Un consumidor consciente y comparador en el sector de la puericultura
Una vez pasado este huracán que está siendo para todos esta pandemia y en visos de alcanzar al fin como dicen la afamada “nueva normalidad”, estamos todos adaptándonos a lo que está por venir ¿y que será esto exactamente? Ninguno lo sabemos con certeza, pero sí que estamos viendo nuevos modelos de consumo que parece que se han instaurado y a los que debemos adaptarnos.
Un claro ejemplo lo veo reflejado en el textil, la pasada campaña tuvimos que cerrar nuestros comercios con cajas de novedades aún por sacar y se detuvo el tiempo. Ya pasados unos meses nos dejaron abrir e hicimos los pedidos que ahora tenemos en tienda y, la verdad vista la situación que venía, se pidió lo justo y más bien ropa tipo deportiva (todo bastante sport). El resultado es que esta primavera tuvimos la mayor selección de leggins y camisetas que nunca hubiese imaginado, era lo que nos demandaba el cliente y eso se pidió…. ¡¡Y ahora qué pasa, que va llegando el verano y parece que la situación se está normalizando un poco y que parte de ese miedo ya se ha ido y que queremos volver a la vida habitual y el cliente de ahora nos pide ropa más vestida!! ¿¿¿Qué??? Se ha ido vendiendo algo de género, pero resulta que ahora tienen ganas de vestiditos y camisas, todo aquello que no se pidió por las circunstancias y porque no había eventos programados… Y ahora nos encontramos con una necesidad que no podemos atender porque nuestros proveedores no tienen stock y algunos incluso han cerrado dejándonos sin servir lo pedido.
Por el contrario, en el sector calzado no he visto tanto parón y sí es verdad que podría decir que incluso hemos notado un pequeño incremento. Es un producto más difícil de comprar y que es necesario probar, así que el consumidor suele acercarse al comercio y los proveedores nacionales se están poniendo las pilas sacándonos productos muy interesantes a precios competitivos, hecho que nos alegra, ya que podemos ofrecer más producto nacional manufacturado y recuperar así parte de la industria que estaba desapareciendo.
Apuesta por un consumo más local
Creo que es importante desde el comercio intentar consumir lo más local que podamos. Es obvio que la puericultura viene fabricada en su mayoría desde la gran república, pero también es cierto que cada vez más tenemos producto europeo para consumir y esto, además de ayudar a nuestra economía, da al artículo una calidad mayor y una sensación de correcto consumo al comprador. Por ejemplo, en Sistemas de Retención Infantil, muchas de nuestras sillas auto están fabricadas en Alemania, Finlandia, Polonia, Holanda… y cada vez más accesorios también, así que hay una tendencia de producto cercano que el nuevo cliente valora y creo que es muy importante ser un consumidor responsable.
En el ámbito textil es más fácil darle valor al producto, cada vez que vendo o enseño un saco de silla, explico la calidad de su acabado y le digo al cliente que está fabricado en Galicia o Cataluña, que los conjuntos de punto que vendo se hacen en Valencia o Alicante y que nuestros zapatos son de Villena y así con todo, porque creo que el nuevo consumidor valora muy positivamente el consumo cercano y creo que es un sello de nuestra tienda. Nuestra máxima es poder adquirir productos de la mejor calidad a un precio competitivo y lo más cercano posible, aunque ya sabemos todos que no es posible en todos los artículos. Nos encontramos ante un nuevo cliente dinámico que busca y valora, que hasta investiga y sobre todo que piensa mucho el qué y cómo comprar.
¿Cómo se comporta el consumidor?
A pesar de que la situación actual no acompaña al consumo, el nuevo consumidor medita bastante su compra y adquiere solo aquellos productos que necesita y algunos detalles para regalar. Los tiempos de la compra compulsiva creo que se han estancado, pasando a una compra más comparativa e informada, quieren el mejor producto a un buen precio y a poder ser que tenga varias funciones. Todo lo evolutivo o multifunción tiene mejor venta que el producto estacional.
Y con esto quiero decir que el nuevo padre no quiere una trona quiere una trona evolutiva que venga con doble bandeja, que sea regulable en altura, que se pliegue, que tenga reposapiés y que sea duradera…. Te la pedirá con caja porque ya está pensando en lo que puede sacar al revenderla…. Y esta es la nueva realidad a la que nos enfrentamos. Con lo que solo podemos competir con productos innovadores que no existan en el mercado, ya que si no los compran por alguna de las aplicaciones de segunda mano; y esto es así. Quizás una silla auto sea un producto que muchos prefieran estrenar, pero sí que es cierto que cada vez más los artículos se revenden y al nuevo consumidor no le importa tanto que su hij@ lo estrene, algo impensable hace 10 años. Tener un buen coche de paseo ya no es imagen de estatus, ya no se valoran tanto las marcas como antes y los nuevos padres tienen otro concepto de consumo al que nos hemos de amoldar. Yo diría que el nuevo consumidor es consciente y comparador.
Este perfil de consumidor que compra lo justo y necesario, unido a la preocupante bajada de la natalidad, hace que el futuro del comercio detallista sea todo un reto para los que cada día levantamos estas persianas con la ilusión del primer día, pero con el agotamiento de tener que andar luchando siempre contra gigantes.