La industria analiza la situación del transporte desde Asia (Parte 1)

“El encarecimiento de los fletes de forma tan exponencial nos está afectando tanto en la rentabilidad de los productos como en el ritmo de importaciones de los pedidos de reposición y lanzamiento de nuevas colecciones. Nos hemos visto obligados a modificar el calendario de lanzamientos de novedades y con los pedidos de reposición no hemos podido evitar roturas dado el panorama mundial con las navieras. Lamentablemente parece que esta situación ha llegado para quedarse al menos hasta pasado el año nuevo chino”.

“La falta de stock es difícil de cubrir pese a que tenemos una buena capacidad logística y de almacenaje. Intentamos sustituir las referencias escasas por otras que podamos tener en stock o a las que el precio del flete afecte menos. Por el lado del precio, se negocian con los clientes nuevos precios de venta, lo cual siempre resulta una medida complicada. De momento parece que la situación va a seguir así o va a empeorar a corto y medio plazo, ya que las navieras siguen siendo una parte fundamental del comercio internacional”.

“Esta situación lamentablemente no va a poder resolverse en un corto plazo ya que es un eslabón del sistema que ya presentaba deficiencias, pero como éstas no solían afectar a la escala sobredimensionada que ha ocurrido después de la pandemia, no se estaban poniendo los medios para un correcto reajuste según las necesidades de la economía global. Las consecuencias ya empezamos a verlas, los incrementos desorbitados en el coste de transporte finalmente se están viendo repercutidos y ocasionando que sea en gran medida el consumidor final quien lo absorbe”.

“Lógicamente no existe en nuestro sector ningún producto que pueda absorber este incremento sin tener que aplicar correcciones en el precio de venta al detallista y, en consecuencia, al usuario. Durante algunos meses y esperando que los precios se normalizaran, las empresas han absorbido parte de estos incrementos y se han retrasado embarques, aunque desde hace 4-5 meses ya no se tiene la esperanza de que los precios se normalicen a corto plazo, por lo que la opción de retrasar las cargas ya no es una opción factible. como consecuencia de esta situación algunos artículos dejaran de estar disponibles o se trasladará su producción a países más cercanos donde haya la posibilidad de producirlos y que el transporte sea más económico y eficaz”.

“El transporte marítimo se ha disparado hasta en más de 10 veces su valor, lo cual afecta directamente sobre el precio de venta al cliente y el precio de venta al público. En qué magnitud, depende de lo que el distribuidor pueda amortizar. Los problemas en la cadena de suministro generarán periodos de escasez de diversos tipos de productos generando un desequilibrio, con una sobreproducción que no tendrá salida al mercado (sobre acumulación por escasez de suministro). El problema es en el transporte marítimo global y no solo está afectando a los suministros desde China, también afecta la producción en Europa”.