidas por la vida en tenderos (como decía yo de pequeña). Pero todos allí reunidos, visitando los comercios, estábamos embelesados escuchando las historias de otros profesionales iguales que se habían reinventado para seguir con sus proyectos adelante. La verdad es que fue una grata experiencia, ya que me di cuenta de que todos estamos en la misma lucha, pero aún nos queda mucha ilusión por seguir con nuestra actividad, que es lo más importante.

De toda esta experiencia de ‘misión comercial’ me llevo varias cosas:

• La primera, es plantearme algo que ya llevaba tiempo pensando: hay que parar y reflexionar. Así que sacaremos de nuevo el Excel y volveremos a darle otra vuelta a aquello que se nos paró.
   
• La segunda es que aquellas nuevas secciones que parecen estar funcionando mejor, habrá que analizarlas y potenciarlas todavía más.
   
• La tercera es que hay que ponerse plazos y objetivos, ya que en este mundo de ‘Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como’, donde somos gerentes, dependientes, escaparatistas, decoradores, comerciales, asesores, contables, padres, personas… y todo ello conciliando de la mejor manera posible para no perdernos la crianza de nuestros hijos, es importante organizarse, ya que a veces no sé ni de dónde sacamos el tiempo.
   
• La cuarta es que ahora llega el último tramo del año, en el que deberemos intentar impulsar las ventas, para poder cerrar el ejercicio de la mejor manera posible. Así que ‘Operación Navidad’ en marcha y ya estáis tardando en planificar todo lo que nos viene: Halloween, Black Friday, Navidad, regalos, etc. Así que todo el mundo a hacer su lista y manos a la obra.

Feliz fin de año, y no sean tan duros con ustedes mismos. Si no llegamos a la facturación que esperábamos, no será porque no hemos puesto nuestras ganas.