Cómo se presenta el 2022 para el detallista de puericultura

Comienza un nuevo año y con él hemos de trazar un nuevo plan para afrontar los meses que están por venir, ya que quizás sea el año en el que más hemos de trabajar. Según manifiesta Beatriz Colina, gerente del punto de venta especializado Amatxu Denda, “salimos de un año en el que las ventas se han quedado estancadas y la mayoría si conseguimos igualar las cifras del año anterior ya nos podemos dar por satisfechos”. En el siguiente artículo, la experta analiza cómo se presenta el 2022 y cuáles son los principales factores que se tienen que tener en cuenta en el negocio detallista.

No sé si a vosotros os pasa, pero tengo la sensación de que este año ha sido el que más he trabajado y ahora comienzo a notar el esfuerzo que ha supuesto vender en los últimos meses. Antes no lo sentía así, ya que había cierta fluidez y alegría, que sinceramente parece haberse esfumado.

Preparar el próximo ejercicio va a ser complicado, ya que nos enfrentamos a nuevos tiempos en los que no sabemos muy bien cómo acertar, al menos esa es la sensación que yo percibo. Tenemos un nuevo cliente al que enamorar, que ni siquiera nos da la posibilidad de darnos a conocer y que se acerca tímidamente a nuestros comercios. Además, la forma de comprar ha cambiado notablemente. Debido a que muchos minoristas advirtieron de la escasez de existencias en Navidad, producida por la continua interrupción de la cadena de suministro, esta vez los consumidores compraron antes de lo habitual para evitar la falta de existencias. Según las cifras que nos mostraron los estudios de consumo, solo un 15% de los compradores dejaron sus compras para diciembre, y con estos datos pudimos entender la poca alegría que vivimos en esas fechas navideñas, ya que gran parte de los clientes hicieron uso de las ofertas del Black Friday para realizar las compras navideñas.

Un nuevo consumidor que compra desde cualquier lugar y a cualquier hora, muchas veces directamente desde el móvil, dejando a nuestras tiendas como un simple showroom, donde venir a ver físicamente los productos que luego adquieren en alguna plataforma online, con miles de productos que son enviados a una velocidad y con una digitalización cada vez superior.

Tan solo tienes que hablar con los mensajeros unos minutos y ver su grado de estrés con jornadas maratonianas que cada día se alargan. Aquí, por ejemplo, una compañía que antes trabajaba con una línea de distribución para esta zona y una persona repartiendo, ahora, tras la pandemia, tiene dos líneas de reparto y han ampliado personal. Hablando con otro compañero del transporte, me contaba las condiciones lamentables en las que trabajan y me decía que le daba mucha pena la situación actual y que en unos años no sabe que será de las tiendas, ya que del reparto que tenía para ese día, de las cien entregas 82 bultos eran para domicilios. Eso, lamentablemente, irá cada vez a más, me temo, así que hemos de pensar una estrategia que nos ayude a seguir a flote con este panorama que nos espera.

Hay que identificar áreas clave que puedan ayudar a los minoristas en 2022 y permitirnos adaptarnos a un cambiante panorama de consumo, mientras buscamos nuevas oportunidades y reconsideramos la experiencia de la tienda y no tanto el producto. Tenemos que conseguir que sea algo más que una simple adquisición, venir a la tienda tiene que ser una experiencia única, y en esto es en lo que tenemos que trabajar con todas nuestras ganas, porque nuestras tiendas no son almacenes de transacción, sino lugares de asesoramiento y productos delicadamente seleccionados para ese comprador al que tratamos de la mejor manera, ofreciéndole el mejor servicio posible.

Dicen las estadísticas que los comerciantes de moda se sitúan entre los minoristas más perjudicados por el impacto de la pandemia y se recuperarán más lentamente que otros comercios, en parte debido a que el teletrabajo reducirá la demanda de ropa, y el no tener celebraciones y con las restricciones de nuevo asomando la gente tira literalmente con lo que tiene y no consume. Esto ha traído consecuencias, y no solo el cierre de tiendas minoristas, sino también grandes ajustes y planes estratégicos de grandes cadenas que han reducido sus puntos de venta y han hecho fuertes inversiones en la digitalización, que cada vez está más presente. Así que quizás sea el momento de que nosotros también demos el paso, pero de una forma definitiva y consciente, ya que solo aquellos que puedan diferenciarse continuarán sobreviviendo y prosperando, esta es la realidad.

¿A qué debemos enfrentarnos?

A nuestros 3 gigantes, son varios los frentes que hemos de abordar.

- El primero, la bajada preocupante de la natalidad, que junto con la situación actual no hace que esta mejore, ya que no se apoya con medidas eficaces que la población se anime a traer niños a este mundo con la que está cayendo, es un frente en el que poco podemos hacer.

- Otro frente es el aumento de la compra online, que ahí quizá podríamos comenzar una estrategia que nos ayude a relanzar las ventas, ofreciendo nuestros servicios como comercios especializados y darnos a conocer para tratar de llegar a nuevos clientes y fidelizar firmemente los que ya tenemos.

- Y nuestro último gigante es el mercado de la segunda mano, que es una tendencia que ya se ha establecido como un hábito nuevo de consumo. Hay clientes que nos piden la caja de la silla al comprarla porque ya están pensando en su reventa antes de usarla.

Es un nuevo panorama que debemos tener en cuenta ya que son 3 factores que hay que afrontar. Debemos aplicarnos como nunca lo hicimos. Ánimo y adelante siempre.

Y respecto al sector de la puericultura, ¿qué podemos esperar? Pues la verdad es que no lo tenemos muy claro, llevamos dos años en blanco donde apenas ha habido novedades y estamos deseosos de tener algo nuevo que ofrecer a nuestros clientes. Vamos buscando artículos novedosos que poner en nuestras tiendas y nuevas soluciones que ofrecer, pero lo cierto es que estamos todos en un momento de transición y espera.

Tenemos la ilusión y las ganas puestas en que en breve estaremos en la feria de Valencia, visitando de nuevo a los fabricantes que llevamos tiempo sin ver y con el deseo de un niño que espera sus regalos con las ganas de ver allí algo de normalidad y novedad que nos haga a todos recuperar a tope la ilusión, ya que necesitamos un buen toque de energía que nos impulse para afrontar este nuevo año. Parece que al menos están confirmando asistencia bastantes expositores, lo cual me alegra, ya que no podemos dejar de ir a nuestra feria y debemos apoyarnos para seguir remando juntos. Esta feria, además, creo que es una oportunidad para aquellas tiendas mixtas donde poder conocer las tendencias tanto en moda como en puericultura y tener una pequeña visión global de cómo va el mercado nacional y cambiar impresiones con otros compañeros, que es la mejor forma de seguir creciendo y ser conscientes de lo que viene.